Los combatientes ingresan a los distritos de Rashidin en las afueras de Alepo, Siria, el viernes. Bakr Alkasem/AFP/Getty Images.

 (CNN) – Los rebeldes armados sirios han ingresado a Aleppo, apenas tres días después de una ofensiva sorpresiva, marcando la primera vez que pisan la segunda ciudad más grande del país desde que las fuerzas gubernamentales recuperaron la ciudad en 2016.

Las fuerzas rebeldes lanzaron un ataque sorpresa esta semana, capturando varios pueblos y reavivando un conflicto que había estado en gran parte estancado durante años.

En un video geolocalizado por CNN, un combatiente rebelde graba mientras conduce por las calles desiertas del lado occidental de la ciudad. Se le escucha alabando a Dios a medida que el vehículo se aproxima a la Mezquita Zine El Abidine en el oeste de Aleppo.

El ejército oficial de Siria dijo que estaba enfrentando un “gran ataque” y afirmó que estaba “reforzando todos los lugares a lo largo de los diversos frentes de batalla”, pero múltiples residentes dicen que las fuerzas del régimen se han retirado de varios vecindarios en la parte occidental de Aleppo.

La ofensiva, que comenzó el miércoles, es el primer gran resurgimiento en años entre la oposición siria y el régimen del presidente Bashar al-Assad, quien ha gobernado el país asolado por la guerra desde 2000.

“Nuestras fuerzas han comenzado a entrar en la ciudad de Aleppo”, dijo un comunicado de la recién formada coalición rebelde, el Comando de Operaciones Militares. CNN no pudo verificar de manera independiente la afirmación y se ha comunicado con el Gobierno sirio para solicitar un comentario.

El grupo rebelde había anunciado más temprano que había tomado el control del Centro de Investigación Científica Militar del gobierno sirio en las afueras de Aleppo después de “enfrentamientos intensos con las fuerzas del régimen y milicias iraníes”.

Ese mismo día, un proyectil de artillería impactó en la vivienda estudiantil de la Universidad de Aleppo, matando a cuatro personas, según la agencia estatal de noticias de Siria, SANA, que culpó a las facciones de oposición por el ataque. El portavoz de los grupos rebeldes, Hassan Abdulghani, refutó las acusaciones de los medios estatales sirios como “mentiras infundadas”.

Un empleado de la Universidad de Alepo, hablando de forma anónima por razones de seguridad, confirmó que un proyectil de artillería impactó en el segundo piso de un dormitorio donde había estudiantes en ese momento. Un video que circula en las redes sociales, geolocalizado por CNN, muestra a jóvenes saliendo corriendo de un dormitorio en el campus de la Universidad de Alepo y llevando a una persona herida.

CNNE 1788510 - siriae

Este jueves, al menos 15 civiles, incluidos seis niños y dos mujeres, fueron asesinados, y otros 36 resultaron heridos en ataques aéreos y bombardeos en áreas controladas por rebeldes en Aleppo y el campo de Idlib, según los Cascos Blancos, un grupo de rescate voluntario. Los medios estatales iraníes dijeron que un general de brigada del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica (IRGC), Kioumars Pourhashemi, también fue asesinado en la ciudad.

En una llamada con su homólogo sirio para discutir la escalada, el ministro de Relaciones Exteriores de Irán, Abbas Araghchi, acusó a Estados Unidos e Israel de la “reactivación” de los rebeldes, y “subrayó el continuo apoyo” de Irán al Gobierno y las Fuerzas Armadas sirios.

El portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, instó a las autoridades sirias a “restablecer rápidamente el orden en esta área y restaurar el orden constitucional”. Tanto Irán como Rusia son aliados clave de Siria.

La guerra civil en Siria comenzó durante la Primavera Árabe de 2011 cuando el régimen reprimió un levantamiento prodemocracia contra Assad. El país se sumió en una guerra civil a gran escala cuando se formó una fuerza rebelde, conocida como el Ejército Libre Sirio, para combatir las tropas del Gobierno.

El conflicto se intensificó a medida que otros actores regionales y potencias mundiales –desde Arabia Saudita, Irán, Estados Unidos hasta Rusia– se involucraron, escalando la guerra civil en lo que algunos observadores describieron como una “guerra por poderes”. ISIS también logró afianzarse en el país antes de sufrir golpes significativos.

Desde el acuerdo de alto el fuego de 2020, el conflicto ha permanecido en gran parte inactivo, con enfrentamientos de bajo nivel entre los rebeldes y el régimen de Assad. Más de 300.000 civiles han muerto en más de una década de guerra, según las Naciones Unidas, y millones de personas han sido desplazadas en la región.

Esta historia ha sido actualizada con desarrollos adicionales.