(CNN Español) – La justicia brasileña condenó a los expolicías Ronnie Lessa y Élcio de Queiroz a 78 y 59 años de prisión respectivamente, por el asesinato de la concejal y militante de los derechos humanos brasileña Marielle Franco.
Ronnie Lessa recibió una condena de de 78 años y 9 meses, y Élcio de Queiroz a 59 años y 8 meses.
Franco, una joven y popular política brasileña, fue asesinada a tiros el 14 de marzo de 2018 luego de participar en un acto político en el centro de Río de Janeiro y su muerte generó protestas en todo el país.
Quién era Marielle Franco y por qué su asesinato se volvió emblemático
La activista brasileña fue una enérgica defensora de los derechos humanos, según reconstruye CNN Brasil. Se graduó en Sociología en la Universidad Católica de Río y luego obtuvo una maestría en Administración Pública por la Universidad Federal Fluminense.
Ingresó a la política como asesora del entonces diputado estatal Marcelo Freixo, afiliado al Partido Socialismo y Libertad (PSOL), con quien participó en la Comisión de Defensa de los Derechos Humanos y Ciudadanía de la Asamblea Legislativa de Río de Janeiro. En 2016 fue elegida concejal de la ciudad de Río de Janeiro por el PSOL.
Se identificaba como “mujer, negra, madre y criada en la favela de Maré” y feminista. Dedicó su vida a luchar contra las mafias y defender a las comunidades pobres de Río de Janeiro.
Por todo lo que representaba su lucha, su asesinato generó protestas multitudinarias en todo el país y reclamos de justicia por parte de organismos internacionales de derechos humanos.
En el juicio, Marinete Silva, madre de Franco, dio un testimonio desgarrador en el que habló del vacío que sentía por la muerte de su hija. “Una mujer que se preocupaba por el bienestar de toda la familia”, dijo y contó que Franco ayudaba mucho en su casa, incluso en la crianza de su hermana, Anielle Franco, quien a a principios de 2024 fue nombrada por el presidente Luiz Inácio Lula da Silva como ministra de Igualdad Racial.
También relató que luego del crimen envió un mensaje al celular de su hija ya fallecida. “¡Hija mía! ¿Qué te hicieron?”, decía el mensaje. Un delirio de una madre, de imaginar que todo eso no podría ser verdad. Era el dolor que atravesaba mi pecho en pocos días [después del atentado]”, dijo, visiblemente conmovida.
“Me quitaron una parte de mí. Cada vez que duele, duele mucho”, dijo Silva.
Tras el crimen, Silva creó el Instituto Marielle Franco que tiene “la misión de inspirar, conectar y empoderar a miles de personas jóvenes, negras, LGBTQIA+ y periféricas para seguir moviendo las estructuras de la sociedad”, según detalla en su sitio web.
“Marielle abrió un espacio en la política para quienes nunca se habían sentido representados, sacando luz a las causas de comunidades olvidadas y dedicándose a fortalecer los derechos básicos de quienes más lo necesitaban”, reza la página web, a la vez que reclama que se haga justicia.
Cómo fue el crimen
Franco fue emboscada cuando salía de participar de un evento titulado “Jóvenes Negras Moviendo las Estructuras”, en la Rua dos Inválidos, en Lapa, región central de Río. Viajaba en el asiento trasero de su auto cuando otro vehículo se acercó y uno de los ocupantes disparó desde su interior.
En ese ataque también murió Anderson Gomes, el conductor del vehículo en el que viajaba Franco. Fernanda González Chaves, asesora de Franco, fue la única sobreviviente del atentado y uno de los principales testimonios del juicio.
Según relató en el juicio González Chaves, la noche del crimen ambas iban conversando en el auto cuando escuchó una ráfaga y se agachó. En ese momento, notó que el conductor hizo un gesto de dolor y soltó el volante. El vehículo había recibido impactos de bala, pero seguía en movimiento. “Marielle estaba inmóvil y su cuerpo cayó encima de mí”, detalló la testigo. A continuación, González Chaves, todavía agachada, tiró del freno de mano y bajó gateando del auto. Fue en busca de ayuda y según, relató, pensaba que Franco estaba desmayada. Pidió ayuda, logró enviarle un mensaje a su marido y tiempo después apareció la Policía Militar.
“Mi vida cambió completamente. No hay normalidad. Tuve que salir del país, me orientaron a salir inmediatamente de mi casa”, dijo la testigo
Lessa y de Queiroz fueron arrestados en 2019 y acusados de los delitos de doble homicidio tres veces calificado, intento de homicidio y receptación del vehículo robado utilizado en el crimen. En 2023, la fiscalía informó que, en un acuerdo firmado con el MPRJ, Élcio de Queiroz confesó que conducía el automóvil utilizado en el ataque y confirmó que Ronnie Lessa disparó.
Durante el juicio, Lessa declaró que el móvil del crimen fue económico. “Me enceguecí”, admitió, y dijo que la paga que se le había prometido a cambio de matar a la concejal era de 25 millones de reales (US$ 4.323.690).
“Lo que me dijeron algunas personas es que ella estorbaría, que se interpondría en el camino”, declaró el expolicía. Según Lessa, los autores intelectuales del crimen le dijeron: “[Marielle Franco] Se ha convertido en una piedra en el camino y vamos a proceder debido a eso”.
También declaró que se arrepentía de haber cometido el crimen y pidió perdón a los familiares de Franco y Anderson.
CNN intentó comunicarse con los representantes legales de ambos acusados para obtener comentarios.
En una investigación paralela, hay otras tres personas acusadas de ser autoras intelectuales del crimen. Fueron denunciadas tras la confesión de Lessa, en el marco de un acuerdo de cooperación judicial, según informó la agencia de noticias EFE.
Se trata del diputado federal José “Chiquinho” Brazão, que fue concejal al mismo tiempo que Franco, su hermano Domingos Brazão, funcionario del Tribunal de Cuentas de Río de Janeiro, y el exjefe de la Policía Civil de Río Rivaldo Barbosa. Tanto los hermanos Brazão como Barbosa han negado las acusaciones en su contra. Serán juzgados por la Corte Suprema, aunque aún no hay fecha definida.
Este reporte fue realizado con información de CNN Brasil, EFE e Ivonne Valdés, de CNN Español.