TOPSHOT - An activist waves a European Union flag as he takes part to a demonstration against the government's decision to delay EU membership talks, near the Parliament building in downtown Tbilisi early on November 30, 2024. Georgian police fired water cannon and tear gas on demonstrators on the second day to protest the government putting off EU membership talks. The Black Sea nation has been rocked by turmoil since the ruling Georgian Dream party declared victory in last month parliamentary elections that the pro-EU opposition decried as falsified. (Photo by Giorgi ARJEVANIDZE / AFP) (Photo by GIORGI ARJEVANIDZE/AFP via Getty Images)
Manifestantes a favor de la Unión Europea chocan con la Policía en Georgia
01:21 - Fuente: CNN

(AP) — Manifestantes se reunieron en toda Georgia el sábado en una tercera noche consecutiva de protestas contra la decisión del gobierno de suspender por cuarto años las negociaciones para unirse a la Unión Europea (UE).

Más de 100 manifestantes fueron detenidos mientras las multitudes se enfrentaban con la Policía el viernes por la noche, dijo el Ministerio del Interior de Georgia. La agencia de noticias Associated Press vio a manifestantes en la capital Tiflis siendo perseguidos y golpeados por la Policía mientras se manifestaban frente al edificio del Parlamento del país.

Esa misma noche, la Policía también usó fuerza excesiva contra miembros de los medios y desplegó cañones de agua para empujar a los manifestantes a lo largo de la avenida central de la capital, Rustaveli Avenue.

La nación del mar Negro se ha visto sacudida por manifestaciones desde el jueves, cuando el partido gobernante Sueño Georgiano anunció que suspendería las conversaciones de adhesión con la UE hasta 2028.

La disputada victoria del partido Sueño Georgiano en las elecciones parlamentarias del país del 26 de octubre, que se vieron ampliamente como un referéndum sobre las aspiraciones de Georgia de unirse a la Unión Europea, ha causado grandes manifestaciones y ha llevado a un boicot de la oposición al Parlamento.

La oposición dijo que la elección fue manipulada con la ayuda de Rusia, el antiguo amo imperial de Georgia, con Moscú esperando mantener a Tiflis en su órbita.

Hablando con AP el sábado, la presidenta de Georgia, Salome Zourabichvili, dijo que el país se estaba convirtiendo en un estado “casi ruso” y que Sueño Georgiano controlaba las principales instituciones de la nación que en el pasado formó parte de la URSS.

“Hemos visto lo que está sucediendo en el país, que es un país donde ya no tenemos instituciones independientes, ni los tribunales, ni el Banco Central ni por supuesto el Parlamento”, dijo. “Nos hemos estado moviendo cada vez más rápidamente hacia un modelo casi ruso”.

Un activista ondea una bandera de la Unión Europea mientras se manifiesta contra la decisión del gobierno de retrasar las conversaciones de adhesión a la UE, cerca del edificio del Parlamento en el centro de Tiflis el 30 de noviembre de 2024.

Zourabichvili también rechazó las declaraciones hechas por el primer ministro de Georgia, Irakli Kobakhidze, quien caracterizó las protestas como “manifestaciones violentas”. En un comunicado el sábado, Kobakhidze dijo que Tiflis seguía comprometida con la integración europea. Sin embargo, comentó que entidades “extranjeras” no especificadas deseaban ver la “ucranización” de Georgia con un “escenario al estilo de Maidan”, una referencia a la revolución de Maidan en Ucrania en 2014.

“No estamos exigiendo una revolución. Estamos pidiendo nuevas elecciones, pero en condiciones que aseguren que la voluntad del pueblo no sea malinterpretada o robada nuevamente”, dijo Zourabichvili. “Georgia siempre ha resistido la influencia rusa y no aceptará que se le robe su voto y su destino”.

El anuncio del gobierno de que estaba suspendiendo las negociaciones para unirse a la UE se produjo horas después de que el Parlamento Europeo adoptara una resolución que condenaban las elecciones del mes pasado como ni libre ni justa. Dijo que la elección representaba otra manifestación del continuo retroceso democrático de Georgia “del cual el partido gobernante Sueño Georgiano es totalmente responsable”.

Observadores electorales europeos dijeron que la votación de octubre tuvo lugar en un ambiente divisivo marcado por casos de soborno, doble votación y violencia física.

Manifestantes usan petardos contra la Policía mientras esta bloquea una calle para evitar que se reúnan para protestar contra la decisión del gobierno de suspender las negociaciones para unirse a la Unión Europea por cuatro años, frente al edificio del parlamento en Tiflis, Georgia, el 30 de noviembre de 2024.

La UE otorgó a Georgia el estatus de candidato en diciembre de 2023 con la condición de que cumpliera con las recomendaciones del bloque, pero suspendió su adhesión y recortó el apoyo financiero anteriormente este año después de la aprobación de una ley de “influencia extranjera” vista ampliamente como un golpe a las libertades democráticas.

Legisladores de la UE instaron a repetir la elección parlamentaria dentro de un año bajo una supervisión internacional exhaustiva y por una administración electoral independiente. También pidieron a la UE que impusiera sanciones y limitara los contactos formales con el gobierno georgiano.

El primer ministro de Georgia respondió, denunciando lo que describió como una “cascada de insultos” de los políticos de la UE y declarando que “los malintencionados de nuestro país han convertido al Parlamento Europeo en un arma contundente de chantaje contra Georgia, lo cual es una gran desgracia para la Unión Europea”.

Kobakhidze también dijo que Georgia rechazaría cualquier subvención presupuestaria de la UE hasta finales de 2028.

Los críticos han acusado al partido gobernante Sueño Georgiano, establecido por Bidzina Ivanishvili, un multimillonario enigmático que hizo su fortuna en Rusia, de volverse cada vez más autoritario e inclinado hacia Moscú. El partido recientemente impulsó leyes similares a las utilizadas por el Kremlin para reprimir la libertad de expresión y los derechos LGBTQ+.

–Con información de Christian Edwards y Catherine Nicholls, de CNN.