A la izquierda se muestra el ejemplar congelado de Homotherium latidens, la primera momia conocida de un felino dientes de sable. A la derecha se muestra una tomografía computarizada de su esqueleto. Crédito: cortesía del profesor Alexey V. Lopatin

(CNN) –– El descubrimiento en Siberia de un cachorro de tigre momificado genera gran entusiasmo entre los paleontólogos, ya que se trata de la primera momia conocida de un felino dientes de sable. La excepcional conservación de la momia proporcionó la primera visión de cómo eran los felinos dientes de sable. En sus tejidos blandos hay pistas sobre dónde eran más voluminosos los músculos del felino y cómo eso pudo haber dado forma a su estilo de caza.

El cadáver estaba cubierto por abundante pelo y carne momificada, y su cara, extremidades anteriores y torso estaban casi intactos, informaron los científicos el jueves en la revista Scientific Reports. El pelaje marrón oscuro del cachorro era corto pero muy grueso y medía entre 20 y 30 milímetros de largo. Su pelaje también era sorprendentemente suave, dijo el autor principal del estudio, Alexey V. Lopatin, miembro de pleno derecho de la Academia Rusa de Ciencias en Moscú e investigador principal y director del Instituto Paleontológico Borissiak de la academia.

“Es una sensación fantástica ver con tus propios ojos la apariencia de un animal extinto hace mucho tiempo”, dijo Lopatin a CNN en un correo electrónico. “Especialmente cuando se trata de un depredador tan interesante como el gato dientes de sable”. Estos carnívoros extintos, que son parientes lejanos de los grandes felinos modernos, son conocidos por sus caninos largos y afilados, que podrían medir hasta 20 centímetros de largo.

La momia es la primera evidencia en Asia de la especie de felino dientes de sable Homotherium latidens, dijo Lopatin, aunque previamente se habían encontrado huesos fosilizados en zonas de los Países Bajos y en el Yukón canadiense. Otros tipos de momias congeladas de la Edad de Hielo, como los rinocerontes lanudos y los mamuts, se conocieron en la región siberiana de Yakutia en Rusia.

Pero los gatos momificados, en comparación, “son extremadamente raros”, dijo Lopatin. Antes de este descubrimiento, solo se conocían dos momias de gatos, ambas cachorros del león cavernario Panthera spelaea de la cuenca del río Uyandina, en Yakutia.

“Ahora hemos añadido el cachorro de Homotherium a esta lista”, dijo Lopatin. La extracción de ADN de la momia será un próximo paso importante para la comprensión de esta especie, al igual que un examen más detallado del esqueleto, los músculos y el pelo de la momia, agregó.

Las imágenes resaltan las diferencias en la apariencia externa de las cabezas de dos ejemplares cachorros de 3 semanas de edad: el Homotherium latidens (felino dientes de sable) momificado en la parte superior y el Panthera leo (león moderno) debajo. Crédito: cortesía del profesor Alexey V. Lopatin.

“Sin palabras”

El paleontólogo Jack Tseng, que estudia la anatomía de los mamíferos extintos y no participó en el descubrimiento, se quedó “sin palabras” cuando se percató del “tesoro de información que podría surgir de este descubrimiento singular”, dijo a CNN.

“Es raro encontrar huesos de este linaje, y mucho menos tejido blando asociado a él”, dijo Tseng, profesor asociado del departamento de biología integrativa de la Universidad de California, Berkeley. “No sé si otros paleontólogos están tan sorprendidos como yo, pero es como si la realidad cambiara ahora que hemos visto esto”.

El cachorro fue preservado en el permafrost cerca del río Badyarikha en el noreste de Yakutia, y los excavadores de Yakutia encontraron la momia en 2020 mientras buscaban colmillos de mamut bajo la supervisión de paleontólogos de Yakutia, le dijo Lopatin a CNN en un correo electrónico. La datación por radiocarbono reveló que el cachorro tenía al menos 35.000 años y vivió durante la última parte del Pleistoceno (entre 2,6 millones y 11.700 años atrás).

