(CNN) –– Un total de 68 presuntos miembros de pandillas con vínculos de supremacismo blanco fueron acusados en el área de Los Ángeles el miércoles en una operación a gran escala, dijeron los fiscales estatales.
Los miembros de la pandilla Peckerwoods y sus aliados recibieron cargos en una amplia imputación federal, que incluyó acusaciones de crimen organizado, tráfico de armas de fuego, tráfico de drogas y fraude financiero, según los funcionarios.
Los cargos federales anunciados este miércoles no incluían acusaciones de un inminente ataque planeado, pero Martin Estrada, el fiscal estatal para el Distrito Central de California, dijo: “Este grupo tiene como misión planificar ataques contra minorías raciales, étnicas y religiosas (…) No vamos a esperar a la próxima tragedia para tomar medidas”.
Más de 40 de los presuntos miembros y aliados de la pandilla Peckerwoods fueron arrestados el miércoles o ya estaban bajo custodia en lo que fue “una de las mayores redadas en la historia del Departamento de Justicia contra una organización extremista violenta, supremacista blanca y neonazi”, dijo Estrada.
Los arrestos involucraron a varios agentes tácticos del orden público federales y locales, incluido el Grupo de Trabajo Conjunto contra el Terrorismo y recursos traídos del Equipo de Rescate de Rehenes del FBI, dijo previamente una fuente a CNN.
Impulsados por el “odio”
La banda Peckerwoods tiene su base en el Valle de San Fernando de Los Ángeles y es “esencialmente una rama local de la Hermandad Aria”, afirmó Akil Davis, subdirector del FBI a cargo de la oficina de campo de Los Ángeles. Participan en una amplia variedad de actividades delictivas, incluido el tráfico de drogas, el fraude, la violencia y el robo de identidad, indicó el fiscal estatal.
Al aliarse con la Hermandad Aria, los pandilleros locales pueden cometer diversos delitos en el exterior y dar dinero a sus homólogos encarcelados, dijo Estrada. La pandilla también se beneficia de la alianza de la Hermandad con la mafia mexicana, lo que les da “mayor libertad para cometer delitos en el exterior”, agregó Estrada.
“Lo que realmente los distingue, lo que los define, es su odio y su animadversión hacia las minorías raciales, étnicas y religiosas”, dijo Estrada.
Un miembro previamente arrestado hizo amenazas en línea contra judíos y se encontraron mensajes de odio en su casa, detalló Estrada.
La pandilla adopta el nombre Peckerwoods, que Estrada describió como un nombre despectivo usado anteriormente para los caucásicos en el sistema penitenciario.
El grupo muestra su afiliación a la ideología neonazi a través de tatuajes, ropa y en redes sociales, y colecciona parafernalia nazi, incluidas esvásticas y banderas confederadas, dijo Estrada.
Durante la investigación, las agentes del orden público confiscaron grandes cantidades de armas de fuego ilegales, “componentes para fabricar bombas” y decenas de libras de fentanilo, metanfetamina y heroína, informaron las autoridades.
Si son declarados culpables de los cargos, los acusados se enfrentan a una sentencia máxima de cadena perpetua en una prisión federal, según las autoridades.