(CNN) –– Más de un tercio de los niños de todo el mundo tenían miopía en 2023, y esta proporción aumentará a casi el 40% en 2050, según una nueva investigación.
La miopía es una afección ocular en la que los objetos cercanos se ven nítidos, pero los distantes se ven borrosos. En los últimos 30 años, la prevalencia de la miopía entre niños y adolescentes aumentó significativamente (del 24% en 1990 a casi el 36% en 2023), según el artículo publicado este martes en el British Journal of Ophthalmology.
Investigadores de la Universidad Sun Yat-sen en Guangzhou, China, llegaron a sus conclusiones tras analizar los resultados de 276 estudios que involucraron a más de 5,4 millones de niños y adolescentes en 50 países de los seis continentes.
Si bien este aumento fue en gran medida gradual, hubo un pico notable después de la pandemia de covid-19, dicen los investigadores, quienes también notaron disparidades regionales.
“La miopía se ha convertido en un importante problema de salud pública en la actualidad, y hay evidencia sorprendente que muestra un rápido aumento en su prevalencia, especialmente en países del sudeste asiático como Singapur, China y Taiwán”, según el documento, que encontró que los niños del este de Asia tenían la tasa más alta de miopía, un 35%, más del doble de la tasa de sus pares occidentales.
Esto podría deberse en parte al hecho de que los niños del este de Asia comienzan la educación formal a la edad de 2 o 3 años, antes que los niños de otras regiones, dicen los investigadores.
Japón encabezó la lista, con un 86% de niños con miopía. Corea del Sur tuvo la segunda tasa más alta, un 74%.
A nivel mundial, los niños de las zonas urbanas tienen tasas más altas de miopía que los de las zonas rurales, mientras que las niñas tienen una probabilidad ligeramente mayor que los niños de sufrir esta enfermedad.
Los investigadores enfatizaron que los niños pequeños eran más vulnerables a los factores ambientales que los adultos, y dijeron que “esto es particularmente significativo para los niños en edad preescolar, ya que están en un período crítico de desarrollo visual caracterizado por una alta plasticidad”.
De cara al futuro, los investigadores pronostican que la prevalencia de la miopía seguirá aumentando entre niños y adolescentes, y alcanzará el 36,6% en 2040 y el 39,8% en 2050.
Sin embargo, existen cosas que los padres pueden incentivarles a sus hijos para proteger su visión.
Los investigadores recomiendan que los jóvenes “desarrollen el hábito de practicar regularmente medidas de protección ocular”.
“Los estudiantes también deberían aumentar la cantidad de tiempo que le dedican a la actividad física y disminuir el tiempo de otras actividades menos productivas, como mirar televisión y videos, jugar juegos de computadora y navegar por Internet”, dijeron los investigadores, quienes les pidieron a los funcionarios que reduzcan la carga de tareas y tutorías de los estudiantes y que promuevan los exámenes de la vista, la detección temprana y el tratamiento.
Estas recomendaciones fueron compartidas por el Dr. Benjamin Botsford, oftalmólogo de la Facultad de Medicina Chan de UMass, en un artículo para The Conversation en junio.
La progresión de la miopía en los niños se puede frenar tomando descansos y evitando pasar horas frente al teléfono o la computadora, escribió.
Limitar el tiempo de lectura de cerca fuera de la escuela (frente a una pantalla o no) puede ayudar a retrasar la progresión de la miopía en los niños, añadió.
El tiempo prolongado frente a una pantalla puede causar fatiga visual y sequedad. Botsford sugirió seguir la “regla 20-20-20”.
“Toma descansos de 20 segundos cada 20 minutos para mirar a 20 pies (6 metros) de distancia de su dispositivo. Concéntrate en relajar los ojos y parpadear. El uso ocasional de lágrimas artificiales, que se pueden comprar sin receta en las farmacias, puede ayudar a tratar el ojo reseco”, dijo.
Botsford también advirtió que pasar tiempo al aire libre es bueno para los ojos y afirma que “se ha correlacionado con una menor incidencia de miopía en la infancia”.