Los autores del estudio escribieron que la conservación de las extremidades anteriores del cachorro fue extraordinaria. Sus patas delanteras incluso conservaron las garras y las almohadillas ovaladas y carnosas en la parte inferior de la pata, a las que los admiradores de los gatos modernos llaman cariñosamente “frijoles”.

En la imagen se muestran las patas delanteras de cachorros de felino grande de 3 semanas de edad. Las imágenes A, B y C muestran vistas del espécimen momificado de Homotherium latidens: A es una garra del pulgar; B, una garra del segundo dedo; y C, una vista plantar. D muestra la vista plantar de la pata delantera derecha de un espécimen de Panthera leo. Crédito: cortesía del profesor Alexey V. Lopatin.

Orígenes arcaicos de los gatos

Junto con la momia parcial, también se encontraron huesos articulados de la pelvis y las extremidades traseras del cachorro encerrados en hielo. Con base en comparaciones con la anatomía del cachorro de león y el análisis del crecimiento de los incisivos del cachorro momificado, los científicos estimaron que el cachorro tenía alrededor de tres semanas cuando murió.

Sin embargo, la momia también mostró que los cachorros con dientes de sable diferían dramáticamente de los cachorros de león modernos de una edad similar, dijo Lopatin. Su pelaje era más oscuro y sus orejas eran más pequeñas que las de los cachorros de león; tenía extremidades anteriores más largas, una abertura bucal más grande y un cuello más macizo. La altura del labio superior de la momia es más del doble de la de un cachorro de león moderno, probablemente para que su labio pudiera cubrir los largos caninos superiores una vez que crecieran, según Lopatin.

Su pata también es más circular que la de un cachorro de león; de hecho, su forma se asemeja más a la de un oso, añadió Tseng. Los osos son conocidos por utilizar sus poderosos antebrazos para excavar a través de los árboles y la maleza en busca de alimento; el tamaño y la forma de las patas y las extremidades delanteras del cachorro momificado sugieren que un Homotherium adulto también podría haber dependido de sus antebrazos, tal vez utilizándolos para inmovilizar a sus presas, dijo.

“La idea sobre los felinos dientes de sable es que necesitaban algún tipo de ayuda del resto del cuerpo, que no se trata solo de una técnica de caza de cabeza”, dijo Tseng. “Y el antebrazo ha sido uno de los objetivos de la investigación en el que se ha pensado. ¿Tienen un amortiguador en sus antebrazos en comparación con los grandes felinos modernos de tamaños similares porque necesitan un antebrazo para ayudar a estabilizar a sus presas y poder usar el sable?”

Los nuevos hallazgos de la momia revelan que los cachorros de dientes de sable diferían drásticamente de los cachorros de león modernos de una edad similar. La imagen de arriba resalta las diferencias en los cráneos de los Homotherium latidens (A, B) y Panthera leo (C, D) momificados a las tres semanas de edad. Crédito: cortesía del profesor Alexey V. Lopatin.

Hasta ahora, los científicos formularon hipótesis sobre la anatomía del felino dientes de sable escaneando fósiles y modelando digitalmente los músculos de los animales en 3D, pero eso no se compara con ver una de esas extremidades “en carne y hueso”, dijo Tseng. “Creo que hace que parezca más posible que estos dientes de sable hubieran usado sus antebrazos”.

Y no es solo la anatomía de la momia de Homotherium lo que la hace tan especial: el descubrimiento también proporciona una visión única de la historia evolutiva de todo el grupo felino, dijo Tseng. El análisis genético previo del ADN de los fósiles de Homotherium mostró que el género se separó de otros felinos antiguos hace unos 18 millones de años. El cachorro no solo es el único ejemplo momificado del género Homotherium, sino que “representa una parte de ese árbol genealógico de los gatos que se remonta casi al origen de la familia de los gatos”, dijo.

“Eso incrementa lo alucinante que es este descubrimiento”.

Mindy Weisberger es una escritora científica y productora de medios cuyo trabajo apareció en Live Science, Scientific American y la revista How It Works.