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Un soldado israelí dice que su unidad utilizó a palestinos como escudos humanos
04:20 - Fuente: CNN

(CNN) – Las fuerzas israelíes obligaron a palestinos a entrar en casas y túneles potencialmente minados en Gaza para evitar poner en peligro a sus militares, según un soldado de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y cinco exdetenidos que dijeron haber sido víctimas de esta práctica.

El soldado, que afirmó que su unidad retuvo a dos prisioneros palestinos con el propósito explícito de usarlos como escudos humanos para explorar lugares peligrosos, dijo que la práctica era común entre las unidades israelíes en Gaza.

“Les dijimos que entraran al edificio antes que nosotros” explicó. “Si hay trampas explosivas, explotarán ellos y no nosotros.”

Era tan común en las fuerzas israelíes que tenía un nombre: “protocolo mosquito.”

No se conoce la escala exacta de la práctica por parte de las fuerzas israelíes. Sin embargo, el testimonio tanto del soldado como de cinco civiles demuestra que estaba extendida por todo el territorio: en el norte de Gaza, Ciudad de Gaza, Khan Younis y Rafah.

El soldado explicó que, al principio, su unidad, que en ese momento estaba en el norte de Gaza, utilizaba procedimientos estandarizados antes de entrar a un edificio sospechoso: enviaban un perro o perforaban un agujero en su costado con un proyectil de tanque o una excavadora blindada.

Una foto compartida por Breaking the Silence, una organización que ofrece un foro para que los soldados israelíes se expresen y verifica sus testimonios, muestra a un soldado custodiando a un prisionero palestino con las manos atadas. Imagen difuminada en la fuente.

Pero un día de esta primavera boreal, el soldado dijo que un oficial de inteligencia apareció con dos detenidos palestinos, un joven de 16 años y un hombre de 20, y les ordenó a los militares que los usaran como escudos humanos antes de entrar a los edificios. El oficial de inteligencia afirmó que estaban relacionados con Hamas.

Cuando cuestionó la práctica, el soldado dijo que uno de sus comandantes le respondió: “Es mejor que explote el palestino y no nuestros soldados.”

“Es bastante impactante, pero después de unos meses en Gaza, [tiendes a] no pensar con claridad,” dijo el soldado. “Estás simplemente cansado. Obviamente, prefiero que mis soldados vivan. Pero, ya sabes, así no funciona el mundo.”

El soldado dijo que él y sus compañeros se negaron a continuar con la práctica después de dos días y confrontaron a su comandante superior al respecto. Su comandante, que inicialmente les dijo que no “pensaran en la ley internacional” y que sus vidas eran “más importantes,” finalmente cedió y liberó a los dos palestinos, según relató el soldado.

El hecho de que fueran liberados, dijo, le dejó claro que no tenían ninguna afiliación con Hamas, “que no eran terroristas”.

CNN se conectó con el soldado a través de Breaking the Silence, una organización que ofrece un foro para que los soldados israelíes hablen y verifica sus testimonios.

Breaking the Silence proporcionó a CNN tres fotos que muestran a las fuerzas israelíes usando palestinos como escudos humanos en Gaza. Una impactante fotografía muestra a dos soldados instando a un civil a avanzar en medio de una escena de devastación en el norte de Gaza. En una segunda, dos civiles usados como escudos humanos están atados y con los ojos vendados. Una tercera muestra a un soldado vigilando a un civil atado.

Dos palestinos utilizados como escudos humanos están sentados, atados y con los ojos vendados en el norte de Gaza.

En una declaración, las fuerzas israelíes dijeron a CNN: “Las directivas y directrices de las FDI prohíben estrictamente el uso de civiles de Gaza detenidos para operaciones militares. Los protocolos e instrucciones pertinentes se aclaran rutinariamente a los soldados sobre el terreno durante el conflicto”.

El derecho internacional prohíbe el uso de civiles para proteger actividades militares o para implicar por la fuerza a civiles en operaciones militares. El Tribunal Supremo de Israel prohibió explícitamente esta práctica en 2005, después de que grupos de defensa de derechos presentaran una denuncia sobre el uso por parte de las fuerzas de civiles palestinos para llamar a las puertas de presuntos militantes en la Ribera Occidental. El juez Aharon Barak calificó entonces la práctica de “cruel y bárbara”.

Israel lleva mucho tiempo acusando a Hamas de utilizar a civiles en Gaza como escudos humanos, incrustando infraestructuras militares en zonas civiles, acusaciones que Hamas negó. Existen numerosas pruebas de ello: armas situadas en el interior de viviendas, túneles excavados bajo barrios residenciales y cohetes disparados desde esos mismos barrios en el territorio densamente poblado.

Las fuerzas israelíes citan con frecuencia estas prácticas para culpar a Hamas del extraordinario número de víctimas civiles en Gaza, donde Israel lanzó bombas sobre esas mismas zonas residenciales. Los ataques israelíes han matado a más de 42.000 palestinos en Gaza desde octubre del año pasado, según el Ministerio de Salud palestino. Naciones Unidas afirma que la mayoría de los muertos son civiles.

