(CNN) – Los científicos han rastreado las profundidades del océano y el espacio exterior en busca de microbios que ayuden a frenar el calentamiento global. Ahora están buscando en un lugar nuevo e improbable: dentro de tu casa.
Un grupo llamado Two Frontiers Project (2FP) financiado por la empresa biotecnológica Seed Health está pidiendo a los ciudadanos de Estados Unidos que busquen “crecimientos microbianos extraños” en sus hogares, en un intento de encontrar el próximo microorganismo que pueda absorber el dióxido de carbono (CO2) del aire, que calienta el planeta, o ayudar a descomponer los contaminantes ambientales.
Los microbios extremófilos prosperan en entornos difíciles y desarrollan propiedades únicas, que pueden ser aprovechadas por la industria biotecnológica y utilizadas en soluciones climáticas, dijo Braden Tierney, director ejecutivo de 2FP.
Aunque los microbios viven en todas las superficies domésticas, el grupo está especialmente interesado en los que viven en entornos más extremos, incluidos los lugares con altas temperaturas como lavavajillas, aparatos de aire acondicionado, microondas, paneles solares, calentadores de agua caliente y cabezales de ducha.
“Estos entornos, aunque comunes, imitan las condiciones extremas de la naturaleza”, dijo Tierney a CNN. “Reflejan los cambios medioambientales a los que puede enfrentarse nuestro planeta en el futuro, como el aumento de las temperaturas, la intensificación de la radiación y la creciente acidificación de los océanos y los suelos”.
El equipo espera descubrir microbios en el interior de los hogares que puedan tener las mismas cualidades de absorción de carbono que algunos que se encuentran en la naturaleza.
En 2022, frente a la isla italiana de Vulcano, donde el dióxido de carbono burbujea desde los respiraderos volcánicos del lecho marino, un equipo del 2FP descubrió una novedosa cianobacteria, un organismo acuático capaz de fabricar su propio alimento que, según dicen, puede absorber CO2 con mayor eficacia que cualquier otro microbio conocido.
A los voluntarios que se inscriban en la “Campaña de los Extremófilos” se les pedirá que saquen fotos de cualquier crecimiento microbiano que haya en su casa “piensa en limo, tapetes endurecidos, crecimiento fibroso”, dice el sitio web del proyecto y que respondan a preguntas sobre lo que ven.
“Colores, olores, texturas y otros datos inusuales” pueden ayudar a los científicos a identificar áreas de interés, dice Tierney. Si quieren explorar algo más, enviarán un kit de toma de muestras de ADN para que los voluntarios lo utilicen y se lo envíen por correo. Estos resultados se añadirán a una base de datos de código abierto sobre microbios extremófilos.
“Es una alternativa muy interesante para acceder a microbios con capacidades… que aún no se conocen”, dijo Wilfried Weber, director científico del Instituto Leibniz de Nuevos Materiales de Alemania, que no participa en el estudio. “Creo que hay muchas posibilidades de que se identifiquen nuevos microbios”, declaró a CNN.
El Foro Económico Mundial nombró la captura microbiana de carbono como una de las principales tecnologías emergentes del mundo en un informe de junio, pero la tecnología está aún en pañales, con empresas que llevan a cabo programas a escala piloto para probar su viabilidad comercial.
La captura de carbono, que incluye una serie de tecnologías que van desde enormes instalaciones de tipo vacío capaces de aspirar la contaminación climática del aire hasta esponjas que absorben carbono, sigue siendo una solución climática controvertida.
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático de la ONU ha afirmado que, además de reducir drásticamente los combustibles fósiles, el mundo tendrá que eliminar grandes cantidades de CO2 que ya está en la atmósfera para evitar un cambio climático cada vez más catastrófico.
Pero los críticos advierten que es caro, no está probado a escala y la industria de los combustibles fósiles lo está aprovechando para seguir extrayendo petróleo y gas, en lugar de cambiar a formas de energía más limpias, como la eólica y la solar.
Utilizar microbios tiene sus ventajas, afirma Weber. Mientras que la captura clásica de carbono suele tener como objetivo almacenar CO2 bajo tierra, con los microbios “tienes el potencial de convertir el CO2 en productos de alto valor (como) productos químicos refinados, cosméticos, combustible”, lo que podría ayudar a compensar los costos del proceso, dijo.
Aun así, este método requiere energía adicional “como la luz solar… o algún tipo de energía química que podría proceder del hidrógeno verde o de flujos de residuos orgánicos”, añadió. “Por eso estas tecnologías tienen sentido en lugares donde dicha energía esté disponible de forma sostenible”.
Los posibles usos de los microbios extremófilos en biotecnología van más allá de la captura de carbono, según Tierney. Las especies microbianas, como las que se encuentran en los lavavajillas, capaces de soportar altos niveles de detergente y sal, “podrían aprovecharse para la limpieza medioambiental en condiciones duras, como la eliminación de metales pesados o petróleo de lugares contaminados”, dijo.
Los termófilos, como los que se encuentran en los microorganismos, que pueden sobrevivir al calor extremo, podrían “utilizarse para estudiar la adaptación al cambio climático e incluso para crear fuentes de energía limpia, como el hidrógeno, que a menudo requieren altas temperaturas para su producción”, añadió.
Los microbios “son una herramienta poderosa en contextos específicos, pero sólo son una parte de la solución más amplia”, declaró a CNN Ara Katz, coCEO de Seed Health. “La urgencia de la crisis climática significa que debemos explorar todos los enfoques posibles”.