(CNN) –– El papa Francisco nombró 21 nuevos cardenales, en un gesto que demuestra una vez más su determinación de remodelar el grupo de eclesiásticos que elegirá a su sucesor.
Francisco, de 87 años, hizo el sorprendente anuncio después de hacer comentarios sobre el creciente conflicto en el Medio Oriente y recordar el aniversario de los ataques del 7 de octubre a Israel.
Entre la nueva lista se encuentra el arzobispo de Teherán, Dominique Mathieu, un misionero belga. La decisión del papa de elegir un cardenal en Irán probablemente sea parte del deseo de Francisco de impulsar el diálogo con el islam y la paz en Medio Oriente.
“Hago un llamado a la comunidad internacional para que ponga fin al espiral de venganza y no se repitan ataques, como el perpetrado por Irán hace unos días, que pueden sumir a esa región en una guerra aún mayor”, dijo el papa antes de anunciar los nuevos cardenales.
“Todas las naciones tienen derecho a existir en paz y seguridad, y sus territorios no deben ser atacados ni invadidos, la soberanía debe ser respetada y garantizada mediante el diálogo y la paz, no el odio y la guerra”.
Francisco también eligió a un obispo ucraniano, Mykola Bychok, quien a sus 44 años se convertirá en el cardenal más joven: reside en Australia, donde atiende a los miembros de la comunidad greco-católica ucraniana en toda Oceanía.
Durante su pontificado, Francisco reformó la composición del organismo que elegirá a su sucesor para hacerlo más representativo de la Iglesia mundial. Desechó la vieja regla no escrita de que los obispos de ciertas diócesis (varias de ellas en Italia) serían automáticamente nombrados cardenales, y en su lugar repartió “sombreros rojos” a las periferias.
Entre los nuevos cardenales anunciados por el pontífice este domingo se encuentran también obispos de Indonesia, Argelia, Japón y Costa de Marfil. Los cardenales serán proclamados formalmente por Francisco el 8 de diciembre. Entre ellos también estarán el arzobispo de Toronto, Frank Leo, y un teólogo británico, el fraile Timothy Radcliffe.
Solo los cardenales menores de 80 años pueden votar en las elecciones papales, aunque todos los cardenales, independientemente de su edad, pueden participar en las cruciales reuniones previas al cónclave, en las que se discute el perfil del futuro papa. Con su última decisión, Francisco ya eligió a la mayoría de los hombres que votarán a su sucesor.
En el momento del anuncio del papa, había 122 cardenales menores de 80 años con capacidad de voto en un futuro cónclave. La ley eclesiástica limita técnicamente el número de cardenales a 120, pero los papas anteriores también han superado esa cifra.
Los cardenales ocupan el segundo lugar en la jerarquía eclesiástica, después del papa, ocupan altos cargos en el Vaticano y son los principales asesores del papa. Francisco ha dicho en repetidas ocasiones a los cardenales que deben ver su papel como una oportunidad para servir, en lugar de actuar como “príncipes”. Los cardenales visten túnicas de color rojo escarlata para simbolizar su disposición a derramar su sangre por la fe católica.
En su discurso, el papa recordó también el inminente aniversario de los atentados del 7 de octubre, pidió la “liberación inmediata” de los rehenes en Gaza y lamentó que Medio Oriente se haya visto “sumido en un sufrimiento cada vez mayor, con acciones militares destructivas que siguen afectando a la población palestina”. Pidió un “cese del fuego en todos los frentes, incluido el Líbano”.