(CNN) – Soldados de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) realizaron una redada y ordenaron el cierre de la oficina de Al Jazeera en Ramala, en la Ribera Occidental ocupada, según informó la cadena.
Este domingo temprano, Al Jazeera emitió imágenes en vivo de la entrada de soldados israelíes en sus oficinas de Ramala, que captaron en vivo las reacciones del jefe de la oficina, Walid Omary, y de miembros del personal.
Durante el video difundido por Al Jazeera, se oye a un soldado informar a Omar de la orden militar de cerrar la oficina de Al Jazeera durante 45 días.
Al leer en vivo la orden militar que le habían dado, Omary dijo que los miembros del personal sólo tenían diez minutos para tomar sus efectos personales y cámaras y desalojar la oficina.
Cuando Omary preguntó a los soldados israelíes por qué se cerraba la oficina, le dijeron que la razón estaba en la orden militar escrita.
Un guardia de seguridad que estaba de turno en ese momento declaró a CNN que los soldados utilizaron explosivos para forzar la entrada del edificio.
“Me pesaban los ojos y estaba casi dormido cuando de repente vi que rompían la puerta principal”, dijo Abu Amer. “Me levanté para ver qué hacían. Lanzaron la primera bomba y luego la segunda”.
“Intenté huir hacia las escaleras y alejarme de ellos. Estaba muy asustado”.
La oficina de Al Jazeera en Ramala funciona desde hace décadas. Se hizo aún más esencial para la cadena después de que Israel cerrara su oficina de Jerusalén y se incautara de parte de su equipo de comunicación en mayo, lo que provocó la condena de Naciones Unidas y de grupos de defensa de los derechos por lo que consideraron medidas del primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, para restringir la libertad de prensa.
CNN observa graves daños
Después de que el personal de Al Jazeera abandonara la oficina de Ramala, imágenes en vivo mostraron a Omary y a otras personas en la calle, mientras el periodista afirmaba que los soldados habían tomado la oficina y estaban confiscando material.
Poco después, cuando los soldados israelíes se acercaron a Omary, se cortó la señal de video en vivo, y se pudo escuchar a Omary decir que los soldados se habían llevado la cámara y el equipo de emisión que el equipo estaba utilizando.
En el lugar de los hechos, CNN encontró grandes daños en el exterior y el interior del edificio “City Center”, que también alberga varias tiendas y otras oficinas. Varios escalones de acceso al edificio estaban dañados y faltaban baldosas, mientras que la puerta principal había desaparecido por completo.
La entrada al espacio de trabajo de Al Jazeera se selló completamente con puertas de hierro que, según declaró el guardia de seguridad a CNN, fueron instaladas por el ejército israelí. También faltaban tres cámaras de circuito cerrado de televisión, confiscadas por soldados israelíes.
Al Jazeera condenó lo que calificó de “acto criminal de las fuerzas de ocupación israelíes” y las “acusaciones infundadas” utilizadas por los israelíes para justificar la redada y el cierre.
“El asalto a la oficina y la incautación de nuestros equipos no es sólo un ataque a Al Jazeera, sino una afrenta a la libertad de prensa y a los principios mismos del periodismo”, declaró la cadena en un comunicado.
La Asociación de la Prensa Extranjera (FPA, por sus siglas en inglés), que representa a la prensa extranjera en Israel y los territorios palestinos, se declaró “profundamente preocupada” por lo que calificó de “escalada que amenaza la libertad de prensa”. La FPA pidió al gobierno israelí que reconsiderara la decisión.
El Gobierno de Israel lleva tiempo quejándose de las operaciones de Al Jazeera, alegando parcialidad antiisraelí y acusando a la cadena de ser “portavoz de Hamas”.
La cadena de noticias con sede en Qatar, que ha realizado reportajes sobre el terreno de la guerra de Israel contra Hamas en Gaza, lo niega. Varios de sus periodistas han muerto o han resultado heridos desde que comenzó la ofensiva en Gaza tras los atentados del 7 de octubre.