(CNN) – Mientras caminaba de vuelta a su ciudad natal junto a su querida perra Savannah tras siete años de viaje, el aventurero Tom Turcich, de Nueva Jersey, no podía estar más esperanzado sobre el futuro.
El 21 de mayo de 2022, Turcich y su compañera de cuatro patas fueron recibidos con una gran fiesta de bienvenida en Haddon Township. Turcich se convirtió oficialmente en la décima persona de la que se tiene constancia que ha dado la vuelta al mundo a pie, y Savannah se adjudicó el título de primera perra en hacerlo.
Durante el viaje, la pareja recorrió junta seis continentes y 38 países, entre ellos Chile, Panamá y Kazajstán.
Compañera constante
“El final fue increíble”, cuenta Turcich a CNN Travel, relatando cómo amigos, familiares y personas de buena voluntad acudieron a recibirlos.
“Porque básicamente era la mitad de mi vida dedicada a esa idea de dar la vuelta al mundo y por fin realizarla… Cruzar la línea de meta, fue como el paraíso”.
Turcich contó anteriormente que las muertes de sus amigas, Anne Marie, que falleció en un accidente de moto acuática, y Shannon, que murió en un accidente automovilístico, habían sido un catalizador para su viaje, y se sintió emocionado al ver a sus padres entre las personas que le deseaban lo mejor.
“Tener allí a los padres de Anne Marie y Shannon fue realmente especial”, añade.
Turcich se sintió realizado durante los tres meses siguientes, mientras asimilaba su increíble logro. “Era como si estuviera en un resplandor”, dice. “Y todo era perfecto”.
Pero cuando ese increíble momento empezó a desvanecerse, Turcich empezó a darse cuenta de que una parte tan importante de su vida había terminado, y rápidamente se encontró en su punto más bajo.
“Me di cuenta cuando caminaba hacia el parque con Savannah”, dice. “De que todo sigue adelante. La vida. Esto que había sido mi vida para siempre se había acabado. Pero entonces la vida siguió adelante, y puedes simplemente vivir la vida sin este propósito mayor. Y entonces se hizo realmente difícil”.
Turcich, a quien se ha comparado con Forrest Gump, el personaje interpretado por Tom Hanks en la película de 1994, comprendió que tendría que seguir adelante y continuar haciendo “cosas que no significan tanto como lo hizo para mí la caminata por el mundo”.
“Es realmente desafiante pasar de tener este punto singular en el que centrar todos tus esfuerzos, y luego no tenerlo”, añade.
Según Turcich, las cosas llegaron a un punto crítico cuando se trasladó a Seattle para estar con su compañera Bonnie Snyder, a quien había conocido al final de su viaje, el pasado noviembre.
“Caí probablemente en la primera depresión de mi vida”, dice, describiendo lo perdido que se sentía sin tener un propósito tan claro.
Una pérdida desgarradora
Y justo cuando había conseguido salir de la oscuridad, falleció su querida Savannah.
Turcich recuerda que acababa de volver de unas vacaciones con Snyder, que lloraba la pérdida de su propia perra, Cleo, cuando se enteró de que Savannah estaba gravemente enferma.
Aunque llevaba unos meses sufriendo «ataques» de mala salud, Turcich no estaba preparado para la noticia.
“Sus riñones estaban fallando”, dice. “No podían hacer nada… Tuvieron que sacrificarla”.
Turcich aún está asimilando la pérdida, que siente como el cierre definitivo de un capítulo que ya le costaba dejar atrás.
“Todavía me siento un poco culpable”, dice. “Estuve muy mal el primer mes después. En cierto modo, era mi mejor amiga. Ella es la única otra cosa viva que vivió aquello. Creo que gran parte del dolor es… Pasamos tanto tiempo juntos y pasamos por tantas cosas”.
Después de haber sido el “protector” de Savannah durante el mal tiempo y los “lugares extraños” mientras estaban de viaje, a Turcich le ha resultado difícil aceptar que esta vez no pudo protegerla.
“Pero vivió nueve años estupendos. Estoy agradecido por ello”, añade, recordando cómo Savannah lo animó una y otra vez durante el viaje.
Turcich decidió inicialmente aceptar el reto de dar la vuelta al mundo a pie después de leer sobre Steven Newman, incluido en la lista de Guinness World Records como la primera persona en dar la vuelta al mundo a pie, y el aventurero a pie Karl Bushby, que lleva circunnavegando el globo a pie desde 1998.
Se puso en marcha el 2 de abril de 2015, justo antes de cumplir 26 años, con sólo una carriola de bebé que contenía equipo de senderismo, un saco de dormir, una computadora portátil, una cámara DSLR y un cajón de plástico que utilizó para guardar su comida.
Aunque empezó el viaje solo, Turcich adoptó a Savannah, que entonces era una cachorrita, de un refugio de animales de Austin, Texas, durante la primera etapa de su viaje, en la que caminó desde Nueva Jersey hasta Panamá.
Turcich explica que pensó que tener un compañero canino a su lado que pudiera “vigilar” durante la noche haría toda la diferencia, y sin duda así fue.
Historia de aventuras
En un día normal, la pareja caminaba entre unos 29 a 38 kilómetros.
Los requisitos de los Récords Mundiales Guinness para una circunnavegación a pie son recorrer 18.000 millas (unos 30.000 kilómetros) y cruzar cuatro continentes, que Turcich superó.
Cuando se le pregunta si cree que habría conseguido completar el viaje sin Savannah, Turcich dice que no está seguro.
“No habría sido tan bueno”, dice. “No habría sido tan divertido. No habría podido asimilar tantos momentos… Definitivamente, ella era como la incondicional de la marcha. En retrospectiva, no puedo imaginarme hacerlo sin ella”.
