TOPSHOT - People visit the Kukulcan Pyramid at the Mayan archaeological site of Chichen Itza in Yucatan State, Mexico, on February 13, 2019. (Photo by DANIEL SLIM / AFP)
Con tecnología de vanguardia buscan los secretos de la pirámide de Chichén Itzá
01:12 - Fuente: CNN

Arqueólogos analizaron datos de un rincón inexplorado en Campeche, México y hallaron 6.674 nuevas estructuras mayas, incluidas pirámides como las de Chichén Itzá o Tikal, según dice un comunicado del Northern Arizona University y la revista Antiquity.

La Universidad de Tulane, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México y el Centro Nacional de Mapeo Láser Aerotransportado de la Universidad de Houston, Luke Auld-Thomas, instructor del Departamento de Antropología de la NAU, analizó un rincón poco explorado de la civilización maya en Campeche, México.

Según el comunicado al observar 50 millas cuadradas (129.499 kilómetros cuadrados) de franjas estrechas y bloques de tierra más grandes los científicos encontraron evidencia de algunas pirámides de piedra.

“No sólo encontramos áreas rurales y asentamientos más pequeños. También encontramos una gran ciudad con pirámides justo al lado de la única carretera de la zona, cerca de un pueblo donde la gente ha estado cultivando activamente entre las ruinas durante años. El gobierno nunca supo de esto; la comunidad científica nunca supo de esto. Eso realmente pone un signo de exclamación detrás de la afirmación de que no, no hemos encontrado todo, y sí, hay mucho más por descubrir”, asegura el arqueólogo Auld-Thomas.

Según Luke Auld-Thomas el descubrimiento ahora es más fácil debido a nueva capacidad tecnológica que cuentan algunos investigadores. Los rayos cósmicos o rayos de luz que son ocupados en mapeos que pueden registrar densidades a través de maleza o rocas, según los científicos.

“Nuestra muestra de la civilización maya fue de un par de cientos de kilómetros cuadrados en total. Esa muestra fue obtenida con mucho esfuerzo por los arqueólogos que caminaron minuciosamente sobre cada metro cuadrado, cortando la vegetación con machetes, para ver si estaban parados sobre una pila de rocas que podría haber sido la casa de alguien hace 1.500 años”, señala Auld-Thomas.

A pesar de todos los beneficios de esta tecnología el arqueólogo asegura que hay desventajas pues “es caro y las organizaciones que otorgan subvenciones no quieren invertir dinero en estudiar áreas que son totalmente desconocidas y potencialmente desprovistas de historia maya”.

“Los científicos en ecología, silvicultura e ingeniería civil han estado utilizando estudios lidar para estudiar algunas de estas áreas con fines totalmente diferentes”, dijo Auld-Thomas. “¿Y qué si ya existía un estudio lidar de esta área?”.

Al parecer, sí existía. En 2013, un consorcio centrado en la medición y el seguimiento del carbono en los bosques de México había encargado un estudio lidar muy exhaustivo en un área de tierra aproximadamente del mismo tamaño que San Francisco, y luego lo dejó. Auld-Thomas desenterró el estudio durante una búsqueda profunda en Google, asegura el comunicado de Northern Arizona University.