Néguev, Israel (CNN) – Después de más de 300 días bajo cautiverio de Hamas, un frágil y desnutrido Farhan Al-Qadi estaba sentado en una gran tienda de campaña instalada por su familia y amigos en el desierto del Néguev, donde sus seres queridos acudieron a darle la bienvenida a casa este miércoles.
“Estoy bien”, dijo Al-Qadi a los periodistas, y añadió que desea “que la guerra termine para todas las familias palestinas e israelíes”.
“Sé que hay negociaciones en El Cairo”, dijo en relación con las discusiones en curso sobre un acuerdo de alto el fuego propuesto para la toma de rehenes, cuyo objetivo es poner fin a los combates. “Le pido a Dios que todo esto se resuelva”.
El ciudadano beduino israelí de 52 años, del sur de Israel, perdió unos 30 kilos durante su cautiverio, según le dijo su familia a CNN, y su tez parecía pálida por la falta de exposición al sol. Sus ojos estaban vidriosos y a menudo parecían cansados.
El Ejército israelí dijo este martes que Al-Qadi es el octavo rehén rescatado con vida en Gaza por el Ejército israelí desde el comienzo de la guerra, pero es el primero en ser rescatado con vida del interior de la red de túneles de Hamas debajo de Gaza.
Al-Qadi se sentó en el centro de largas filas de sillas de plástico, donde los visitantes lo saludaron con largos abrazos y besos en la mejilla en una reunión cerca de Tarabin, una de las muchas aldeas beduinas no reconocidas de Israel.
El pueblo, que cuenta con servicios limitados de electricidad y agua, se encuentra a unos 32 kilómetros de Gaza y no está protegido por el sistema de defensa israelí Cúpula de Hierro. La ciudad más cercana es Rahat, la ciudad beduina árabe más grande de Israel.
La comunidad beduina, un grupo musulmán, seminómada y étnicamente árabe, se considera un subconjunto de la población árabe de Israel, que representa aproximadamente el 20% de la población total.
Mientras que algunos se identifican como beduinos israelíes, otros se consideran ciudadanos palestinos de Israel. A diferencia de los israelíes judíos, los beduinos no están obligados a servir en el Ejército israelí, aunque algunos optan por ofrecerse como voluntarios y a menudo sirvien en unidades especializadas como el Gadsar 585, conocido como el batallón beduino, que opera en el desierto del Néguev, de donde proceden la mayoría de los beduinos.
“Solo y aislado”
Desde el pueblo, el equipo de CNN en el terreno pudo escuchar fuertes ataques e impactos provenientes de Gaza.
Fayez Sohaiban, pariente de Al-Qadi y exalcalde de la ciudad de Rahat, dijo que el exrehén había vivido en cautiverio sin saber cuál sería su destino al día siguiente y que la comida “era casi inexistente”.
Al-Qadi trabajaba como guardia de seguridad en el kibutz Magen cuando fue secuestrado hace 11 meses.
Este miércoles, Al Qad les dijo a los periodistas que pasó gran parte de su tiempo en un túnel y que no había visto el cielo durante ocho meses antes de su rescate. Agregó que no se encontró con otros rehenes durante su estancia en Gaza. “Nadie, no. Ni una sola vez”, dijo su hermano Juma’a, y agregó que Al Qad estuvo “solo y aislado” todo el tiempo.
Ali El-Ziyadne, cuyo hermano y sobrino también fueron secuestrados el 7 de octubre y permanecen en Gaza, se unió a la comunidad beduina para dar la bienvenida a Al-Qadi a su hogar. Su hermano, Youssef Ziyadne, y su sobrino, Hamza Ziyadne, han estado retenidos como rehenes por Hamas durante 11 meses, dijo.
“Tememos por sus vidas. No sabemos nada de ellos”, le dijo El-Ziyadne a CNN, y añadió que Youssef sufre de diabetes. El-Ziyadne dijo que le rogó varias veces a Hamas que liberara a sus familiares, que son musulmanes, con la esperanza de apelar a los “valores islámicos y la humanidad” del grupo.
El-Ziyadne preguntó por su hermano y su sobrino cuando se encontró con Al-Qadi, pero el exrehén no los había visto, dijo.
Antes de la fundación de Israel en 1948, en el Néguev vivían 92.000 beduinos, pero tras la guerra árabe-israelí de ese año solo quedaron 11.000, según Minority Rights Group. Los que se quedaron son “tratados con dureza, desarraigados una y otra vez y obligados a vivir en reservas”, añadió la organización internacional de derechos humanos.
Según la Biblioteca Nacional de Israel, hay casi 250.000 beduinos, muchos de los cuales viven en ciudades que aún no han recibido el reconocimiento del Estado, mientras que otros viven en aldeas no incorporadas.
El rescate de Al-Qadi significa que ahora quedan 103 rehenes del ataque del 7 de octubre retenidos en Gaza, según cifras de la oficina del primer ministro de Israel y el Foro de Rehenes y Familias Desaparecidas. La semana pasada, los cuerpos de seis rehenes israelíes fueron recuperados de Gaza durante una operación militar nocturna en Khan Younis, dijeron las autoridades israelíes.
Las esperanzas de un acuerdo de alto el fuego a cambio de rehenes, que pondría fin a los combates en Gaza y permitiría el regreso de las personas retenidas por Hamas, han surgido y se han desvanecido repetidamente en los últimos meses.
Los negociadores siguen trabajando para llegar a un acuerdo y se han reunido con más intensidad en las últimas semanas. Las conversaciones avanzaron durante el fin de semana, según un alto funcionario estadounidense familiarizado con las discusiones en El Cairo, Egipto, donde los mediadores discutieron los “detalles finales” de un posible acuerdo. Se espera que una delegación israelí se dirija a Doha este miércoles para las conversaciones sobre el alto el fuego.