Guatemalan illegal immigrants deported from the United States wait walk along the tarmac upon their arrival back to Guatemala on November 7, 2008 in Guatemala City. Guatemala's President Alvaro Colom hopes that the dossier about migration moves forward during the administration of recently elected United States President, Barack Obama, in view of the increasing number of deportations. In 2008, more than 24,000 Guatemalans have been deported. AFP PHOTO/Eitan Abramovich (Photo by EITAN ABRAMOVICH / AFP) (Photo by EITAN ABRAMOVICH/AFP via Getty Images)
¿Quiénes son los inmigrantes apuntados por Trump para su plan de deportaciones?
04:25 - Fuente: CNN

Athens, Georgia (CNN) – En los nueve meses desde que Laken Riley fue asesinada mientras trotaba en la Universidad de Georgia (UGA), su muerte se convirtió en un pararrayos sobre el crimen y la inmigración ilegal y proyectó una sombra ominosa sobre la ciudad universitaria de Athens.

Ahora, un juez decidirá el destino de José Antonio Ibarra, el inmigrante indocumentado acusado de asesinato y agresión con agravantes con intención de violación en relación con la muerte de Riley el 22 de febrero. Ibarra, de 26 años, renunció a su derecho a un juicio con jurado durante una vista judicial celebrada esta semana.

El resultado del caso repercutirá más allá de las paredes del tribunal. Tanto republicanos como demócratas invocaron la historia de Riley en actos políticos, y las comunidades de inmigrantes de Athens están divididas por el descontento que se ha desatado.

Riley, una estudiante de enfermería de 22 años en el campus de Athens de la Universidad de Augusta, salió a trotar por la mañana en una zona boscosa del campus de la UGA. Ibarra golpeó a Riley en la cabeza con una piedra varias veces y la asfixió, según su acusación.

Ibarra, de nacionalidad venezolana, también enfrenta cargos bajo la ley “Peeping Tom” (o del “mirón”) de Georgia por supuestamente haber ido a un edificio de apartamentos de la UGA el mismo día del asesinato, mirando a través de la ventana y espiando a una estudiante, de acuerdo con la acusación.

Ibarra fue acusado de 10 cargos: homicidio premeditado, tres cargos de homicidio con agravantes, secuestro con lesiones corporales, asalto agravado con intención de violar, agresión agravada, obstrucción de una persona que realiza una llamada de emergencia, manipulación de evidencia y “Peeping Tom”, según la acusación.

La defensa y la fiscalía acordaron el martes un juicio sin jurado, lo que significa que el juez, no un jurado, escuchará pruebas y testimonios y decidirá el destino de Ibarra. El juez del Tribunal Superior H. Patrick Haggard dijo que el juicio comenzará la mañana de este viernes y probablemente continuará el lunes.

Si Ibarra es condenado por los cargos más graves, los fiscales tienen la intención de pedir una sentencia de cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, según los registros judiciales.

No está claro por qué la fiscalía no está buscando la pena de muerte contra Ibarra. Durante la audiencia del martes, el juez prohibió a los abogados y al acusado hablar con los medios.

El sospechoso del asesinato de Laken Riley fue arrestado en 2022 por entrada ilegal a EE.UU.

El sospechoso entró ilegalmente a EE.UU. y fue arrestado anteriormente

El historial de Ibarra en Estados Unidos provocó indignación entre los políticos. Dicen que las políticas fronterizas fallidas y las leyes laxas contribuyeron a la muerte de Riley.

Ibarra fue detenido en 2022 tras entrar ilegalmente en EE.UU. y fue “puesto en libertad condicional y liberado para su posterior procesamiento”, dijo el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de EE.UU. (ICE, por sus siglas en inglés).

También fue arrestado por la policía de la ciudad de Nueva York en septiembre de 2023 y acusado de “actuar de manera que lesionara a un menor de 17 años y de infracción del permiso de conducir”, afirmó el ICE en un comunicado de prensa. Pero la policía liberó a Ibarra “antes de que se pudiera emitir una orden de detención”, detalló el ICE.

Cuando se le preguntó sobre el arresto y la liberación de Ibarra en la ciudad de Nueva York en ese momento, la policía de Nueva York señaló que no tenía un registro de su arresto. La oficina de información pública de la Policía de Nueva York, en un correo electrónico a CNN el miércoles, reiteró que “no hay arrestos (de Ibarra) en el archivo”.

Para febrero de 2024, Ibarra vivía en Athens, Georgia, sede de la Universidad de Georgia.

La policía comenzó a buscar a Riley después de recibir una llamada alrededor del mediodía del 22 de febrero de un amigo que declaró que Riley no había regresado de su trote en los campos intramuros de la UGA esa mañana, dijo el jefe de policía de la UGA, Jeff Clark. Menos de una hora después, el cuerpo de Riley fue encontrado cerca de un lago.

