(CNN) — El propulsor del cohete Super Heavy estaba programado para hacer otro aterrizaje impresionante, ya que fue atrapado en el aire por la torre de lanzamiento Mechazilla de SpaceX el mes pasado. Sin embargo, SpaceX optó por aterrizar el propulsor en el golfo de México.
La compañía sorprendió al público cuando logró aterrizar el propulsor Super Heavy después del vuelo durante su primer intento en octubre. Pero eso no era necesario hoy, y SpaceX siempre ha dicho que evaluaría los datos de vuelo y tomaría una decisión sobre un intento de aterrizaje basado en datos de vuelo en tiempo real.
SpaceX no dio una razón aparte de decir que se cumplió el criterio para intentar la captura. Aun así, el Super Heavy probó su maniobra de aterrizaje, aunque sobre el agua. Eso permite a los ingenieros de SpaceX recopilar datos, sumando a un creciente cúmulo de información que podría ayudar a informar a los empleados sobre cómo mejorar para el próximo vuelo.
No obstante, la nave espacial superior Starship se ha separado del Super Heavy, encendió sus propios motores y continúa surcando el espacio.
A diferencia del vuelo de prueba de octubre, SpaceX intentará llevar la nave espacial a sus límites. El objetivo es utilizar este escenario real para determinar exactamente cómo y cuándo Starship podría fallar en situaciones futuras cuando SpaceX deba ser más cuidadoso, es decir, en situaciones donde haya humanos o satélites a bordo.
Eso significa que Starship puede no llegar al océano en una sola pieza, o al menos no tan elegantemente como lo hizo durante el último lanzamiento de prueba.
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, asistiría al evento en las instalaciones de la empresa en la base estelar de Brownsville, Texas, según tres personas familiarizadas con sus planes. Se esperaba que Trump estuviera acompañado por el CEO de SpaceX, Elon Musk, en otro ejemplo del creciente papel de Musk en la órbita de Trump.
El desarrollo de Starship, un sistema de lanzamiento reutilizable
La Administración Federal de Aviación (FAA, por sus siglas en inglés), que concede licencias para el lanzamiento de cohetes comerciales, declaró que no tuvo que emprender el largo proceso de revisión de una alteración de la licencia de lanzamiento porque se esperaba que la trayectoria de vuelo del lanzamiento de prueba de esta semana se asemeje mucho a la de un vuelo de prueba anterior.
“La FAA determinó que SpaceX cumplía todos los requisitos de seguridad, medioambientales y otros requisitos de licencia para el vuelo de prueba suborbital”, dijo la agencia en un comunicado. “La FAA determinó que los cambios solicitados por SpaceX para (el vuelo de prueba de este martes) están dentro del alcance de lo que se ha analizado previamente”.
El quinto vuelo de prueba integrado de Starship se lanzó el 13 de octubre. Atrajo la atención internacional gracias al ambicioso intento de SpaceX de maniobrar el Super Heavy de 71 metros de altura para devolverlo a una gigantesca estructura de aterrizaje después de que el propulsor se desprendiera de la nave Starship.
Un par de pinzas metálicas gigantes, a las que SpaceX llama “palillos”, atraparon con éxito al Super Heavy en pleno vuelo.
“El quinto vuelo de prueba de Starship fue un momento crucial en la evolución hacia un sistema de lanzamiento completa y rápidamente reutilizable”, declaró la empresa en un comunicado.
Starship se considera crucial para la misión fundacional de SpaceX de llevar humanos a Marte por primera vez.
Para el programa Artemis de la NASA, SpaceX cuenta con contratos gubernamentales por valor de hasta casi US$ 4.000 millones para completar la tarea de desarrollar un sistema de transporte espacial rentable.
Trayectoria de vuelo de Starship
Cuando el reloj de la cuenta atrás marque el cero este martes por la tarde, el cohete Super Heavy encenderá sus 33 potentes motores Raptor e impulsará al espacio la nave Starship, que va montada sobre el cohete.
Tras agotar la mayor parte de su combustible y separarse de la nave, el cohete invertirá su rumbo y regresará al punto de lanzamiento. El propulsor intentará realizar otro aterrizaje de precisión en los brazos de la estructura de lanzamiento y aterrizaje —apodada “Mechazilla” por Musk— en las instalaciones de la compañía en Starbase.
Si el equipo de vuelos de prueba considera que las condiciones son favorables para un intento de aterrizaje, el cohete debería tocar tierra unos siete minutos después del lanzamiento.
Por su parte, la nave Starship encenderá sus seis motores antes de entrar en una fase de reposo mientras surca el espacio. La cápsula volverá a encender brevemente sus motores una media hora más tarde, antes de prepararse para la reentrada, el proceso por el que vuelve a la parte más densa de la atmósfera terrestre.
Durante el cuarto vuelo de prueba integrado de Starship, a principios de junio, la nave sufrió daños importantes: perdió numerosas baldosas térmicas diseñadas para proteger el vehículo de las intensas temperaturas causadas por la presión y la fricción de la reentrada.
“Debido a la pérdida de las baldosas… los alerones delanteros estaban tan fundidos que era como tratar de controlarlos con pequeñas manos de esqueleto”, dijo Musk después de la misión, y agregó que el cuarto vuelo aterrizó a unos 9,7 kilómetros de su lugar de amerizaje previsto en el océano Índico.
Sin embargo, SpaceX logró avances significativos durante el quinto vuelo de prueba integrado de Starship a mediados de octubre.
Antes de esa misión, SpaceX llevó a cabo lo que denominó una “revisión completa del escudo térmico de Starship, en la que los técnicos de SpaceX emplearon más de 12.000 horas en sustituir todo el sistema de protección térmica por placas de última generación, una capa ablativa de refuerzo y protecciones adicionales entre las estructuras de las aletas”.
“En 2025, SpaceX tiene previsto realizar una prueba de vuelo de larga duración y una prueba de vuelo de transferencia de propulsante”, según un informe reciente de la Oficina del Inspector General (OIG) de la NASA.
Para el éxito del programa Artemis de la NASA es esencial demostrar la capacidad de poner en órbita una nave estelar y luego reunirla con un vehículo cisterna que transporte combustible.
Para la misión de alunizaje humano, denominada Artemis III, es posible que la Starship tenga que acoplarse a más de una decena de vehículos cisterna de combustible antes de proseguir su misión hacia la superficie lunar.
SpaceX también se enfrentará a una “revisión crítica del diseño” de la misión Artemis III el próximo verano, según la OIG.
–Kristen Holmes y Ross Levitt, de CNN, colaboraron con este artículo.