(CNN Español) –– Por primera vez Colombia será anfitriona de la Conferencia de las Partes sobre el Cambio Climático (COP16), un evento global que, según la ONU, posicionará a Cali en el centro de las discusiones sobre el futuro del planeta.
Del 21 de octubre al 1 de noviembre, delegaciones de 190 países —incluidas las de 14 jefes de Estado— se darán cita en la capital del Valle del Cauca, que ha sido seleccionada por la ONU por su ubicación estratégica en una de las regiones más biodiversas del mundo, según reportan los propios organizadores.
El alcalde de Cali, Alejandro Eder, dijo la semana pasada que la ciudad anfitriona está rodeada por los majestuosos Farallones, está cercana al Chocó biogeográfico y mostrará al mundo su compromiso con la protección de la naturaleza, según un boletín de la alcaldía.
La organización del evento espera que, en la cumbre, se lleven a cabo múltiples reuniones técnicas para preparar los documentos finales que se presentarán, con miras a lograr avances significativos en la lucha contra el cambio climático.
Según la ONU, estos acuerdos serán clave de cara a la COP29 en Azerbaiyán, donde se espera consolidar iniciativas globales más fuertes. Además, en el corazón de la ciudad se habilitará un espacio dedicado a mostrar el compromiso de Colombia con la protección del medioambiente y la biodiversidad.
Por su parte, la ministra de Medio Ambiente y Sostenibilidad de Colombia, María Susana Muhamad González, dice que espera que este espacio no solo destaque los logros de los emprendedores y empresas que ya están trabajando en proyectos sostenibles, sino que también este espacio se convierta en un centro de concientización sobre la importancia de la sostenibilidad para el futuro del planeta.
El ministerio sostiene que la COP16 no será solo un foro de discusión; será un catalizador de acciones concretas. Colombia tiene en sus manos la oportunidad de liderar la transición hacia un futuro más sostenible, y los esfuerzos que ya se están implementando son una prueba de que el cambio es posible. Esta cumbre —según las autoridades— marcará un antes y un después en las políticas medioambientales del país y del mundo.