La policía conectó a Ibarra con el asesinato de Riley utilizando imágenes de cámaras de seguridad del campus, evidencia física y aportes clave de la comunidad, dijo Clark.

Ibarra fue arrestado el día después de la muerte de Riley. Los investigadores señalaron que no hay evidencia de que él y Riley se conocieran, y la policía describió el asesinato como un “crimen de oportunidad”.

Los datos revisados por CNN sugieren que no hay una conexión significativa entre la inmigración y un aumento en la tasa de criminalidad.

Pero la muerte de Riley se convirtió en un tema político para ambos lados del espectro.

Indignación política y nueva legislación

El presidente electo republicano Donald Trump culpó a las políticas de inmigración de la administración Biden por contribuir a la muerte de Riley. En los meses previos a su segunda elección, Trump prometió deportaciones a gran escala de migrantes indocumentados.

Los padres de Riley asistieron a un mitin de Trump en marzo y se reunieron con él detrás del escenario, dijo el codirector de campaña Chris LaCivita.

El gobernador de Georgia, Brian Kemp, dijo que las “políticas fallidas de Biden han convertido a cada estado en un estado fronterizo”.

“La trágica muerte de Laken Riley conmovió los corazones de los georgianos en todas partes y ha provocado indignación nacional”, publicó el gobernador republicano en X dos días después de la muerte de Riley.

Los demócratas también involucraron la muerte de Riley en discursos políticos. Mientras hacía campaña por la candidata presidencial Kamala Harris en octubre, el expresidente Bill Clinton, apoyando el intento de Biden de asegurar la frontera, criticó a Trump por desbaratar un proyecto de ley bipartidista de seguridad fronteriza a principios de este año.

El proyecto de ley se estancó en enero cuando la oposición de Trump llevó a que el apoyo republicano se erosionara. Durante su campaña presidencial, Harris prometió revivir el proyecto de ley y firmarlo como ley si fuera elegida.

Clinton dijo que el proyecto de ley habría llevado a un “control total antes de que las personas ingresaran” en la frontera entre Estados Unidos y México.

“Ahora, Trump mató el proyecto de ley”, dijo Clinton, antes de citar la muerte de Riley.

“Tienes un caso en Georgia no hace mucho tiempo, ¿verdad? Hicieron un anuncio al respecto, una joven que fue asesinada por un inmigrante. Sí, bueno, si todos hubieran sido debidamente controlados, probablemente eso no habría sucedido”, dijo Clinton.

Durante el discurso del Estado de la Unión de Joe Biden en marzo, la representante Marjorie Taylor Greene interrumpió al presidente y pidió que reconociera la muerte de Riley.

Una foto de archivo sin fecha de Laken Riley. (Obtenida por CNN).

Biden respondió mostrando un botón que decía: “Di su nombre LAKEN RILEY”.

“Lanken (Laken) Riley, una joven inocente que fue asesinada por un ilegal”, dijo Biden. “¿Pero cuántas miles de personas están siendo asesinadas por legales? A sus padres, les digo: Mi corazón está con ustedes Habiendo perdido hijos yo mismo, lo entiendo”.

Biden dijo después a MSNBC que debería haber usado el término “indocumentado” en lugar de “ilegal”.

Luke Winkler, el presidente de los Republicanos Universitarios de la UGA, declaró que conocía a Riley. Dijo que cree que las circunstancias que llevaron a la muerte de Riley “fueron una combinación de fallas a nivel local y fallas a nivel federal”.

En los meses posteriores a la muerte de Riley, varios estados aprobaron nuevas leyes sobre la aplicación de la inmigración.

En mayo, Georgia promulgó una ley que requiere que los funcionarios locales y estatales verifiquen el estado migratorio de las personas mayores de 18 años que han sido arrestadas, que están detenidas o que un “oficial tiene causa probable para creer” que han cometido un delito.

Las agencias de aplicación de la ley locales que no cooperen con los funcionarios de inmigración podrían perder fondos estatales, y los funcionarios locales que no trabajen con las autoridades de inmigración podrían enfrentar cargos por delitos menores.

El gobernador republicano de Tennessee, Bill Lee, firmó un proyecto de ley similar en abril que requiere que las fuerzas del orden informen a los funcionarios federales sobre el estado migratorio de una persona bajo custodia y cooperen con los esfuerzos para detener y expulsar a los inmigrantes indocumentados del país.

Y el gobernador republicano de Florida, Ron DeSantis, firmó tres nuevos proyectos de ley en marzo dirigidos a los migrantes indocumentados. Aumentan la sentencia máxima para las personas que conducen ilegalmente sin licencia; aumentan las penas por un delito cometido por una persona que regresa al país después de la deportación; y establecen que Florida no reconocerá las identificaciones emitidas a migrantes indocumentados.

Los inmigrantes cerca de la UGA tienen opiniones diferentes sobre la retórica política

La diversidad de Athens, una comunidad de aproximadamente 130.000 personas en el noreste de Georgia, se ejemplifica por la variedad de opiniones sobre el caso de Riley.

