(CNN) – Una mujer británica de 39 años murió cuando una cama otomana que funcionaba mal le cayó sobre el cuello y la asfixió, según el informe de un forense.
Helen Davey, que vivía en el noreste de Inglaterra y dirigía un salón de belleza, murió en junio cuando “estaba inclinada sobre la zona de almacenamiento de una cama otomana ‘elevable por gas’”, dijo el forense Jeremy Chipperfield en su informe, publicado la semana pasada.
Las camas otomanas tienen una base que puede levantarse, normalmente mediante un sistema hidráulico de elevación por gas, para acceder a un espacio de almacenamiento situado debajo. Son una opción muy popular entre los propietarios de viviendas que desean guardar la ropa de cama o ropa de fuera de estación fuera de la vista.
La plataforma del colchón de la cama de Davey cayó inesperadamente, “atrapando su cuello contra la superficie superior del panel lateral de la base de la cama”, explicó Chipperfield. “Incapaz de liberarse, murió de asfixia posicional. Uno de los dos pistones del elevador de gas estaba defectuoso”.
Davey fue encontrada por su hija, Elizabeth, según una declaración leída ante el tribunal y recogida por el diario local The Northern Echo.
“Subí las escaleras, la puerta de la habitación de mi madre estaba abierta de par en par y la vi tumbada boca arriba con la cabeza debajo de la cama”, declaró Elizabeth ante el tribunal.
“Tenía las piernas dobladas como si intentara levantarse. Dejé caer todo lo que tenía en las manos y traté de levantar la parte superior de la cama de su cabeza. La cama ya no era un cierre blando y podía caer pesadamente si la soltaba. Era muy pesado para mí levantarla e intentar sacarla. Conseguí levantarla lo suficiente como para usar el pie para apoyarla”, relató.
“Me di cuenta de que tenía la cara azul y una clara hendidura en el cuello a causa del armazón. Conseguí sacarla. Temí que estuviera muerta porque no emitía ningún sonido. Empecé a practicarle la reanimación cardiopulmonar y me di cuenta de que no respiraba”, explicó.
Chipperfield advirtió en una carta al secretario de Estado para negocios británico, Jonathan Reynolds, que existe el riesgo de que se produzcan muertes en el futuro “a menos que se tomen medidas”, destacando como “motivo de preocupación” la “existencia y uso de mecanismos de camas de pistones de gas cuyo fallo supone un riesgo para la vida”.
Según la legislación británica, los médicos forenses deben informar a la organización o agencia gubernamental pertinente cuando consideren que deben tomarse medidas para evitar futuras muertes.