(CNN Español) –– Durante más de dos semanas, el expresidente del Gobierno de España, José Luis Rodríguez Zapatero, ha sido el protagonista de varios rumores que lo situaban como posible mediador de la salida del candidato presidencial Edmundo González de Venezuela. Esta es una versión que él mismo confirmó este martes tras varias semanas sin pronunciarse al afirmar que “participé en una tarea de facilitación para su venida a España”.
“Pueden ustedes comprender que conozco todo lo que ha sucedido, y pueden ustedes comprender que me debo a las personas que han participado”, justificaba el exmandatario español ante los medios de comunicación para no dar más detalles de esa mediación minutos antes de participar en un acto donde se presentaba el libro “La democracia y sus derechos”, en el Ateneo de Madrid. “Es un derecho y un deber el mantener discreción y lealtad a las personas que han permitido que facilite esa tarea”.
Además, argumentó que seguirá manteniendo un perfil discreto respecto a su labor de mediador dado que “el futuro puede determinar, puede requerir que realice alguna otra tarea en esa difícil situación que tiene Venezuela”.
Conocedor de las críticas que tradicionalmente le ha valido su posición de mediador con Venezuela, Rodríguez Zapatero defendió que dedica sus esfuerzos a lograr que Venezuela “recobre esperanza, tenga futuro”, objetivo que pretende alcanzar “a través del diálogo, de los consensos y de una solución pacífica”.
“Todo lo que hemos construido en democracias, en sociedad ilustradas, en posibilidades de futuro, se ha hecho con el diálogo. No voy a renunciar a esa posición”, aseveró.
Cuando se le consultó sobre si el Gobierno español debería reconocer a González Urrutia como presidente electo, tal y como el Parlamento y el Senado han instado en días anteriores, el expresidente apuntó que esa es una decisión que debe tomar el propio ejecutivo.
Zapatero fue recibido entre protestas
Minutos antes de que llegara, un pequeño grupo de manifestantes esperaba al expresidente a unos pocos metros de la entrada del Ateneo de Madrid. Portando algunas pancartas con su rostro y con mensajes críticos escritos en ellos, los reunidos coreaban algunas consignas en las que acusaban a Rodríguez Zapatero de actuar en connivencia con el Gobierno de Nicolás Maduro.