(CNN) – Caroline Graham Hansen es una de las mejores jugadoras de fútbol del mundo y una de las principales aspirantes al codiciado Balón de Oro, pero aún recuerda lo que sentía por el deporte cuando observaba a su padre verlo por televisión en su casa de Noruega.
“Sinceramente, me parecía muy aburrido”, declaró a CNN Sport, pero todo cambió a los cinco o seis años, cuando tuvo un balón en los pies. “No sé cuándo me enamoré del fútbol, pero recuerdo que no me interesaba mucho a querer jugar todos los días”.
Graham Hansen juega ahora de delantera en el todopoderoso Barcelona Femení, una vida que nunca habría imaginado mientras se desarrollaba como jugadora juvenil en Escandinavia.
“No había muchas chicas jugando cuando yo crecí”, explica, “así que o jugaba con los chicos o no jugaba con nadie. Y cuando eres niño, no creo que pienses tanto en el género, solo quieres jugar con los mejores”.
Puede que jugar en equipos de chicos en ligas masculinas fuera la única forma de que Graham Hansen se iniciara en el fútbol, pero también era un entorno en el que prosperaba, y todos compartían los mismos sueños.
“De mayor iba a jugar en el Barcelona o en uno de los clubes más grandes”, afirma, y añade: “Pero en el bando masculino. Ves a los chicos con los que juegas y que son igual de buenos o un poco mejores. Y si ellos pueden hacerlo, yo también puedo tener este sueño”.
Graham Hansen tiene 29 años y el fútbol femenino se ha transformado a lo largo de su carrera. En 2015, cuando estaba en su segundo año jugando para el Wolfsburgo en Alemania, el Barcelona Femení acababa de convertirse en profesional. Ella se incorporó cuatro años después y recuerda con nitidez cuando se enfundó la camiseta.
“Todavía recuerdo la primera vez que lo hice, fue como: ‘¿Esto es de verdad?”. Recordaba cuando llevaba la camiseta de niña, jugando en el jardín con sus amigos, y añadía: “Es especial porque no hay nada más grande que esto, en mi opinión. Y cada vez que me la pongo, me pellizco porque sé que no va a durar para siempre”.
Durante su etapa en el Wolfsburgo, Graham Hansen ganó ocho trofeos, pero su paso por Alemania se vio empañado por una serie de lesiones de rodilla y pierna que pusieron a prueba su amor por el fútbol. Tuvo que encontrar la manera de sobrellevar los largos periodos de inactividad.
“La clave era encontrar diversión en estar lesionada, ocupar tu mente con algo que te diera alegría porque, de lo contrario, lo que te va a matar es estar sentada viendo a los demás hacer lo que tú querías o se suponía que tenías que hacer”.
Su posterior fichaje por el Barça ha sido liberador porque, según ella, los entrenadores juegan con sus puntos fuertes, permitiéndole correr hacia las rivales y enfrentarse a ellas, sabiendo que está rodeada de un elenco de jugadoras de apoyo repleto de estrellas.
“El Barcelona tiene un estilo de juego muy específico”, añade, “del que es un placer formar parte y supongo que también es un placer para la gente verlo”.
El Barcelona Femení no solo ha demostrado ser el equipo más exitoso de esta generación en Europa, sino también el más popular. En 2022, Graham Hansen marcó el gol de la victoria del Barça sobre su eterno rival, el Real Madrid, en los cuartos de final de la Liga de Campeones disputados en el Camp Nou ante 91.553 espectadores, récord mundial para un partido de fútbol femenino. Volvió a marcar en la semifinal, cuando el Barça batió de nuevo el récord, esta vez con 91.648 espectadores animando.
Graham Hansen afirma que no solo cabe destacar la enorme afluencia de público, sino el nivel de compromiso y apoyo de los aficionados: normalmente, cuando hay una gran multitud en un partido de fútbol femenino, oyes a la gente hablar, pero vivir esa experiencia, en la que durante 90 minutos la gente cantó muy alto, animándote de verdad, fue una experiencia totalmente nueva”.
“No sé cómo explicar esa sensación, aparte de la piel de gallina. Los aficionados del Barça han demostrado que se puede repetir y ahora ves que en toda Europa, los equipos de Inglaterra y Alemania, [también] son capaces de hacerlo”.
La temporada pasada, esos aficionados no dejaron de animar al Barcelona, que ganó cuatro trofeos y todas las competiciones en las que participó. Fue un brillante botín que incluyó un quinto título consecutivo de la Liga F y una tercera Liga de Campeones en solo cuatro temporadas.
Graham Hansen marcó 32 goles en solo 40 partidos y, con 28 asistencias adicionales, lideró a su equipo con un total de 60 anotaciones. Por eso es una de las siete jugadoras de la plantilla de la temporada pasada candidatas al Balón de Oro Féminin, y Graham Hansen cree que la cifra podría haber sido aún mayor.
“Creo que deberíamos haber tenido más jugadoras porque nos vemos todos los días y vemos la calidad”, afirmó.
El Barcelona ha ganado los tres últimos Balones de Oro Femeninos -Alexia Putellas en 2021 y 2022, Aitana Bonmatí en 2023-, pero Graham Hansen asegura que no compiten entre sí por el galardón. En todo caso, el reconocimiento no hace sino confirmar la fuerza y el éxito de lo que sigue siendo un equipo humilde.
“Muchos de las jugadoras vinieron de la nada y siguen teniendo esa mentalidad de: ‘Ok, tenemos buena calidad en el campo, pero tenemos que juntarla y lo que necesitamos es trabajar duro’”.
Saben que la competencia es cada vez más dura y que tendrán que seguir elevando su juego para mantenerse en cabeza, pero Hansen dice que “siempre se puede intentar”. Y pase lo que pase, sabe que ha superado con creces las posibilidades que se le presentaban de joven.
“Creo que no me lo creería”, concluye. “No pensaría que fuera posible jugar en el Barcelona. Ni siquiera tenían equipo cuando yo tenía 13 o 14 años. Parece un sueño que podría haber tenido si hubiera sido un chico y no una chica. Ahora es posible, ¡y es genial!”