(CNN) – El mercado laboral estadounidense se recuperó en agosto, disipando los temores de recesión provocados por un informe de empleo sorprendentemente débil el mes anterior.
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La tasa de desempleo bajó del 4,3% al 4,2%.
Los economistas esperaban un aumento neto de 160.000 puestos de trabajo y que la tasa de desempleo cayera efectivamente al 4,2%, según las estimaciones de consenso de FactSet.
El total de agosto está en consonancia con el crecimiento del empleo registrado en los últimos tres meses. Pero es notablemente inferior al aumento medio mensual de 202.000 durante los últimos 12 meses.
El mercado laboral se enfrió considerablemente durante el último año —un hecho totalmente esperado a medida que la oferta y la demanda de trabajadores vuelven a equilibrarse mejor tras la sacudida sísmica de la pandemia del covid-19—, pero en los últimos meses ha aumentado la preocupación por que el crecimiento del empleo no solo se enlentezca, sino que se deteriore.
El informe de empleo sorprendentemente débil de julio avivó los temores de que el mercado laboral estuviera colapsando, lo que podría llevar a la economía a una recesión.
Aunque las ganancias de julio se revisaron aún más a la baja y las de junio se redujeron en 61.000 hasta 118.000, el informe de agosto fue comparativamente sólido y más fuerte.
Sin embargo, teniendo en cuenta las revisiones y el hecho de que el total mensual de agosto estuvo por debajo de las expectativas, el informe de este viernes aún no brinda una señal clara sobre las perspectivas del mercado laboral o la economía.
“El informe de empleo de hoy demuestra que este verano ha continuado el gran juego de la espera, en el que tanto empresarios como trabajadores aguardan pruebas de mejora frente a la especulación de las previsiones”, declaró Becky Frankiewicz, presidenta de ManpowerGroup North America.
Qué pensar tras este confuso informe de empleo
El mercado laboral estadounidense repuntó en agosto, pero la contratación fue mucho más débil en junio y julio de lo que se creía inicialmente.
La economía estadounidense creó solo 89.000 empleos en julio, el más débil desde el último mes completo de la administración Trump. Y eso se suma a las revisiones históricas que revelaron que la economía creó más de 800.000 empleos menos entre mediados de 2023 y mediados de 2024 de lo que se informó anteriormente.
Entonces, ¿qué hacemos con esto?
El importante informe de empleo de este viernes muestra que el mercado laboral de EE.UU. está bien. No hay necesidad de apretar el botón de pánico. No estamos en recesión. Estados Unidos sigue creando un buen número de puestos de trabajo.
Pero también revela que el mercado laboral muestra signos de tensión. El número medio de puestos de trabajo creados por la economía estadounidense ha caído en cada año de la administración Biden: de 604.000 en 2021 a 377.000 en 2022, a 251.000 en 2023, y hasta el nivel inferior a 200.000 en el que nos encontramos ahora.
Mucho de eso son cosas normales de la economía: se está desacelerando porque no puede mantener el ritmo de contratación del boom pospandémico.
Además, las elevadas tasas de interés han frenado la inflación, pero también la contratación. La preocupación por la ralentización de la economía ha hecho reflexionar a los empresarios, que están reduciendo la contratación. Menos trabajadores abandonan su empleo por miedo a no encontrar otro.
Todo esto significa que el mercado laboral sigue en el filo de la navaja: la Reserva Federal comenzará a recortar las tasas de interés en un par de semanas para ayudar a impulsar la economía. Pero estamos a solo uno o dos malos informes de empleo de una narrativa muy diferente sobre el estado de la economía de Estados Unidos.