(EFE) – El huracán Óscar, debilitado y degradado a tormenta tropical a su paso por la región más oriental de Cuba, sigue su ruta este lunes con lento movimiento y azota con fuertes lluvias y vientos que han provocado daños materiales y la evacuación de miles de personas.
Óscar, el primer huracán de la actual temporada de ciclones en el Atlántico que ha tocado directamente el territorio cubano, entró en la tarde del domingo por un punto cercano a la ciudad de Baracoa, en la provincia Guantánamo (extremo este), donde se registran las mayores afectaciones, según medios oficiales.
Tanto en Baracoa como en los municipios Imías y Maisí de esa provincia, según informes preliminares, hay afectaciones de distinta magnitud en más de 1.000 viviendas, y grandes inundaciones que han obligado a la evacuación de varios miles de personas.
Sobre los efectos de este sistema, la televisión estatal ha reportado acumulados de lluvia de hasta 300 milímetros, la crecida y desbordamiento de ríos, vías incomunicadas y la pérdida de techos por la fuerza de los vientos.
El más reciente aviso de ciclón tropical del Instituto de Meteorología (Insmet) indicó que Óscar continúa debilitándose sobre la región oriental y sus vientos máximos sostenidos son de hasta 60 kilómetros por hora, con rachas superiores.
Los núcleos más fuertes de precipitaciones se han extendido a la provincia de Holguín y se mantienen sobre Guantánamo y sus mares adyacentes, mientras la tormenta se mueve lentamente hacia el oeste-noroeste, a sólo seis kilómetros por hora, añade el Insmet.
Además advierte para las próximas horas de lluvias fuertes y localmente intensas, de chubascos y tormentas eléctricas en gran parte de la región oriental, y de marejadas en la costa norte de las provincias de Guantánamo, Holguín y Las Tunas.
De acuerdo con los pronósticos, la tormenta Óscar permanecerá más de 24 horas en el territorio oriental cubano y se prevé su salida por un punto al norte de la provincia Holguín en la noche de este lunes.
Óscar es la decimoquinta tormenta tropical de la actual temporada ciclónica en el Atlántico, aunque el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. lo ha calificado de “pequeño”.
Los servicios meteorológicos de EE.UU. y Cuba alertaron ya hace meses de que esta temporada de huracanes en el Atlántico, que abarca del 1 de junio al 30 de noviembre, iba a ser especialmente activa.
La última vez que un gran huracán golpeó a Cuba fue en septiembre de 2017 cuando Irma avanzó de forma paralela a la costa norte de la isla y causó diez muertos y pérdidas materiales valoradas oficialmente en US$ 13.185 millones.