(CNN) – En su visita a la mayor mezquita del sudeste asiático, el papa Francisco dijo que la lucha contra el cambio climático y el extremismo religioso son una causa común.
Desde el inicio de su pontificado en 2013, el papa Francisco ha señalado su intención de tender puentes con otras religiones. El crecimiento mundial del islam y el auge del extremismo en todas las religiones también lo han convertido en una prioridad urgente.
Este jueves, en la mezquita más grande de la nación con mayor cantidad de musulmanes del mundo, el pontífice utilizó una declaración conjunta con el gran imán de Indonesia para señalar “dos graves crisis” a las que se enfrenta el mundo: la deshumanización y el cambio climático.
“El fenómeno global de la deshumanización se caracteriza especialmente por la violencia y los conflictos generalizados, que a menudo causan un número alarmante de víctimas”, se lee en la Declaración conjunta de Istiqlal, firmada también por el gran imán de Indonesia, Nasaruddin Umar, en la capital, Jakarta.
“Resulta especialmente preocupante que a menudo se instrumentalice la religión en este sentido, causando sufrimiento a muchas personas, sobre todo mujeres, niños y ancianos”, proseguía la declaración.
“El papel de la religión, sin embargo, debe incluir la promoción y salvaguarda de la dignidad de toda vida humana”.
Sobre el cambio climático, la declaración afirmaba que “la explotación humana de la creación” había generado “diversas consecuencias destructivas, como desastres naturales, calentamiento global y patrones meteorológicos impredecibles”, y un “obstáculo para la coexistencia armoniosa de los pueblos”.
Francisco llegó a la mezquita Istiqlal, la mayor del sudeste asiático, por la mañana de este jueves hora local, pasando por calles repletas de simpatizantes en una metrópolis que es una de las que más rápido se hunde del mundo. Esta preocupación ha desencadenado un controvertido y costoso plan para reubicar por completo la capital de Indonesia.
Situado junto a la catedral católica de la ciudad, el papa también visitó un paso subterráneo conocido como el “túnel de la amistad”, que conecta ambos lugares de culto.
Como parte del acto, el papa también escuchó las oraciones islámicas recitadas por una joven ciega llamada Syakila, ganadora de un concurso nacional de recitación del Corán.
El viaje de Francisco a Indonesia y la firma de la declaración están en consonancia con su enfoque de tender puentes. Pero aunque cerca del 87% de los 280 millones de indonesios practican el islam, la visita también pone el foco en sus 8,6 millones de católicos y otras minorías.
Su llegada al archipiélago “es una buena noticia para nosotros, algo que refuerza nuestra fe”, declaró el padre Hieronymus Sridanto Ariwobo, sacerdote católico de Jakarta.
“Y en segundo lugar, el papa vendrá aquí como símbolo de la relación entre cristianos y musulmanes aquí en el país”.
Históricamente, la forma de islamismo del país ha sido moderada y sincrética, a menudo conviviendo cómodamente con prácticas animistas y otras preislámicas, mientras que la ideología estatal del país, conocida como “Pancasila”, fomenta la libertad religiosa y la justicia social.
“Indonesia es un gran país, un mosaico de culturas, etnias y tradiciones religiosas, una rica diversidad, que se refleja también en el variado ecosistema”, dijo Francisco durante el encuentro interreligioso de este jueves, que el pontífice realizó en silla de ruedas. “Que nadie sucumba al encanto del fundamentalismo y la violencia”.
El pontífice, de 87 años, está realizando el viaje más largo de su pontificado, a pesar de los problemas de salud a los que se enfrenta y de haber empezado a utilizar una silla de ruedas en los últimos años.
Está previsto que este jueves celebre una misa en el Estadio Nacional de Jakarta, a la que se espera que asistan unas 80.000 personas.
Al día siguiente partirá hacia Papúa Nueva Guinea, segunda etapa de una visita maratónica de 12 días a cuatro países del sudeste asiático y el Pacífico Sur, que también incluye Timor Oriental y Singapur.
Pluralidad religiosa
Indonesia es una opción simbólicamente fuerte para el tipo de enfoque ecuménico que Francisco ha abrazado.
En el siglo XIII, comerciantes de Arabia, Gujarat y China llegaron a lo que hoy es Indonesia, comprando clavo, canela y nuez moscada. Algunos de esos comerciantes de especias también trajeron consigo el islam y, a medida que algunos se asentaron en las islas de Java y Sumatra, la religión se fue mezclando con las creencias animistas locales.
El cristianismo llegó a Indonesia con los comerciantes portugueses más de 200 años después, principalmente a las islas orientales de Maluku y Timor. El misionero jesuita San Francisco Javier trabajó en las islas Maluku, pero a finales del siglo XVII la Compañía Holandesa de las Indias Orientales había expulsado a todos los misioneros católicos.
Tras la ocupación japonesa durante la Segunda Guerra Mundial, los líderes nacionalistas Sukarno y Mohammad Hatta declararon la independencia de Indonesia en 1945. Musulmanes y cristianos han coexistido en Indonesia durante décadas desde su fundación moderna, y la mayoría de sus creyentes islámicos son en general moderados y sincréticos.
Sin embargo, ha habido episodios ocasionales de tensión religiosa. En 2021, dos terroristas suicidas atacaron la catedral del Sagrado Corazón de Makassar, en la isla indonesia de Sulawesi, durante una misa del Domingo de Ramos, hiriendo al menos a 14 personas. En 2018, al menos siete personas murieron en tres atentados contra iglesias en Indonesia el mismo día.
Las minorías religiosas se han enfrentado en ocasiones a ataques de ruidosos grupos extremistas islámicos. Algunas partes de Indonesia son más conservadoras, como la provincia de Aceh, que practica estrictas leyes islámicas.
“Indonesia [es] como un enorme laboratorio para experimentar un tipo diferente de islam, un tipo diferente de democracia”, declaró Ulil Abshar Abdalla, líder de Nahdlatul Ulama, la mayor organización islámica del país.
Milawati, católica que como muchos indonesios usa un solo nombre, dijo que espera que la visita del papa envíe un mensaje a sus compatriotas para que “vivan una vida de amor mutuo, respeto y tolerancia entre otras religiones”, de modo que el país pueda progresar.
“Como católicos, consideramos que todas las religiones tienen el mismo objetivo: vivir una vida buena y recta y creer en Dios creador”, afirmó.
Y Elia Dimas Indahputro, ingeniero de sonido de 47 años, dijo que a veces se exagera la importancia de la religión en algunas partes de Indonesia, añadiendo que la mezcla entre personas de diferentes credos es habitual.
“Incluso mi esposa tiene una religión diferente; ella es musulmana, mientras que yo soy católico”, dijo a CNN.
La visita de Francisco a Indonesia sigue a viajes a otros países de mayoría musulmana como Egipto, Marruecos y Emiratos Árabes Unidos, siendo este último el primero en el que un papa viaja a la península arábiga. Durante su estancia en Abu Dabi en 2019, firmó una declaración histórica sobre cooperación interreligiosa con el gran imán de Al-Azhar, el jeque Ahmed al-Tayeb, el principal líder musulmán suní.