(CNN) – Los soldados norcoreanos podrían estar siendo preparados para un traslado al frente de la guerra de Rusia contra Ucrania después de que se les enseñaron comandos rusos básicos, dijeron este martes legisladores surcoreanos a la agencia de noticias Yonhap, citando a funcionarios de inteligencia del país.
Unos 10.000 soldados norcoreanos están recibiendo entrenamiento militar en el este de Rusia, estimó el Pentágono este lunes, un aumento respecto de una estimación anterior de 3.000 realizada por la Casa Blanca.
El Servicio de Inteligencia Nacional de Corea del Sur (NIS) ahora está observando la posibilidad de que “algunos miembros de personal norcoreano, incluidos oficiales militares de alto rango, se trasladen al frente “, dijeron los legisladores Lee Seong-kweun y Park Sun-won, quienes fueron informados por el NIS durante una reunión a puertas cerradas de un comité de inteligencia parlamentaria.
Rusia está enseñando a los soldados norcoreanos alrededor de 100 palabras militares básicas como “fuego” y “en posición”, dijeron los legisladores a Yonhap.
Sin embargo, agregaron, está claro que los soldados norcoreanos tienen dificultades para comunicarse y no está claro si podrán superar la brecha lingüística.
Corea del Norte también intensificó sus medidas de seguridad, tanto para proteger a su dictador Kim Jong Un como para evitar que las noticias sobre los despliegues norcoreanos en Rusia se difundan dentro de ese país altamente aislado y empobrecido.
Con este fin, a los oficiales norcoreanos involucrados en el esfuerzo ruso se les prohíbe usar teléfonos, mientras que a las familias de los soldados se les dice que sus seres queridos simplemente están participando en un “ejercicio militar”, dijeron los legisladores a Yonhap.
A pesar de estas medidas, se ha extendido en Corea del Norte la noticia de despliegues en Rusia, lo que ha provocado “disturbios” en algunas partes del país, dijeron los legisladores, según Yonhap.
Algunos residentes y soldados han expresado su temor de ser enviados a Rusia, mientras que otros han cuestionado por qué están siendo sacrificados por un país diferente, informó Yonhap.
La semana pasada, Ucrania interceptó canales de transmisión rusos y publicó un audio en el que se escucha a soldados rusos hablando con desdén sobre los soldados norcoreanos que estaban llegando, llamándolos el “Batallón K” y refiriéndose a ellos como “los malditos chinos”.
Las interceptaciones también revelan planes para tener un intérprete y tres oficiales superiores por cada 30 hombres norcoreanos, algo que se escucha condenar a los soldados rusos en el audio.
“Lo único que no entiendo es que para 30 personas haya tres oficiales superiores. ¿De dónde los sacamos? Tendremos que sacarlos”, dice un militar ruso.
Esta podría ser la primera vez que Corea del Norte realiza una intervención significativa en un conflicto internacional. Corea del Norte tiene uno de los ejércitos más grandes del mundo, con 1,2 millones de soldados, pero la mayoría de sus tropas carecen de experiencia en combate.
El Kremlin había desestimado inicialmente las acusaciones de despliegue de tropas norcoreanas, pero en la cumbre BRICS en Rusia la semana pasada, el presidente Vladimir Putin no negó que Pyongyang hubiera enviado soldados al país.
Corea del Norte dijo este viernes que cualquier despliegue de tropas en Rusia para ayudar en la guerra en Ucrania se ajustaría al derecho internacional, según informaron los medios estatales, sin confirmar explícitamente dicha presencia. Corea del Norte había desestimado previamente tales informes.
La ministra de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Choe Son Hui, se encuentra ahora en Rusia en su segundo viaje a ese país en seis semanas, tras haber partido de Pyongyang el lunes. Probablemente viajó para hablar sobre el posible envío de más tropas norcoreanas y lo que Pyongyang recibiría a cambio, dijeron los legisladores a Yonhap.
La noticia también llega mientras los ministros de Asuntos Exteriores y de Defensa de Corea del Sur se dirigen a Washington para hablar con sus homólogos, el secretario de Estado Antony Blinken y el secretario de Defensa Lloyd Austin, para una reunión ministerial anual.