(CNN) – La empresa del este de Tennessee donde al menos cinco de sus trabajadores fueron arrastrados por las inundaciones provocadas por el huracán Helene se enfrenta ahora a una demanda de la familia de una de las víctimas, que pide al menos US$ 25 millones.
La demanda por muerte por negligencia se presentó el lunes contra Impact Plastics y su CEO, Gerald O’Connor.
“Impact Plastics, dirigida por el Sr. O’Connor, prefirió la codicia a la seguridad de sus trabajadores”, afirma la demanda. “Las muertes causadas por las inundaciones del huracán Helene no sólo fueron trágicas: eran totalmente evitables”.
La demanda fue presentada por la familia de Johnny Peterson, que estaba trabajando en la fábrica el 27 de septiembre, poco antes de que la tormenta hiciera que el río Nolichucky se desbordara, convirtiendo los alrededores de la fábrica en rápidos. En total, 11 trabajadores de la fábrica fueron arrastrados por las aguas, y sólo cinco fueron rescatados.
Peterson y otros cuatro empleados fueron encontrados muertos tras huir de la fábrica y ser arrastrados.
Una trabajadora, Rosa Andrade, sigue desaparecida. “Hoy seguimos buscándola activamente”, dijo el miércoles a CNN por correo electrónico el servicio de Búsqueda y Rescate del condado de Unicoi.
La demanda añade nuevos detalles cruciales a las acusaciones sobre uno de los incidentes más mortíferos de la tormenta que se cobró más de 230 vidas, el huracán más mortífero que ha azotado el territorio continental de EE.UU. desde el Katrina de 2005.
“Impact Plastics era consciente de los riesgos de inundación, y aunque los empleados pidieron permiso para marcharse, la empresa no actuó. Haremos que rindan cuentas”, afirmaron los abogados de los demandantes, Litson PLLC, en un comunicado.
La Oficina de Investigaciones de Tennessee y la Administración de Seguridad y Salud en el Trabajo de Tennessee están investigando las circunstancias de las muertes. Los organismos estatales informaron que faltan meses para que concluyan dichas investigaciones.
O’Connor sólo ha hablado públicamente una vez sobre la tragedia, leyendo una declaración en video desde un lugar no revelado que dijo que era necesario debido a las amenazas de muerte. “Hubo tiempo de escapar”, dijo O’Connor. “A los empleados no se les dijo en ningún momento que serían despedidos si abandonaban la planta”.
Disputa sobre si los trabajadores podían marcharse
Según la demanda, Peterson y otros trabajadores se sintieron “sorprendidos y molestos” por un correo electrónico del 25 de septiembre con el asunto “Viernes” en el que se les indicaba que trabajarían el día en que llegaba la tormenta, a pesar de que la zona estaba bajo alerta de inundación y las escuelas públicas locales estaban cerradas. El correo decía que “apagaran sus computadoras ya que el fin de semana no habrá electricidad”.
La denuncia alega que Impact Plastics no informó a los trabajadores sobre un Plan de Acción de Emergencia, a pesar de estar situada en una llanura inundable, y puede que ni siquiera tuviera un plan de evacuación en caso de inundación.
Ese viernes, el primer turno empezó a las 7:30 de la mañana, incluso cuando ya llovía torrencialmente, afirma la demanda.
Según la demanda, las alertas de emergencia sonaron en los teléfonos celulares de la fábrica durante todo el turno de esa mañana, ya que el Servicio Meteorológico Nacional emitió una emergencia por inundación repentina e instó a la gente a trasladarse a terrenos más elevados.
“Se indicó a los empleados que el turno continuaría como de costumbre”, afirma la demanda, incluso cuando el agua empezaba a filtrarse por el tejado.
Impact Plastics emitió un comunicado el 3 de octubre en el que describía lo que denominó una “revisión interna preliminar de los acontecimientos” en la planta de Erwin. La empresa reconoció que las inundaciones en su estacionamiento eran algo habitual debido a la ubicación de la fábrica en una zona baja, y dijo que el agua empezó a acumularse en su estacionamiento hacia las 10:35 horas.
Impact Plastics dijo que los empleados abandonaron la fábrica poco después de que se produjera un corte de electricidad a las 10:39 am y después de que las advertencias públicas hicieran sonar los teléfonos móviles aproximadamente un minuto más tarde.
La empresa también negó que no hubiera planes de emergencia. “Se publicaron planes de evacuación por escrito en zonas bien visibles de la planta muchos meses antes” de la tormenta, dijo la empresa en un comunicado.
La declaración de la empresa fue difundida por el consultor de relaciones públicas Tony Treadway, que el miércoles dijo a CNN que ya no representa a Impact Plastics. Su abogado, Stephen Johnson, no respondió el miércoles a las solicitudes de comentarios.
Peterson envió a su familia fotos de la inundación
La demanda de la familia Peterson pinta un cuadro de trabajadores cada vez más asustados y desesperados, temiendo que sus esfuerzos por escapar de la inundación fueran ya demasiado tarde.
Peterson envió varios mensajes de texto con fotos y videos a miembros de su familia, que se incluyen en la demanda, mostrando los vehículos de los empleados sumergidos e inoperativos mientras intentaba refugiarse en un semirremolque fuera de la propiedad de la empresa, según la demanda.
Peterson mantuvo un último intercambio de mensajes de texto con su padre a la 1:27 de la tarde, según la demanda.
“¿Estás bien?”, preguntó el padre de Peterson. “No por mucho tiempo”, respondió Peterson. No se volvió a saber nada de él.
Peterson no murió en la fábrica, sino “en la única ruta disponible desde el lugar de trabajo después de que le dijeran que se fuera”, dice la demanda.