Londres (CNN) –– Volkswagen está evaluando cerrar fábricas en Alemania por primera vez en sus 87 años de historia, mientras profundiza los recortes de costos en medio de la creciente competencia de los fabricantes de vehículos eléctricos de China.
En un comunicado emitido este lunes, el fabricante de automóviles alemán, uno de los mayores del mundo, dijo que no descartaba el cierre de plantas en su país de origen. Otras medidas para “proteger a la empresa en el futuro” incluyen intentar poner fin a un acuerdo de protección del empleo con los sindicatos, que está en vigencia desde 1994.
“La industria automovilística europea se encuentra en una situación muy exigente y grave”, afirmó Oliver Blume, presidente y director general del Grupo Volkswagen. “El entorno económico se ha vuelto aún más difícil y están entrando nuevos competidores en el mercado europeo. En particular, Alemania, como lugar de fabricación, se está quedando cada vez más atrás en términos de competitividad”.
Volkswagen, que a finales del año pasado emprendió un plan de reducción de costos de 10.000 millones de euros (US$ 11.100 millones), está perdiendo cuota de mercado en China, su mayor mercado. En el primer semestre del año, las entregas a clientes de ese país cayeron un 7% respecto al mismo período de 2023. El beneficio operativo del grupo se desplomó un 11,4% hasta los 10.100 millones de euros (US$ 11.200 millones).
El desempeño mediocre en China se produce en un momento en que la compañía pierde terreno frente a las marcas de vehículos eléctricos locales, especialmente BYD, que también representan una amenaza cada vez mayor para su negocio en Europa.
“Nuestra principal área de acción es la reducción de costos”, dijo Blume a los analistas en una conferencia telefónica sobre ganancias el mes pasado, en la que mencionó reducciones planeadas en los gastos de fábrica, cadena de suministro y mano de obra. “Hemos tomado todas las medidas organizativas necesarias. Y ahora se trata de costos, costos y más costos”, agregó.
Los planes de reducción de costos de Volkswagen enfrentarán una fuerte resistencia por parte de los representantes de los trabajadores, que ocupan casi la mitad de los puestos en el consejo de supervisión de la empresa, el órgano que designa a los gerentes ejecutivos.
IG Metall, uno de los sindicatos más poderosos de Alemania, culpó este lunes a la mala gestión por las deficiencias de la empresa y prometió luchar para proteger los empleos.
“Hoy, la junta directiva presentó un plan irresponsable que sacude los cimientos mismos de Volkswagen, amenazando masivamente empleos y ubicaciones”, dijo el negociador principal de IG Metall, Thorsten Groeger, en un comunicado.
“Este planteamiento no solo es imprudente, sino también muy peligroso: corre el riesgo de destruir el corazón de Volkswagen (…) No toleraremos planes que la empresa haga a costa de los trabajadores”.
Volkswagen emplea a casi 683.000 trabajadores en todo el mundo, incluidos unos 295.000 en Alemania, según su último informe.
Thomas Schaefer, CEO de Turismos de Volkswagen, afirmó que la empresa mantiene su compromiso con Alemania “como sede de sus negocios”. Añadió que VW iniciará urgentemente conversaciones con los representantes de los trabajadores para explorar las posibilidades de “reestructuración sostenible de la marca”.
“La situación es extremadamente tensa y no se puede resolver con simples medidas de reducción de costos”, afirmó Volkswagen.