El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y el primer ministro británico, Keir Starmer, hablan con los periodistas antes de participar en una reunión bilateral en la Oficina Oval de la Casa Blanca el 10 de julio.

(CNN) – El presidente Joe Biden está dando señales de una nueva apertura para permitir que Ucrania dispare misiles proporcionados por Occidente a objetivos en el interior de Rusia, y planea discutir el asunto con su nuevo homólogo británico, Keir Starmer, en la Casa Blanca este viernes.

Antes de la reunión, funcionarios estadounidenses dijeron que no esperaban que Biden aprobara de inmediato permitir que los Sistemas de Misiles Tácticos del Ejército de EE.UU. —conocidos como ATACMS— se lancen contra objetivos dentro de Rusia lejos de la frontera ucraniana.

Pero al igual que EE.UU., el Reino Unido ha enviado sus propios misiles de largo alcance Storm Shadow a Kyiv. Su uso, junto con el uso de armas similares de Francia, actualmente está limitado dentro de Ucrania, y cualquier cambio requerirá la aprobación de EE.UU., un tema para discutir en las conversaciones de este viernes.

El presidente ha resistido durante mucho tiempo los pedidos de los funcionarios ucranianos para aliviar las restricciones sobre las armas. Pero a medida que la guerra se prolonga, y mientras EE.UU. observa con creciente preocupación cómo Irán suministra misiles balísticos a Rusia, se han llevado a cabo intensas discusiones en la Casa Blanca sobre un posible cambio.

“Estamos resolviendo eso ahora mismo”, dijo Biden cuando se le preguntó esta semana si permitiría que los misiles de largo alcance proporcionados por Occidente apunten a sitios militares como aeródromos, lanzadores de misiles, tanques de combustible y depósitos de municiones dentro de Rusia. The New York Times, citando a funcionarios europeos, informó que Biden parece estar a punto de despejar el camino para que Ucrania use misiles de largo alcance siempre que no use armas proporcionadas por EE.UU.

Dentro de la administración Biden, el debate ha enfrentado a algunos funcionarios que apoyan la flexibilización de las restricciones contra otros que parecen más escépticos, cautelosos tanto por el riesgo de escalada como por la utilidad de tal movimiento.

Algunas evaluaciones muestran que Rusia ya ha movido sus activos, particularmente los puntos de lanzamiento de bombas planeadoras, actualmente la mayor amenaza para las tropas ucranianas en la región fronteriza de Kursk, fuera del alcance de los misiles de largo alcance.

Y aunque los funcionarios estadounidenses han tenido discusiones continuas sobre el uso de misiles de largo alcance por parte de Ucrania con sus homólogos ucranianos y británicos, los funcionarios estadounidenses dijeron que el tema no estaba destinado a ocupar la mayor parte de la reunión del viernes entre Biden y Starmer, a pesar del gran interés en el tema en los últimos días.

Los dos líderes estaban ansiosos por discutir una cantidad de temas, mientras Starmer comienza a asentarse en el puesto, dijo un funcionario estadounidense.

El Consejo de Seguridad Nacional el jueves se negó a comentar si Biden se estaba preparando para dar luz verde al uso de los misiles Storm Shadow del Reino Unido en territorio ruso.

Para Starmer, quien es primer ministro como resultado de la victoria aplastante de su Partido Laborista en las elecciones generales a principios de julio, la reunión es una oportunidad para desarrollar aún más una importante relación global. Él y Biden también se reunieron al margen de una cumbre de la OTAN en Washington durante el verano boreal.

Esa reunión tuvo lugar una semana después de la elección de Starmer como primer ministro y dos semanas antes de que Biden se bajara de la carrera para la reelección. Starmer, según personas familiarizadas con el asunto, solicitó otra reunión cara a cara con Biden antes de que dejara el cargo en un intento de forjar lazos entre las dos naciones, con preguntas sobre cómo podría ser la relación especial después de las elecciones estadounidenses de noviembre.

No se esperan anuncios tras las conversaciones, dijeron personas familiarizadas con el asunto, y los funcionarios han dicho que los cambios de política sobre las armas estadounidenses no son inminentes.

Aun así, el hecho de que la conversación sobre armas de largo alcance esté ocurriendo es una indicación de cómo la dinámica estancada en el campo de batalla está haciendo que los líderes occidentales reconsideren su enfoque.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, dijo a los periodistas el jueves que si los países permiten que Ucrania use misiles de largo alcance para atacar a Rusia implica una definición sorbe si los países de la OTAN van a involucrarse directamente en el conflicto militar.