Turcich escribió un libro de memorias “The World Walk” sobre sus experiencias durante el increíble viaje.
Aunque escribir el libro, publicado este mes, fue una experiencia catártica para él, Turcich afirma que su principal objetivo era animar a la gente a ser “un poco más curiosa sobre los lugares y un poco más confiada en el mundo”, y lo más importante, producir una lectura entretenida.
“Quería quitarme el ego de encima y crear un libro que gustara a los lectores”, dice. “Simplemente contar una buena historia de aventuras sobre un tipo y su perro dando la vuelta al mundo”.
Aunque visitó muchos países, hay dos en particular a los que Turcich tiene muchas ganas de volver: Turquía y Georgia.
“Me encantan esos dos países”, dice. “Y creo que las capitales, Tiflis y Estambul, son ambas muy interesantes”.
Turcich afirma que le impresionó enormemente la “joven y vibrante democracia” de Georgia.
“Tienes la sensación de que la gente se preocupa de verdad por su país, y eso proporciona una especie de electricidad”, afirma.
“Esta corriente que lo recorre todo y que no existe en todos los países”.
En cuanto a Turquía, Turcich dice que le encanta el clima, la “confluencia de todas estas culturas” y la comida. “Bonnie nunca ha estado allí”, añade. “Y es una gran aficionada a la comida, así que sé que lo apreciaría”.
La mejor lección
Según Turcich, una de las mayores lecciones que sacó de su aventura fue “lo pequeños e inconsecuentes” que somos todos en el gran esquema de las cosas.
“Creo que antes lo sabía intelectualmente”, dice. “Pero luego sales ahí fuera y ves lo grande que es el mundo. Y cómo estas fuerzas realmente mucho mayores que la fuerza de voluntad y el deseo de cualquiera influyen en la vida de alguien. Cuánto influyen la geografía y la cultura en la vida de alguien. Y te ves reflejado en todos esos lugares y personas diferentes, y te das cuenta de que no eres más que una persona entre todas esas personas”.
Aunque está encantado de haber conseguido el título de décimo hombre en dar la vuelta al mundo a pie, Turcich subraya que ése nunca fue realmente su objetivo.
“Mi caminata por el mundo nunca tuvo que ver con ningún récord ni nada parecido”, afirma. “Era puramente egoísta en el sentido de: ‘Quiero ir a ver el mundo. Quiero experimentar el mundo. ¿Cuál es la mejor forma de hacerlo? Y fue caminando”.
Desde que completó el reto hace más de dos años, se han puesto en contacto con él otras personas que esperan conseguir la misma hazaña.
“Les digo: ‘De acuerdo, es una idea descabellada, pero si realmente estás decidido a ello…’”, dice. “Creo que dar la vuelta al mundo a pie, si realmente quieres hacerlo, es una forma increíble de vivir la vida. Y estoy muy, muy satisfecho con ello. Es una forma estupenda de experimentar el mundo y de cambiar. Si tienes ese fuego dentro de ti para hacerlo, creo que es fantástico. (Pero) definitivamente no es para todo el mundo”.
Turcich ha estado de vacaciones unas cuantas veces desde que regresó, incluidas visitas a Sicilia y Malta con Bonnie, y admite que aún se está acostumbrando a la idea de pasar por destinos durante cortos periodos de tiempo.
“No es tan inmersivo”, dice. “Y tengo la sensación de que me llevo de un sitio más que cuando iba por mi cuenta”.
“Da la sensación de que estás allí con la intención de conseguir algo. ‘Estoy aquí para viajar y experimentar Sicilia, y tengo que tomar el aceite de oliva y la pizza’. Sientes que tienes que sacar algo de allí. Es una forma muy distinta de viajar”.
“Creo que si no has viajado de la otra forma, no te das cuenta”.
Aunque cree que “viajar de cualquier forma” es beneficioso, Turcich está muy agradecido por haber podido viajar despacio y asimilar realmente los destinos que visitó junto a Savannah.
“Creo que viajar despacio es la mejor manera de entender el mundo y de que el mundo te cambie”, afirma, reconociendo que viajar de esta manera puede “no ser alcanzable y realista para todo el mundo”.
Aunque está claro que la muerte de Savannah lo conmocionó profundamente, tras experimentar tanto dolor y tristeza en un espacio de tiempo relativamente corto, Turcich está ansioso por seguir adelante, y espera poder “dejarlo atrás inmediatamente”.
“Estaría bien no tener que lamentarse en cierto modo”, dice. “Y ser simplemente como: ‘Vale, voy a pasar a lo que sigue’.Pero la profundidad del sentimiento que tengo hacia la caminata, hacia Savannah, hacia mis amigos que fallecieron, creo que es lo que me ha impulsado”.
“Y muchas veces, ha sido una gran ayuda para mí. Reflexionar realmente sobre estas cosas, creo que me ha servido de mucho. Así que, aunque no sea especialmente agradable, creo que también habla de lo mucho que me importaban estas cosas cuando estaban cerca”, dijo.
Turcich, que ahora tiene 35 años, y Snyder viven actualmente juntos en Kentucky.
La pareja, que se comprometió recientemente, ha hablado de tener otro perro, y Turcich vuelve a estar entusiasmado con el futuro.
“Es estupenda”, dice Turcich de Snyder. “Realmente formamos una buena pareja”.
Aunque no tiene planes de afrontar un reto tan grande como dar la vuelta al mundo a pie en un futuro próximo, Turcich se ve embarcado en una nueva aventura.
“No sé qué será lo próximo”, dice. “Quizá sea llevar a un perro, un cachorro nuevo, por el Sendero de los Apalaches para adiestrarlo.
Quizá sea escribir otra cosa. Ya veremos qué pasa”.