(CNN Español) – Insultos, lanzamiento de objetos y barro. Esta ha sido la bienvenida que algunos vecinos de Paiporta, Valencia, han ofrecido al rey y la reina de España, Felipe VI y Letizia, este domingo al mediodía cuando realizaban su visita en esta localidad gravemente afectada por las inundaciones provocadas por la DANA.
“Nos hemos quedado sin nada”, gritaba uno de los vecinos del municipio en el perímetro de donde se encontraba el rey Felipe VI y según las imágenes que el Canal 24 Horas de la Televisión Española transmitía en vivo.
Asimismo, el rey se enfrentó a cánticos que decían “asesinos”.
Esta situación se ha desarrollado después de que los monarcas se acercaron al puesto de mando avanzado de la localidad para conocer la última hora de las tareas de rescate y recuperación de suministros básicos tras las graves inundaciones, de acuerdo con una publicación en redes sociales de la Casa Real.
En esta oportunidad los reyes estuvieron acompañados por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón.
Después de posar para una foto, algunas personas empezaron a lanzar insultos contra el rey y Mazón. La multitud se abalanzó sobre el rey, que intentó protegerse con un paraguas.
Enfrentado a un residente, Felipe mantuvo la calma y bajó su paraguas para escuchar lo que decía mientras la Policía luchaba por controlar a los congregados. La reina Letizia también habló con los furiosos residentes y parecía visiblemente conmocionada, sujetándose la cabeza con las manos.
El canal de la Casa Real en redes sociales difundió un video tras la protesta, en el que se ve al rey y a la reina abrazando a residentes consternados. Un hombre cayó llorando en brazos del rey y en otra imagen se ve al monarca abrazando a dos mujeres que lloran.
No es habitual que un rey español se enfrente de cerca a una ira tan feroz. Felipe es una figura relativamente popular, que ascendió al trono tras la abdicación de su padre.
El enfado parecía dirigirse en gran medida contra Sánchez y Mazón, que se marcharon antes de tiempo aunque el rey insistió en quedarse a pesar del caos.
La oficina de Sánchez dijo en un comunicado que el presidente del Gobierno había sido trasladado, siguiendo el protocolo de seguridad. En una declaración en X, Mazón dijo que entendía el enfado y elogió la conducta “ejemplar” del rey.
Se ha confirmado la muerte de al menos 211 personas a causa de las inundaciones, y la cifra podría aumentar. Una de las últimas víctimas mortales confirmadas es una mujer de 70 años cuyo cadáver fue encontrado a más de 12 kilómetros de su casa.
La lenta y descoordinada respuesta a la crisis ha enfurecido a muchos valencianos.
El sábado, Sánchez ordenó el envío de 5.000 soldados más para ayudar en las tareas de salvamento en las zonas inundadas y calificó la tormenta de “peor desastre natural” de la historia de la Comunidad Valenciana.
Sánchez respondió al enojo y la frustración por la lenta respuesta de las autoridades, admitiendo que “no es suficiente”.
“Lo sé. Sé que hay graves problemas y carencias”, dijo. “Que todavía hay servicios colapsados. Municipios sepultados por el barro. Gente desesperada buscando a sus familiares. Personas que no pueden acceder a sus casas. Viviendas destruidas y sepultadas por el barro. Sé que tenemos que hacerlo mejor y que tenemos que darlo todo”.
Parte del problema ha sido político. Mazón y Sánchez son de partidos diferentes y, según el sistema político español, el gobierno federal no puede liberar fondos y recursos de emergencia sin la autorización de un gobierno regional. Esto no ocurrió hasta el sábado, cuatro días después de las inundaciones.
Mientras tanto, miles de voluntarios respondieron a la petición de ayuda del gobierno provincial para retirar los escombros de las inundaciones. Las autoridades no parecían preparadas y se vieron desbordadas, quedándose rápidamente sin suministros y luchando por encontrar más autobuses para transportar a la gente.
Voluntarios esperaron horas y luego fueron rechazados, lo que frustró a muchos. Pedro de Juan, de 18 años, solo había visto escenas como esta en las películas, pero se presentó antes de las 7 a.m. para subir a los autobuses de voluntarios. Expresó la frustración que muchos sienten.
“Es increíble cómo el gobierno dice que sí, que no es culpa nuestra. Es culpa de otros. Pero en este momento tenemos que juntar nuestras manos y ayudarnos unos a otros”, dijo a CNN el sábado mientras esperaba en la fila.
“Los militares y la Policía están ayudando, pero no tanto como esperábamos y llevan días de retraso”.