(CNN) — El fiscal de Distrito de Manhattan dijo este martes que aceptará posponer la sentencia contra Donald Trump para darles tiempo de litigar la esperada moción del presidente electo de Estados Unidos para desestimar el caso de pagos por silencio.
En una carta al juez Juan Merchán, la Oficina del Fiscal de Distrito también reconoció que es probable que Trump no reciba su sentencia “sino hasta después del final del próximo mandato presidencial del acusado”. Pero el fiscal de Distrito dice que la condena por delito grave de Trump debe mantenerse.
Los acontecimientos culminan un giro histórico y sin precedentes para el destino legal y político de Trump. Hace un año, Trump se enfrentaba a cuatro acusaciones distintas. Ahora que se prepara para volver a ocupar la Casa Blanca, la estrategia de los abogados de Trump para tratar de llevar todos sus casos más allá de las elecciones de 2024 demostró ser un gran éxito, con los dos casos federales a punto de cerrarse, el caso del estado de Georgia inactivo desde hace mucho tiempo y el caso de Nueva York a punto de terminar sin una sentencia.
Trump fue condenado en mayo por 34 cargos de falsificación de registros comerciales sobre los pagos realizados a su entonces abogado Michael Cohen para reembolsar un pago de US$ 130.000 por silencio realizado a la estrella de cine para adultos Stormy Daniels para evitar que hablara sobre una supuesta aventura antes de las elecciones de 2016 (Trump ha negado el romance).
En la carta a Merchan, el fiscal de Distrito de Manhattan argumentó que el juez no debería desestimar la condena de Trump.
“Ninguna ley actual establece que la inmunidad temporal de un presidente requiera la desestimación de un proceso penal posterior al juicio que se inició en un momento en que el acusado no tenía inmunidad penal y que se basa en una conducta oficial por la que el acusado tampoco tiene inmunidad”, escribió la Oficina del Fiscal de Distrito.
En un comunicado, el portavoz de Trump, Steven Cheung, calificó el caso de “victoria total y definitiva para el presidente Trump”.
Merchan tenía previsto pronunciarse la semana pasada sobre si anulaba la condena basándose en la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos de este verano de que Trump debe recibir una amplia inmunidad por los actos oficiales durante su mandato y que los actos oficiales no pueden ser utilizados como prueba en un juicio penal.
Pero la Oficina del Fiscal del Distrito reconoció las “circunstancias sin precedentes” de la elección de Trump como presidente, y el fallo de Merchan fue pospuesto.
Los abogados de Trump han argumentado que la sentencia debería ser desestimada tanto por la decisión sobre la inmunidad presidencial como porque está a punto de regresar a la Casa Blanca.
“La suspensión, y la desestimación, son necesarias para evitar impedimentos inconstitucionales a la capacidad del presidente Trump para gobernar”, escribió el abogado de Trump, Emil Bove, en correos electrónicos intercambiados con el tribunal y la Oficina del Fiscal de Distrito este mes. Trump eligió a Bove para ocupar un puesto de alto rango en el Departamento de Justicia en su nuevo gobierno.
Elie Honig, analista legal senior de CNN y exfiscal, dijo que el aplazamiento de la sentencia de Trump era un resultado inevitable tras su elección.
“El reloj se agotó”, dijo Honig. “Nos gusta decir que ninguna persona está por encima de la ley en este país, pero el hecho es que una persona en gran medida lo está, y ese es el presidente, debido al fallo de inmunidad y debido a la política del Departamento de Justicia” de que un presidente en ejercicio no puede ser procesado.
“Es la cruda realidad del funcionamiento de nuestro sistema”, añadió.
Carrie Cordero, analista de seguridad nacional de CNN, señaló que el hecho de que el Departamento de Justicia considere desde hace tiempo que los presidentes no pueden ser procesados coloca a Trump en una posición única como presidente electo.
“Sea o no esa la intención de los votantes, ese es el resultado práctico”, dijo.
La sentencia se retrasó dos veces antes de las elecciones
Trump fue acusado por Alvin Bragg, fiscal de Distrito de Manhattan, la pasada primavera, la primera de las cuatro acusaciones a las que se enfrentaría en 2023.
Sería finalmente el único caso contra Trump que iría a juicio: el caso federal de subversión electoral se retrasó indefinidamente por la sentencia de inmunidad de la Corte Suprema; un juez federal designado por Trump desestimó el caso de los documentos clasificados; y el caso de Georgia se ha estancado en medio de un empuje de Trump y sus coacusados para que el fiscal de Distrito del condado de Fulton sea removido del caso.
Un jurado de Manhattan declaró a Trump culpable de los 34 cargos de delito grave tras un juicio de dos meses.
Pero la sentencia de Trump, originalmente prevista para julio, se retrasó dos veces después de que la decisión de inmunidad de la Corte Suprema llevó a los abogados de Trump a presentar una moción para anular la condena. Ese esfuerzo, junto con otras tácticas, incluido el intento de trasladar el caso a un tribunal federal, retrasó aún más el proceso y llevó a Merchan a aplazar la decisión sobre la sentencia y el fallo sobre la inmunidad hasta después de las elecciones de noviembre.
Los abogados de Trump han argumentado que la condena debería anularse porque la fiscalía se basó en pruebas relacionadas con los actos oficiales de Trump como presidente durante su primer mandato, que no deberían haberse presentado al jurado en el juicio.
La oficina de Bragg ha dicho que la condena de Trump debe mantenerse y que las pruebas presentadas en el juicio fueron “abrumadoras”.