(CNN) – Corea del Norte voló este martes partes de dos importantes carreteras conectadas con el sur de la península, según informaron las autoridades surcoreanas, después de que Pyongyang advirtiera de que tomaría medidas para aislar completamente su territorio del Sur.
Partes de las líneas Gyeongui, en la costa oeste, y Donghae, en la costa este, dos importantes enlaces viarios y ferroviarios que conectan el Norte y el Sur, fueron destruidas con explosivos hacia las 12.00 hora local coreana, según el Estado Mayor Conjunto de Seúl (JCS, por sus siglas en inglés).
En términos prácticos, la destrucción de las rutas de viaje no supone gran diferencia: las dos Coreas siguen divididas por una de las fronteras más fuertemente fortificadas del mundo y las carreteras no se utilizaban desde hace años. Pero su simbolismo llega en un momento de retórica especialmente encendida entre los líderes de las dos Coreas.
Un video compartido por el Ministerio de Defensa surcoreano mostraba varias explosiones en carreteras del lado norte de la línea de demarcación militar que separa las dos Coreas. A continuación, se desplegó maquinaria pesada, incluidos camiones y excavadoras, en al menos una de las carreteras, que quedó parcialmente bloqueada por una barrera negra, según el vídeo. El JCS dijo que el Norte estaba llevando a cabo “trabajos adicionales con maquinaria pesada” en el lugar de los hechos, pero no especificó más.
En respuesta a las explosiones, el Ejército surcoreano disparó artillería dentro de la zona al sur de la línea de demarcación militar y está vigilando de cerca los movimientos del Ejército norcoreano, manteniendo “una postura de plena disposición en cooperación con EE.UU.”, dijo el JCS.
Este lunes, Corea del Sur dijo que había detectado indicios de que Corea del Norte estaba preparando la demolición de carreteras que conectan ambos países, advirtiendo de que las explosiones podrían producirse de forma inminente. Su Ejército había puesto en marcha contramedidas, dijo el Ministerio de Defensa, pero no proporcionó detalles concretos.
Un portavoz del JCS, Lee Sung-joon, dijo que los militares surcoreanos detectaron a personas trabajando detrás de las barreras instaladas en las carreteras del lado norte de la frontera.
Las explosiones se producen pocos días después de que Corea del Norte acusara a Corea del Sur de sobrevolar su capital, Pyongyang, con drones cargados de propaganda y amenazara con “represalias”, en el último intercambio de golpes de efecto tras meses en los que Pyongyang ha enviado globos cargados de basura al Sur.
La semana pasada, el Ejército norcoreano advirtió de que tomaría la “medida militar sustancial” de aislar completamente su territorio de Corea del Sur, después de que el líder norcoreano, Kim Jong Un, abandonara a principios de año una política de larga data de búsqueda de la reunificación pacífica con el Sur.
Corea del Norte y Corea del Sur están separadas desde que la Guerra de Corea terminó en 1953 con un acuerdo de armisticio. Las dos partes siguen técnicamente en guerra, pero ambos gobiernos han buscado durante mucho tiempo el objetivo de reunificarse algún día.
En enero, Kim dijo que Corea del Norte ya no buscaría la reconciliación y la reunificación con Corea del Sur, calificando las relaciones intercoreanas de “relación entre dos países hostiles y dos beligerantes en guerra”, informó entonces la KCNA.
Una “situación militar aguda”
En un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias KCNA el 9 de octubre, el Estado Mayor del Ejército Popular de Corea (EPC, por sus siglas) declaró que las carreteras y vías férreas que quedaban conectadas con el Sur serían cortadas por completo, bloqueando el acceso a lo largo de la frontera.
“La aguda situación militar que prevalece en la península coreana requiere que las fuerzas armadas de la RPDC adopten una medida más decidida y firme para defender con mayor solvencia la seguridad nacional”, dijo en la nota la KCNA, que se refería a Corea del Norte por las iniciales de su nombre oficial, República Popular Democrática de Corea.
El Estado Mayor dijo que las medidas eran una respuesta a los recientes “ejercicios de guerra” celebrados en Corea del Sur y a las visitas de lo que afirma son activos nucleares estratégicos estadounidenses en la región. En el último año, un portaaviones estadounidense, buques de asalto anfibio, bombarderos de largo alcance y submarinos han visitado Corea del Sur, provocando airadas protestas de Pyongyang.
Desde enero, Pyongyang ha reforzado sus defensas fronterizas, colocando minas terrestres, construyendo trampas antitanque y eliminando infraestructuras ferroviarias, según el Ejército surcoreano.
Los líderes norcoreanos y surcoreanos también han intensificado el uso de una retórica encendida.
A principios de este mes, Kim amenazó con utilizar armas nucleares para destruir Corea del Sur si era atacada, después de que el presidente surcoreano advirtiera que si el Norte utilizaba armas nucleares “se enfrentaría al fin de su régimen”.
Los comentarios se produjeron en un momento en que Corea del Norte parece haber intensificado sus esfuerzos de producción nuclear y estrechado lazos con Rusia, profundizando la preocupación generalizada en Occidente por el rumbo de la aislada nación.
Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha Womans de Seúl, sugiere que la medida de Corea del Norte de aislar su territorio del Sur podría ser una forma de que Kim “traslade la culpa de sus fracasos económicos y legitime su costosa acumulación de misiles y armas nucleares” exagerando las amenazas externas.
“Kim Jong Un quiere que el público nacional e internacional crea que está actuando con fuerza militar, pero en realidad puede estar motivado por la debilidad política”, dijo. “Las amenazas de Corea del Norte, tanto reales como retóricas, reflejan la estrategia de supervivencia del régimen de una dictadura hereditaria”