(Reuters) – Cientos de personas, en su mayoría mujeres, se concentraron este sábado en ciudades de Francia en apoyo a Gisèle Pélicot, una mujer cuyo marido está siendo juzgado, acusado de drogarla y reclutar a decenas de desconocidos para violarla durante casi una década, en un caso que ha conmocionado al país.
Asociaciones feministas convocaron una treintena de concentraciones en ciudades que van de Marsella a París, donde en la plaza de la República se podían leer pancartas como “Apoyo a Gisèle”, “La vergüenza debe cambiar de lado” o “Víctimas les creemos”.
Fue su decisión renunciar a un juicio privado e insistir en un juicio público, que se extenderá hasta diciembre, para alertar al público sobre el abuso sexual y los desmayos inducidos por drogas, dijeron sus abogados.
“Agradecemos mil veces su enorme valentía”, dijo la feminista Fatima Benomar de la asociación “Coudes a Coudes” a BFM TV, agregando que las reuniones también eran para rendir homenaje a todas las víctimas de violación.
Dominique Pélicot, de 71 años, está acusado de violar repetidamente y reclutar a extraños para abusar de su esposa fuertemente sedada en la casa de la pareja durante una década.
Inicialmente debía testificar esta semana, pero finalmente fue excusado por problemas de salud. Se espera que testifique el lunes, siempre que esté en condiciones de hacerlo.
Los fiscales dijeron que Pélicot ofrecía sexo con su esposa en un sitio web y filmaba el abuso. Otros cincuenta hombres acusados de participar en el abuso también están en juicio.
La abogada de Pélicot, Beatrice Zavarro, declaró a los medios franceses que Pélicot admite sus crímenes. Algunos de los otros acusados han admitido su culpabilidad, mientras que otros dicen que pensaban que la esposa se había hecho la dormida, según los medios franceses.
Cada uno de ellos se enfrenta a una pena de hasta 20 años de cárcel si es declarado culpable.