(CNN) – Rusia expulsó este martes a un diplomático británico que trabajaba en la embajada en Moscú, acusándole de espionaje, lo que supone el último golpe a las ya muy endebles relaciones diplomáticas entre ambos países.
El Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB) alegó que el diplomático británico proporcionó intencionadamente información falsa para entrar en el país como tapadera para realizar labores de espionaje, “violando así la legislación rusa”, según el medio estatal TASS.
“El FSB ruso ha identificado indicios de labores de inteligencia y subversivas por parte de dicho diplomático que amenazan la seguridad de la Federación Rusa”, citó TASS al servicio de seguridad.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia revocó posteriormente la acreditación diplomática del diplomático y le ordenó que abandonara Rusia en el plazo de dos semanas, informó TASS.
CNN se ha puesto en contacto con el Ministerio de Asuntos Exteriores británico para recabar sus comentarios.
El FSB ruso afirmó que el diplomático fue enviado a Moscú para “sustituir” a uno de los seis presuntos agentes de los servicios de inteligencia británicos que Rusia expulsó este verano.
En agosto, Rusia revocó la acreditación de los diplomáticos, también por acusaciones de espionaje. En aquel momento, Gran Bretaña calificó las acusaciones de “completamente infundadas”.
Las relaciones entre el Reino Unido y Rusia se han ido tensando cada vez más a medida que Rusia prosigue su invasión a gran escala de Ucrania.
El Reino Unido se ha sumado a las fuertes sanciones impuestas por las naciones occidentales contra Rusia y ha prometido miles de millones de dólares de apoyo militar y económico a Ucrania desde 2022.
La semana pasada, Ucrania lanzó por primera vez los misiles Storm Shadow, de fabricación británico-francesa, contra objetivos dentro de Rusia, según un blog militar ruso y Reuters, un día después de que Ucrania disparara misiles ATACMS, de fabricación estadounidense, contra Rusia.
Ello provocó la condena directa del presidente de Rusia, Vladimir Putin, quien afirmó que el lanzamiento por parte del Kremlin de un nuevo misil balístico de medio alcance la semana pasada era una respuesta a las “decisiones imprudentes” de los países occidentales al suministrar armas a Kyiv.
Mientras tanto, Rusia lanzó un “récord” de 188 ataques con drones sobre Ucrania durante la noche, según informó el martes la Fuerza Aérea ucraniana.
Rusia disparó otros cuatro misiles balísticos Iskander-M contra Ucrania, según la Fuerza Aérea. El ataque dañó infraestructuras críticas en la ciudad occidental ucraniana de Ternopil, provocando cortes de electricidad, según la administración militar local.
En la región de Kyiv se oyeron interceptaciones de defensa antiaérea durante toda la noche. Varias viviendas resultaron dañadas por los drones derribados, que hicieron añicos las ventanas de las casas, según las autoridades de Kyiv.
Con información de Clare Sebastian y Maria Kostenko.