(CNN) – La nave espacial Europa Clipper superó este lunes un hito clave y está en camino de despegar el mes que viene para explorar y buscar indicios de habitabilidad en una de las lunas de Júpiter, según la NASA. La ventana de lanzamiento para su viaje se abre el 10 de octubre.
La misión superó el Punto de Decisión Clave E, una etapa crítica de planificación de la que depende que la misión siga adelante con el lanzamiento. La aprobación supuso un alivio para el equipo de Europa Clipper tras el descubrimiento en mayo de un posible problema con los transistores de la nave.
Los transistores ayudan a controlar el flujo de electricidad del vehículo, y los ingenieros estaban preocupados por la supervivencia de los componentes en el duro entorno de radiación de Júpiter.
Fueron sometidos a pruebas exhaustivas durante cuatro meses en el Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA en Pasadena, California, el Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins en Laurel, Maryland, y el Centro Goddard de Vuelos Espaciales de la NASA en Greenbelt, Maryland.
El equipo pudo completar a tiempo las pruebas necesarias, lo que evitó un retraso de 13 meses en el lanzamiento para explorar Europa, un mundo cubierto de hielo que podría albergar vida en su océano salado subterráneo. Europa Clipper transporta 10 instrumentos científicos que podrían determinar si es posible la vida en otro lugar de nuestro sistema solar además de la Tierra.
El lanzamiento de Europa Clipper fue aprobado sin cambios en el plan de misión, los objetivos o la trayectoria.
“Es la última gran revisión antes de que entremos en el fervor de los lanzamientos, y estamos muy contentos de decir que hoy se ha superado esa revisión de forma inequívoca”, declaró Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, durante una rueda de prensa celebrada este lunes.
Resolver el problema de la radiación
En mayo, el fabricante de los transistores alertó al equipo de la misión de que las piezas podrían no ser tan resistentes a la radiación como se creía. Los transistores están repartidos por toda la nave.
Júpiter es el planeta más grande de nuestro sistema solar y tiene un campo magnético 20.000 veces más potente que el de la Tierra. Este campo magnético atrapa partículas cargadas y las acelera a gran velocidad. Las partículas en rápido movimiento liberan energía en forma de radiación intensa que bombardea Europa y las otras lunas más cercanas de Júpiter.
Cualquier nave espacial que se dirija a Júpiter necesita componentes electrónicos resistentes a la radiación.
“Júpiter está envuelto en más radiación que cualquier otro planeta de nuestro sistema solar, y esa es una de las razones por las que explorar el sistema de Júpiter es tan difícil”, explica Jordan Evans, director del proyecto Europa Clipper en el JPL.
“Europa se encuentra cerca del borde exterior de la peor parte de ese cinturón de radiación”, añadió. “Volar cerca de Europa nos expone a este alto flujo de partículas dañinas, por lo que los ingenieros de la misión y Europa Clipper necesitan estar seguros de que los componentes de la nave espacial pueden sobrevivir a ese entorno de radiación durante la duración de nuestra misión de cuatro años”.
Los datos de anteriores misiones de la NASA a Júpiter, incluida la sonda Juno que actualmente estudia el planeta y algunas de sus lunas, se utilizaron para validar el proceso de prueba de los transistores, explicó Evans.
Las pruebas se llevaron a cabo las 24 horas del día desde mayo, y en ellas se simularon las condiciones de un vuelo espacial para ver cómo se comportarían la nave y sus componentes cuando el vehículo realice 49 sobrevuelos de Europa y, en última instancia, 80 órbitas alrededor de Júpiter en un periodo de cuatro años.
El equipo determinó que los transistores pueden autorrepararse entre un sobrevuelo y otro.
“Hemos llegado a la conclusión, después de todas estas pruebas, que durante nuestras órbitas alrededor de Júpiter, aunque Europa Clipper se sumerja en el entorno de radiación, una vez que salga, sale el tiempo suficiente para dar a esos transistores la oportunidad de repararse y recuperarse parcialmente entre los sobrevuelos”, dijo Evans.
Un monitor de radiación instalado en la nave permitirá al equipo comprobar la evolución de los transistores.
“Personalmente, tengo mucha confianza en que podamos completar la misión original de exploración de Europa según lo previsto”, declaró Evans.
Exploración de un mundo oceánico
Cuando Curt Niebur, científico del programa Europa Clipper, empezó a trabajar en la NASA en 2003, se enfrentó a la tarea de impulsar una misión a Europa. Cada año, el esfuerzo para diseñar y construir Europa Clipper parecía más difícil, dijo.
“No ha habido un año más difícil que este y, sobre todo, el verano pasado”, dijo Niebur. “Pero a pesar de todo, nunca dudamos de que iba a merecer la pena. Es una oportunidad para explorar, no un mundo que podría haber sido habitable hace miles de millones de años, sino un mundo que podría ser habitable hoy - una oportunidad para hacer la primera exploración de este nuevo tipo de mundo que hemos descubierto muy recientemente llamado un mundo oceánico que está totalmente inmerso y cubierto en un océano de agua líquida completamente diferente a todo lo que hemos visto antes. Eso es lo que nos espera en Europa”.
Europa Clipper no es una misión de detección de vida, añadió Niebur.
Los objetivos clave de la misión se centran en averiguar si en Europa se dan los ingredientes adecuados para albergar vida tal y como la conocemos: agua, energía y química. Y sin ningún instrumento científico que pueda determinar directamente la existencia de vida, Clipper no puede encontrar pruebas concluyentes de ello, dijo.
“Puedes apostar tu último dólar a que si Europa Clipper nos dice que sí, que esos ingredientes están ahí, vamos a estar llamando a la puerta, luchando por una segunda misión para ir en busca de vida”, dijo Niebur.
Europa Clipper será clave para ayudar a la NASA a determinar dónde enviar misiones de seguimiento, como por ejemplo a partes de la corteza de hielo que puedan ser delgadas y donde el agua del océano subterráneo podría brotar, dijo Laurie Leshin, directora del JPL.
“Si llegamos allí y hacemos esta investigación, y la buena noticia es que tiene todos los ingredientes y es habitable, lo que significa es que hay dos lugares en un sistema solar que tienen todos los ingredientes para la vida que son habitables ahora mismo, al mismo tiempo”, dijo Niebur.
“Piensa en lo que eso significa cuando extiendes ese resultado a los miles de millones y miles de millones de otros sistemas solares de esta galaxia”, añadió. “Dejando a un lado la cuestión de si hay vida en Europa, solo la cuestión de la habitabilidad en sí misma abre un nuevo y enorme paradigma para la búsqueda de vida en la galaxia”.