(AP) – Un tribunal militar en Congo dictó sentencias de muerte este viernes a 37 personas, incluidos tres estadounidenses, tras condenarlas por participar en un intento de golpe de Estado.
Los acusados, que también incluían a un británico, un belga, un canadiense y varios congoleños, pueden apelar el veredicto por cargos, que incluían terrorismo, homicidio y asociación criminal. 14 personas fueron absueltas en el juicio, que comenzó en junio.
Seis personas murieron durante el fallido intento de golpe liderado por el poco conocido opositor Christian Malanga en mayo, que tenía como objetivo el palacio presidencial y un aliado cercano del presidente Felix Tshisekedi. Malanga fue abatido a tiros mientras resistía el arresto poco después de transmitir en vivo el ataque en sus redes sociales, de acuerdo con el ejército de Congo.
El hijo de 21 años de Malanga, Marcel Malanga, quien es ciudadano estadounidense, y otros dos estadounidenses fueron condenados por el ataque. Su madre, Brittney Sawyer, ha dicho que su hijo es inocente y simplemente seguía a su padre, quien se consideraba presidente de un gobierno en la sombra en el exilio.
Los otros estadounidenses eranTyler Thompson Jr., quien voló a África desde Utah con Marcel Malanga para lo que su familia creía que era unas vacaciones, y Benjamin Reuben Zalman-Polun, de 36 años, quien se informa que conocía a Christian Malanga a través de una empresa minera de oro.
La empresa se estableció en Mozambique en 2022, según un diario oficial publicado por el Gobierno de Mozambique y un informe del boletín Africa Intelligence.
La familia de Thompson sostiene que él no tenía conocimiento de las intenciones de Christian Malanga, no tenía planes de activismo político y ni siquiera planeaba entrar en el Congo. Él y los Malanga solo debían viajar a Sudáfrica y Esuatini, dijo la madrastra de Thompson.
La lectura del veredicto y la sentencia ante el tribunal militar al aire libre fueron transmitidas en vivo por televisión.
El mes pasado, el fiscal militar, el teniente coronel Innocent Radjabu, pidió a los jueces que condenaran a muerte a todos los acusados, excepto a uno que sufre de “problemas psicológicos”.
A principios de este año, el Congo reinstauró la pena de muerte, levantando una moratoria de más de dos décadas, mientras las autoridades luchan por frenar la violencia y los ataques militantes en el país.