La dueña de un negocio, Elle Lewis, dijo que el vitriolo político tras la muerte de Riley ha alimentado el odio antiinmigrante, incluso contra aquellos que están legalmente en los EE.UU.

“Me preocupa mucho la seguridad de las personas que se parecen a mí”, dijo Lewis, una inmigrante de Jamaica.

“La gente realmente ha gritado a mi amiga, que es latina. Pero ella nació aquí… le han gritado (en) su coche”, dijo Lewis. “Alguien ha escupido a mi amiga… porque es china. Así que se ha vuelto realmente exagerado”.

Elle Lewis William Walker. (CNN).

Lewis afirmó que Riley “se ha convertido en un faro” para una retórica política tan intensa que casi ha eclipsado la tragedia de su muerte.

“Su padre habló y pidió a la gente que dejara de utilizarla como tema de debate político, y no ha parado”, dijo Lewis. “Han explotado la muerte de esta joven”.

El padre de Riley, Jason Riley, dijo a NBC News en marzo que se sentía “enojado” porque el caso de su hija ha sido “utilizado políticamente para obtener esos votos”. Aunque dijo que apoya a Trump y la necesidad de asegurar la frontera sur, el padre de Riley dijo a NBC que preferiría que la muerte de su hija “no fuera tan política”.

Pero Christian Andrade, un estudiante de último año en UGA que proviene de una familia de inmigrantes mexicanos, dijo que la retórica de los políticos no le molesta.

Christian Andrade William Walker/CNN

“Sé que no represento a todos los miembros de la comunidad latina”, afirmó. “(Pero) realmente no me afecta. … Sé que soy un ciudadano. No pueden echarme”.

En cuanto a algunas de las recientes críticas de los republicanos, “lo veo como que están intentando proteger a su país. Para ellos, eso es realmente un problema”, expresó Andrade.

“Hubo un inmigrante indocumentado que (presuntamente) asesinó a una mujer que corría por el bosque. Ella solo iba a correr por el bosque”, dijo. “Yo diría que esta situación me ha afectado más al escuchar que mis amigas que son chicas no se sienten seguras. Así es como me está afectando más, para ser honesto”.

Sin embargo, Andrade es consciente de que incluso los ciudadanos latinos de Estados Unidos como él podrían sufrir las consecuencias de las creencias antiinmigrantes.

“Cuando me enteré de que había sido un inmigrante indocumentado el que (presuntamente) había cometido el asesinato, pensé: ‘Hombre, ahora esto da a la gente una razón para hablar mal de los míos, de mi gente’”, dijo Andrade.

“Desde pequeño he sabido que la gente podría mirarme de cierta manera”, dijo. “Ya soy moreno. Ya soy mexicano… Tengo que mantenerme al más alto estándar solo para que me consideres junto con los demás”.

“Perdimos una de las luces más brillantes”

La muerte de Riley devastó tanto a las comunidades de la UGA como a la Universidad de Augusta. Fue estudiante de la UGA hasta mayo de 2023 antes de estudiar enfermería en el campus del Colegio de Enfermería de Augusta en Athens.

Los dolientes lamentan la muerte de Laken Riley en una vigilia en el campus de la Universidad de Georgia el 26 de febrero. WANF

En una vigilia copatrocinada por la hermandad Alpha Chi Omega de Riley en la UGA, la presidenta de la hermandad dijo: “Perdimos una de las luces más brillantes que ha habido. Este campus y nuestra hermandad nunca serán los mismos sin Laken Riley.”

El Colegio de Enfermería de la Universidad de Augusta dijo que Riley era una “futura enfermera prometedora” cuya “compasión y cuidado por los demás es evidente”.

Riley acababa de entrar en la lista del decano de otoño y recibió su bata blanca honoraria, “símbolo de humanismo, compasión y el comienzo de su viaje como enfermera”, dijo la universidad de enfermería en Facebook. Estaba previsto que se graduara en 2025.

“El Colegio de Enfermería echará de menos el espíritu de Laken en el campus, y nuestros corazones están con su familia y amigos», dice el comunicado. “Sabemos que habría sido una enfermera maravillosa, y su fallecimiento es una pérdida para la profesión y las comunidades a las que habría servido amablemente”.

La hermana menor de Riley, Lauren Phillips, recordó a su “mejor amiga” en una publicación de Instagram.

“La mejor hermana y mi mejor amiga incorporada desde el primer segundo”, escribió. “No estoy segura de cómo voy a hacer esto pero todo va a ser para ti a partir de ahora. No puedo esperar a darte el abrazo más grande algún día. Te echaré de menos y te querré siempre Laken”.

Shawn Nottingham, Eric Levenson, Priscilla Álvarez, Rafael Romo, Kaanita Iyer, Jason Morris, David J. López, Elizabeth Wolfe, Kate Sullivan y Steve Conterno, de CNN, han contribuido a este reportaje.