Si las naciones occidentales deciden permitir que Ucrania use sus armas de largo alcance, Putin dijo: “Esto significará que los países de la OTAN, Estados Unidos y los países europeos, están en guerra con Rusia”.

Los principales diplomáticos estadounidenses y británicos viajaron a Kyiv esta semana y escucharon nuevas súplicas del presidente ucraniano Volodymyr Zelensky para permitir que su ejército dispare armas de largo alcance a sitios militares rusos.

Los funcionarios estadounidenses argumentan que constantemente reevalúan su enfoque basado en las condiciones del campo de batalla. Aunque EE.UU. ha cambiado su política para permitir ataques limitados a través de la frontera en Rusia utilizando armas proporcionadas por EE.UU., la administración aún no ha permitido ataques de mayor alcance.

Cuando se le preguntó sobre las preocupaciones de escalada, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, dijo el miércoles que son un factor, pero “ciertamente no el único factor, y no es necesariamente un factor decisivo”.

“Desde el primer día, como me han escuchado decir, hemos ajustado y adaptado a medida que las necesidades han cambiado, a medida que el campo de batalla ha cambiado, y no tengo ninguna duda de que continuaremos haciendo eso a medida que esto evolucione”, dijo Blinken en una conferencia de prensa en Kyiv con el ministro de Relaciones Exteriores de Ucrania, Andrii Sybiha, y el secretario de Relaciones Exteriores del Reino Unido, David Lammy.

La revelación de que Irán ha estado proporcionando misiles balísticos a Rusia ha cambiado el debate sobre las capacidades de Ucrania, dijo Lammy.

Otros altos funcionarios estadounidenses han sonado más escépticos. La semana pasada, el secretario de Defensa, Lloyd Austin, rechazó la noción de que levantar las restricciones y golpear más profundamente en Rusia es una solución mágica, diciendo que “no hay una capacidad que, por sí sola, sea decisiva en esta campaña”.

“Hay muchos objetivos en Rusia, un país grande, obviamente”, dijo Austin en una reunión del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en Alemania el viernes. “Y hay mucha capacidad que Ucrania tiene en términos de (vehículos aéreos no tripulados) y otras cosas para abordar esos objetivos”.

Un funcionario estadounidense dijo que la administración ve los ataques de largo alcance de Ucrania en Crimea y la flota naval de Rusia allí como un uso mucho más efectivo de los ATACMS, y una estrategia que ha estado dando resultados significativos en los últimos meses.

El Departamento de Defensa tiene un stock limitado de los sistemas de largo alcance, dijo el funcionario, por lo que EE.UU. ha estado tratando de persuadir a Ucrania para que los use con el máximo efecto posible en lugar de en objetivos dispersos en Rusia que EE.UU. considera de poco valor estratégico.

Un funcionario estadounidense separado dijo que esperan que Rusia continúe moviendo activos fuera del alcance de los sistemas de largo alcance y señaló que “varios cientos” de ATACMS han sido transferidos a Ucrania “y Ucrania ha usado la mayoría de ellos”.

A pesar de esas reservas, un coro creciente de voces en Washington está pidiendo que se levanten las restricciones. Los principales demócratas en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, incluido su presidente, el senador Ben Cardin de Maryland, y la senadora Jeanne Shaheen de New Hampshire, han dicho que las restricciones deberían aliviarse para proporcionar a Ucrania una mejor oportunidad de éxito.

“A la luz de los ataques cada vez más horribles de Putin a objetivos civiles, es hora de levantar las restricciones sobre el uso de armas de largo alcance proporcionadas por EE.UU. para permitir que Ucrania alcance objetivos militares rusos de alto valor”, dijo Shaheen.

A principios de la semana, el caucus bipartidista del Congreso sobre Ucrania pidió a Biden que permitiera a Ucrania atacar objetivos dentro de Rusia con las armas de largo alcance.

“A menos que se levanten estas restricciones, Ucrania seguirá luchando para lograr la victoria en su lucha por defender su soberanía y su pueblo. El pueblo ucraniano seguirá sufriendo muertes, pérdidas y dificultades innecesarias mientras Rusia capitaliza esta política y escala sus bombardeos en toda Ucrania”, escribieron los legisladores bipartidistas.

Un grupo de republicanos clave de la Cámara también instó a Biden a aliviar las restricciones en una carta el lunes. Y en una carta abierta separada, 17 exfuncionarios de seguridad nacional, incluidos exembajadores de EE.UU. en Ucrania y altos comandantes militares, pidieron a Blinken y Lammy que “actúen con rapidez”.

“Un cambio de política no puede llegar lo suficientemente pronto”, escribieron.