(CNN) — Millones de cubanos permanecieron sin electricidad este domingo después de que fracasaran nuevos intentos de restablecer la luz durante la noche.
La Unión Eléctrica de Cuba dijo que alrededor del 16% del país recuperó la electricidad cuando la envejecida red de energía volvió a sobrecargarse a última hora del sábado. Las autoridades no informaron de cuándo se restablecería el servicio.
Se trata del tercer colapso total de la red eléctrica cubana desde el viernes, y la mayoría de los 10 millones de habitantes del país han visto interrumpido su acceso a la electricidad durante este tiempo.
Los esfuerzos de recuperación se complicarán aún más por la próxima llegada del huracán Oscar al este de Cuba, que se espera que traiga fuertes vientos y oleaje, según los meteorólogos.
El huracán Oscar tocó tierra por primera vez en la isla de Inagua, en las Bahamas, con vientos máximos sostenidos estimados de 130 km/h, según la actualización del Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés) de este domingo a las 5 a.m. ET.
Se prevé que alcance la costa noreste de Cuba como huracán esta tarde. “Se espera un debilitamiento después de tocar tierra, pero Oscar todavía podría ser una tormenta tropical cuando se mueva al norte de Cuba a finales del lunes y se mueva a través del centro de las Bahamas el martes”, dijo el NHC.
El primer apagón en Cuba se produjo el viernes, cuando una de las principales centrales eléctricas del país dejó de funcionar, según el Ministerio de Energía.
Horas después de que las autoridades dijeran que el suministro se estaba restableciendo lentamente, el país sufrió un segundo apagón nacional el sábado por la mañana.
Los apagones amenazan con sumir a la nación comunista en una crisis más profunda. Tanto el suministro de agua como el mantenimiento de los alimentos frescos dependen de la fiabilidad del suministro eléctrico.
Habitantes de La Habana hacen fila para conseguir pan
Algunas personas empezaron a inundar los chats de WhatsApp con actualizaciones sobre qué zonas tenían electricidad, mientras que otras se organizaron para almacenar medicamentos en los frigoríficos de aquellos que brevemente tenían electricidad, o tuvieron la suerte de contar con un generador.
En La Habana, los residentes esperaron durante horas para comprar unos pocos panes en el puñado de locales que vendían pan en la capital. Cuando el pan se agotó, varias personas argumentaron airadamente que se habían saltado la fila.
Muchos se preguntaban en voz alta dónde estaban los aliados tradicionales de Cuba, como Venezuela, Rusia y México. Hasta ahora, habían estado suministrando a la isla barriles de petróleo muy necesarios para mantener las luces encendidas.
Mientras tanto, todavía se veían turistas dando vueltas por las principales avenidas de La Habana en coches clásicos de la década de 1950, aunque los generadores de muchos hoteles se habían quedado sin combustible.
Un visitante extranjero dijo a CNN que el aeropuerto internacional José Martí de La Habana funcionaba a oscuras solo con energía de emergencia, añadiendo que las impresoras no funcionaban para emitir boletos y no había aire acondicionado en la terminal.
Reporteros de Reuters fueron testigos de dos pequeñas protestas durante la noche hacia este domingo, mientras que también aparecieron videos de protestas en otros lugares de la capital.
Las autoridades cubanas achacaron la crisis energética a una confluencia de acontecimientos, desde el aumento de las sanciones económicas estadounidenses hasta las interrupciones causadas por los recientes huracanes y el empobrecido estado de las infraestructuras de la isla.
En un discurso televisado el jueves que se retrasó por dificultades técnicas, el primer ministro de Cuba, Manuel Marrero Cruz, dijo que gran parte de la limitada producción del país se detuvo para evitar dejar a la gente completamente sin energía.
“Hemos estado paralizando la actividad económica para generar (energía) a la población”, dijo.
El ministro de Salud del país, José Ángel Portal Miranda, dijo el viernes en X que las instalaciones de salud del país estaban funcionando con generadores y que los trabajadores de la salud seguían prestando servicios vitales.
Mia Alberti y Gene Norman, de CNN, y Verónica Calderón y Gerardo Lemos de CNN en Español contribuyeron a este informe.