Llamado a la Tierra es una serie editorial de CNN comprometida con reportar los desafíos ambientales que enfrenta nuestro planeta, además de mostrar las soluciones a esos retos. La Iniciativa Perpetual Planet, de Rolex, se ha asociado con CNN para crear conciencia y educación sobre los asuntos de sostenibilidad claves y para inspirar acciones positivas.
(CNN Español) – El impacto de nuestros viajes en el medio ambiente es ineludible, pero se puede minimizar. Desde el destino hasta los regalos que queramos comprar, pasando por los medios de transporte utilizados, tenemos cierto margen de elección. Podemos orientarnos hacia un turismo más sostenible.
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La definición de turismo sostenible es muy sencilla: se trata aquel que “tiene plenamente en cuenta las repercusiones actuales y futuras, económicas, sociales y ambientales para satisfacer las necesidades de los visitantes, de la industria, del entorno y de las comunidades anfitrionas”, dice la Organización Mundial del Turismo.
A continuación, te dejamos cuatro consejos para tener en cuenta a la hora de planificar y realizar viajes más respetuosos con el medio ambiente y las comunidades locales.
Planifica bien: la elección del destino, el alojamiento y el proveedor
Un viaje respetuoso con el medio ambiente empieza con una buena planificación.
Tal como explica el Consejo Global de Turismo Sostenible (GSTC, por sus siglas en inglés), al momento de elegir el destino, el alojamiento y los proveedores de servicios (en caso de que vayas a contratar traslados, visitas guiadas, etc.) puedes investigar cuán sostenibles son. ¿Qué sería un destino sostenible? Aquel que, por ejemplo, maximiza los beneficios de la actividad turística para las comunidades locales y el medio ambiente y minimiza los impactos negativos que necesariamente se generan por la llegada de viajeros.
Existen múltiples plataformas online que te permiten encontrar destinos sostenibles y reservar alojamientos y servicios certificados por su gestión ambiental. Puedes consultar algunas en esta guía recomendada por el GSTC.
No se trata solo de a dónde vayas, sino de cómo llegues (y te desplaces) allí
Viajar por avión es una de las actividades más intesivas desde el punto de vista de las emisiones de carbono. Y ese no es el único problema que presenta este medio de transporte. Al CO2 se le suman las llamadas estelas de condensación (el vapor de agua de los tubos de escape de los aviones) y la emisión de otros gases contaminantes. Como resultado, los viajes aéreos son responsables de alrededor del 4% del calentamiento global hasta la fecha, según Our World in Data.
Evitar los aviones, por tanto, puede reducir la huella de carbono de tus viajes. Sin embargo, evidentemente esto no es posible en todos los casos. Si viajas en avión, no obstante, hay acciones que pueden minimizar el impacto, dice WWF, como seleccionar vuelos directos, elegir aviones con mayor eficiencia energética o compensar las emisiones que generan tus viajes con la compra de créditos de carbono acreditados.
Una vez que llegues a tu destino, también puedes cuidar el impacto de tus desplazamientos. Por regla general, es conveniente elegir los transportes públicos por encima de los privados. Y, por supuesto, la bici siempre es aliada del cuidado del medio ambiente.
Beneficia a las comunidades locales
“Trata de visitar regiones donde la población local esté capacitada para administrar sus tierras y recursos naturales, como la vida silvestre, los parques y las áreas marinas protegidas”, dice WWF, lugares “donde el dinero del turismo pueda beneficiar directamente a la economía local y pueda influir en un cambio positivo”.
Y cuando visites entornos naturales, pon especial atención en cómo te comportas. Esto implica desde no tocar ni alimentar animales salvajes a ser cuidadoso en que no quede ningún residuo de tu visita por el camino. Se resume en no dejar rastros: que tu visita no altere negativamente el entorno.
Cuidado con los souvenirs de flora y fauna silvestre
Abrigos y bolsos, joyas, productos de belleza, souvenirs: en muchos países se vende a los turistas productos hechos de flora y fauna silvestres y, al momento de evaluar su compra, hay que tener especial cuidado. Debes estar seguro de que no se trata de productos de especies protegidas cuya comercialización ponga en riesgo su preservación ni sea directamente ilegal.
“Que algo esté a la venta no significa que sea legal llevárselo a casa. Algunos de estos productos pueden estar fabricados con animales o plantas protegidos y su exportación o importación puede ser ilegal”, advierte al respecto una guía del Servicio Federal de Pesca y Vida Silvestre de EE.U. y varias organizaciones que promueven el cuidado del medio ambiente.
La agencia recuerda que la mayoría de países tienen leyes nacionales para la protección de sus especies y que existe una Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres firmada por más de 180 naciones con ese mismo objetivo.
Algunos ejemplos concretos: está prohibido el comercio internacional de productos derivados de tortugas marinas, así como el comercio de artículos fabricados con pieles o partes de la mayoría de los felinos salvajes del mundo, incluidos tigres, jaguares y leopardos. Puedes consultar más detalles aquí.