“Vimos cómo Hamas utilizaba a los palestinos como escudos humanos”, dijo el soldado. “Pero para mí es más doloroso con mis propias fuerzas. Hamas es una organización terrorista. Las FDI no deberían usar prácticas de organizaciones terroristas”.

El “protocolo mosquito”

Las entrevistas con cinco exdetenidos palestinos en Gaza coinciden con el relato del soldado. Todos describen haber sido capturados por fuerzas israelíes y obligados a entrar en lugares potencialmente peligrosos por delante de los militares.

Los ataques aéreos israelíes de principios de año obligaron a Mohammad Saad, de 20 años, a abandonar su hogar en Jabalya, en el norte de Gaza. Desde su casa improvisada cerca de Khan Younis, entre mantas colgadas de vigas, Saad explicó que fue recogido por las fuerzas israelíes cerca de Rafah, mientras intentaba conseguir ayuda alimentaria para él y sus hermanos menores.

“Las fuerzas nos llevaron en un jeep y nos encontramos dentro de Rafah, en un campamento militar”, dijo, agregando que estuvo detenido allí durante 47 días, y durante ese tiempo fue utilizado en misiones de reconocimiento para evitar poner en riesgo a los soldados israelíes.

“Nos vistieron con uniformes militares, nos pusieron una cámara y nos dieron un cortador de metal”, relató. “Nos pedían que hiciéramos cosas como, ‘mueve esta alfombra,’ diciendo que estaban buscando túneles. ‘Filma debajo de las escaleras’, nos decían. Si encontraban algo, nos pedían que lo sacáramos. Por ejemplo, nos pedían que retiráramos pertenencias de la casa, limpiáramos aquí, moviéramos el sofá, abriéramos la nevera y el armario.”

Explicó que los soldados estaban aterrorizados por explosivos ocultos.

“Usualmente llevaba el uniforme militar, pero para la última misión me llevaron con ropa de civil,” dijo Saad. “Fuimos a un lugar, y me dijeron que tenía que filmar un tanque abandonado por las fuerzas israelíes. Estaba aterrorizado y asustado de filmarlo, así que me golpearon en la espalda con la culata de un rifle.”

Disparos resonaron mientras se acercaba al tanque, y Saad dijo que le dispararon en la espalda. Milagrosamente, sobrevivió y fue llevado al Centro Médico Soroka, en Israel. Cuando fue entrevistado por CNN dos semanas después en Khan Younis, levantó su camisa para mostrar la herida donde la bala había entrado en su espalda.

Una fotografía muestra a dos soldados instando a un palestino a avanzar en una escena de devastación en el norte de Gaza. Breaking the Silence

No todos los palestinos utilizados eran adultos. Mohammad Shbeir, de 17 años, relató que fue capturado por soldados israelíes después de que mataran a su padre y a su hermana durante una redada en su hogar en Khan Younis.

“Estaba esposado y solo llevaba mis calzoncillos,” recordó. “Me usaron como escudo humano, llevándome a casas demolidas, lugares que podrían ser peligrosos o contener minas”.

El Dr. Yahya Khalil Al-Kayali, de 59 años, al igual que muchos otros, fue desplazado una y otra vez tras ser expulsado de su hogar en la ciudad de Gaza. Eventualmente terminó viviendo cerca del Hospital Al Shifa, que alguna vez fue el complejo médico más grande de Gaza, junto a miles de civiles desplazados internamente que buscaron refugio allí.

En marzo, las fuerzas israelíes sitiaron ese complejo médico por tercera vez, alegando que Hamas lo utilizaba como centro de mando, algo que Hamas negó. Un gran número de hombres fueron capturados durante la redada de dos semanas, que dejó el hospital destruido e inoperativo. Al-Kayali fue uno de ellos.

“El líder de este grupo, el soldado, me pidió que fuera”, recordó Al-Kayali desde el área de Mawasi en Khan Younis, en un campamento de tiendas de campaña en la playa. “Me habló en inglés y me pidió que saliera del edificio para buscar agujeros abiertos o túneles bajo el suelo.”

A lo largo de una fila de edificios de apartamentos, una y otra vez, los soldados le ordenaron a Al-Kayali entrar en cada habitación de cada apartamento y buscar militantes y trampas explosivas. Los cañones de los tanques israelíes estaban listos para disparar, dijo, si encontraban combatientes de Hamas.

“Pensé que me iban a matar o que moriría en minutos,” recordó. “Estaba pensando en mi familia. Porque no hay tiempo para pensar en muchas cosas. Pero también estaba preocupado por mis hijos, porque mis hijos y mi familia estaban en el edificio.”

Para su alivio, los edificios estaban vacíos y fue liberado. Al final, dijo, se vio obligado a revisar hasta 80 apartamentos.

Todos los palestinos entrevistados por CNN fueron liberados después de ser utilizados como escudos humanos, y el soldado dijo que los detenidos por su unidad también fueron liberados.

Pero después de que el soldado dejó Gaza, escuchó de sus compañeros que el llamado “protocolo mosquito” había sido retomado en su unidad.

“Mis propios soldados, que lo rechazaron al principio, volvieron a usar esta práctica,” dijo. “Ya no tienen la misma fuerza que al principio”.

Tareq Al Hilou y Mohammad Al Sawalhi en Gaza contribuyeron a este reportaje.