La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, habla durante una reunión con el ministro de Relaciones Exteriores de Venezuela, Yvan Gil (fuera de cuadro) y miembros del cuerpo diplomático acreditado en Venezuela en el Ministerio de Relaciones Exteriores en Caracas el 8 de agosto de 2024. Crédito: FEDERICO PARRA/AFP/Getty Images

(CNN Español) – El presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, no objetó la visita a ese país de la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, el 19 de enero de 2020, pese a conocer del viaje con antelación a través del entonces ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. Esta es una de las conclusiones del nuevo informe de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) sobre el caso Koldo, una trama de posible corrupción que salpica a un exministro del anterior Gobierno y que investiga presuntas irregularidades en la adjudicación de contratos valorados en € 54 millones (más de US$ 58,8 millones) para la compra de material sanitario durante la pandemia de coronavirus.

CNN se comunicó con el Departamento de Información Internacional del Gobierno solicitando una reacción oficial al informe de la UCO y está a la espera de una respuesta.

Desde Roma, donde se encontraba la semana pasada, Sánchez dijo que “a diferencia de lo que ha ocurrido en épocas pasadas, con mi Gobierno si hay algún caso de corrupción tendrá que ser la justicia y las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado quien lo determine, no va a haber impunidad. Quien la haga, la paga”, reseñó el viernes la agencia Efe.

El documento de la Guardia Civil detalla cómo uno de los principales implicados en la supuesta trama, el empresario Víctor Aldama ejerció de mediador entre Madrid y Caracas, en una relación que, al parecer, tenía como interlocutores al exministro Ábalos y a la vicepresidenta Rodríguez. La investigación de la Guardia Civil incluye fragmentos de las comunicaciones que Aldama mantenía con Rodríguez a través de la aplicación Threema sobre asuntos delicados, incluyendo cuestiones relacionadas con la compraventa de oro venezolano.

De acuerdo con los investigadores, Aldama orquestó la visita de Delcy Rodríguez a España presentándola como un viaje de interés para el Ministerio que entonces dirigía Ábalos, quien informó al presidente del Gobierno con el siguiente mensaje, según se recoge en el documento de la investigación: “Y para acabar de molestarte, la vicepresidente de VENEZUELA viene en privado el lunes y quiere verme discretamente como continuación del encuentro que tuve con el ministro de Comunicación (que es su hermano)’’. A lo que Sánchez responde: “Bien’’. En ese mensaje Ábalos también resalta que se estaba logrando el cobro de deudas de empresas españolas en Venezuela, aunque el informe de la UCO subraya que la unidad no tiene constancia del cobro de la referida deuda. Posteriormente, Ábalos comparte el intercambio con Sánchez en una conversación con su asesor Koldo García, otro de los implicados en la trama, y hace notar que “Ya ves que no me ha dicho nada, pero al menos no me pone pegas’’ en referencia a la respuesta del presidente.

CNN contactó al bufete de José Antonio Choclán, defensor de Aldama, donde dijeron que, por el momento, no harán declaraciones al respecto porque su defendido ingresó en prisión y es esa la situación que están priorizando.

El informe de la UCO recoge una agenda inicial del viaje de Delcy Rodríguez, que incluía numerosas reuniones, así como almuerzos y cenas en reservados de restaurantes con la supuesta asistencia de ministros.

El gobierno ha dado varias versiones que se contradicen, según la prensa española. Sobre la más reciente, Sánchez ofreció una conferencia de prensa frente a varios medios después de una visita al Vaticano, luego de que los medios de comunicación se hicieran eco del informe de la Guardia Civil, en la que admite que, efectivamente, el exministro Ábalos lo había informado de esa visita privada de Rodríguez a España y agregó que cuando el gobierno se percató de que había unas sanciones la canceló.

En cambio, en 2020 Sánchez omitió tener conocimiento previo del viaje. Durante una sesión de control del Gobierno en el Senado se le preguntó directamente si había dado la instrucción para que su ministro Ábalos se encontrara con Delcy Rodríguez en el aeropuerto de Madrid. El presidente respondió defendiendo a Ábalos, asegurando que había decidido, con muy buen juicio, evitar una crisis diplomática con un Gobierno que ostenta la representación oficial de su país ante los organismos internacionales.

El 26 de enero de ese año, Ábalos relató, en una entrevista con La Sexta, que los pilotos decidieron que tenían que descansar por lo que hicieron una escala para tomar otro vuelo. Admitió que la funcionaria venezolana cambió de avión, pero negó que tocara suelo español, sosteniendo que al territorio español se entra cuando se pasa el control de pasaportes. Ábalos también contó que su encuentro con Rodríguez tenía el objetivo de conocer cuál era el propósito del viaje, así como asegurarse de que no entrara en España. Recientemente el exministro calificó el informe de la UCO de muy duro y aseguró que seguirá luchando por su inocencia.

Según publica el diario El País, fuentes de La Moncloa niegan “que el presidente autorizara la visita y señalan que, cuando el Gobierno se dio cuenta de que hay un acuerdo europeo que prohíbe la entrada de Rodríguez en la UE, el viaje se canceló”. Agregan las mismas fuentes que el Gobierno de Sánchez “está tranquilo tras las informaciones difundidas” la semana pasada y que “se actuó con contundencia contra Ábalos cuando surgieron las primeras sospechas”.

Al margen de las dudas que suscita, esta última versión del Gobierno sugiere que el Ejecutivo se percató demasiado tarde de unas sanciones que son de conocimiento público. Después de que en 2018 el presidente Nicolás Maduro fue reelegido para un segundo mandato en comicios calificados de farsa por la oposición y por numerosos países de la comunidad internacional, la Unión Europea sancionó a una serie de funcionarios venezolanos entre quienes se incluía Delcy Rodríguez. La directriz de la UE al respecto es muy clara:

“Los Estados miembros adoptarán las medidas necesarias para impedir que entren en su territorio o transiten por él las personas responsables de violaciones o abusos graves de los derechos humanos o de la represión de la sociedad civil y la oposición democrática en Venezuela, así como aquellas cuya actuación, políticas o actividades menoscaben de otro modo la democracia o el Estado de derecho en Venezuela”.

Han pasado cuatro años desde aquel viaje, visita, encuentro o escala técnica en la que interactuaron Delcy Rodríguez y el exministro español, pero aún no quedan claros los motivos reales que, como dijo Nicolás Maduro, son “un secreto de Delcy’’.

CNN está tratando de obtener la versión de la propia Delcy Rodríguez sobre el objetivo de aquel viaje y, en general, sus repercusiones. Estamos a la espera de respuesta.

Mientras tanto, La Unidad Central Operativa de la Guardia Civil pide la imputación de Ábalos. El Congreso de los Diputados debe dirimir si el exministro de Transportes es todavía legislador. De ser así, es el Tribunal Supremo el que tiene la facultad de dicha imputación por su posible papel en el caso Koldo.

Luis Yepes colaboró con este reporte