Berlín (CNN) – Un vuelo de deportación con destino a Afganistán que transportaba a 28 ciudadanos afganos partió de Alemania el viernes por la mañana, un día después de que el gobierno alemán se comprometiera a reforzar su normativa de asilo tras un ataque mortal con cuchillo.
Un portavoz del Ministerio del Interior de Sajonia dijo a CNN que un avión partió de Leipzig con los afganos a bordo poco antes de las 7 de la mañana, hora local, y tenía previsto aterrizar en Kabul, Afganistán, el viernes por la tarde.
Los afganos del vuelo son delincuentes convictos de varios estados de Alemania que habían sido seleccionados por el Ministerio del Interior, añadió el portavoz.
Los rastreadores de vuelos muestran que un Boeing 787 de Qatar Airlines salió de Leipzig a las 6:55 de la mañana, hora local, con destino a Kabul.
El vuelo supone la primera deportación de afganos a su país de origen desde Alemania desde que los talibanes retomaron el poder allí hace tres años, en agosto de 2021. Según la revista alemana de noticias Der Spiegel, las deportaciones son el resultado de meses de negociaciones y planificación.
Der Spiegel informó que cada deportado, todos ellos hombres, recibió un pago de 1.000 euros (US$ 1.100). El portavoz del Ministerio del Interior de Sajonia no pudo confirmarlo.
En una rueda de prensa tras la salida del vuelo, el portavoz del gobierno, Steffen Hebestreit, recalcó a los periodistas que Berlín no estaba en conversaciones directas con los talibanes. Más bien, aseguró la deportación a través de la mediación de potencias regionales clave, dijo.
Hebestreit añadió que el gobierno de Alemania ha realizado “intensos esfuerzos” para deportar a Afganistán y Siria a los inmigrantes que han cometido delitos graves tras el ataque con cuchillo perpetrado en la ciudad suroccidental de Mannheim a finales de mayo.
Un agente de policía resultó herido mortalmente durante ese ataque y varios más resultaron heridos, y las autoridades alemanas apuntaron a un móvil de extremismo islamista. El principal sospechoso fue identificado como un refugiado afgano de 25 años.
Las deportaciones también se producen un día después de que el gobierno alemán diera a conocer un nuevo paquete de medidas de seguridad tras el atentado mortal de la semana pasada en la ciudad occidental de Solingen. Tres personas murieron apuñaladas en el incidente del 23 de agosto, que tuvo lugar durante un festival. El sospechoso fue identificado como un hombre sirio de 26 años con presuntos vínculos con ISIS, que previamente había sido deportado. El sospechoso se entregó a las autoridades y confesó el ataque, según la policía.
El ataque de Solingen desató un nuevo debate en Alemania sobre la inmigración, en el que la coalición gobernante del país, liderada por el canciller Olaf Scholz, ha recibido críticas por su gestión de la cuestión. También ha servido para envalentonar a la ultraderecha alemana antes de las elecciones estatales clave de este fin de semana.
El incidente incitó al gobierno de Scholz a entrar en acción, y el canciller declaró durante una visita a Solingen a principios de semana que “tendremos que hacer todo lo posible para garantizar que se repatría y deporta a quienes no pueden ni tienen permitido permanecer en Alemania”, informó Reuters.
Las nuevas medidas de seguridad desveladas por el gobierno en una conferencia de prensa el jueves pretenden acelerar la deportación de los solicitantes de asilo rechazados y de los inmigrantes indocumentados, y también endurecer las leyes sobre armas.
La ministra del Interior, Nancy Faeser, prometió durante la rueda de prensa “acelerar el ritmo de las repatriaciones” y “tomar nuevas medidas para reducir la inmigración irregular”, al tiempo que reforzaba el poder de las autoridades para luchar contra el extremismo islámico.
La ultraderecha alemana Alternativa para Alemania (AfD) aspira a ganar las elecciones en los estados orientales de Sajonia y Turingia previstas para el domingo. La AfD lidera actualmente las encuestas en ambos estados.
El partido antiinmigración ha aprovechado el atentado de Solingen en su campaña política, y Björn Höcke, líder regional del partido en Turingia, ha dicho a los votantes que pueden elegir entre “Höcke o Solingen”.
La inmigración es desde hace tiempo un tema de encarnizado debate en Alemania. El Partido Socialdemócrata (SPD) de Scholz, de centro-izquierda, ha abogado habitualmente por una política migratoria más abierta en Alemania.
Durante la crisis migratoria europea de 2015, la entonces canciller Angela Merkel, líder de la Unión Cristianodemócrata (CDU) de centroderecha, adoptó una política de “puertas abiertas” que vio llegar a Alemania a cientos de miles de refugiados que huían de la guerra en Siria y otros países, una decisión que suscitó tanto elogios como críticas.
– Claudia Otto de CNN informó desde Berlín y Sophie Tanno desde Londres.