El presidente de Corea del Sur, Yoon Suk Yeol, pronuncia un discurso para declarar la ley marcial en Seúl, Corea del Sur, el 3 de diciembre de 2024.

(CNN) – El año pasado, una taquillera película conmovió a Corea del Sur con la dramatización de un doloroso recuerdo de su pasado autoritario, cuando el magnicidio del presidente Park Chung-hee en 1979 condujo a un golpe militar y sumió al país en el férreo control de la ley marcial.

Por eso, cuando la noche de este martes los surcoreanos vieron conmocionados y furiosos cómo su actual presidente, Yoon Suk Yeol, declaraba la ley marcial en directo por televisión, algunos temieron que su país democrático se acercara peligrosamente a la recreación de ese oscuro capítulo.

Yoon se vio obligado a dar marcha atrás y levantó la orden de ley marcial solo unas horas más tarde, después de que los legisladores votaran de manera unánime para bloquear el decreto en medio de una feroz protesta nacional.

La noche de extraordinarios acontecimientos conmocionó a todo el país.

“¿Quién iba a pensar que en estos tiempos se declararía la ley marcial? Pero ocurrió. Y fue una sorpresa para todos nosotros”, declaró a CNN el teniente general retirado del Ejército Chun In-bum.

Pero el latigazo político está lejos de terminar.

Ciudadanos de Seúl caminan junto a un tanque del Ejército el sábado 27 de octubre de 1979, después de que se declarara la ley marcial tras la muerte del presidente.

Seis partidos de la oposición presentaron este miércoles por la tarde (hora local) un proyecto de ley pidiendo el juicio político de Yoon, informó la agencia de noticias Yonhap.

“El presidente carece ahora de poder independiente”, dijo Sungmin Park, analista político de Min Consulting en Seúl, afirmando que el decreto de Yoon había sido un “suicidio político”.

Una salida ignominiosa de Yoon estaría lejos de ser una anomalía; muchos de sus predecesores también cayeron de sus altos cargos en desgracia. La historia presidencial de Corea del Sur ha estado marcada por golpes de Estado, encarcelamientos, destituciones y un magnicidio en la transición del país de décadas de dictadura militar a una vibrante democracia.

El primer presidente de la República tras la independencia de Japón después de la Segunda Guerra Mundial se vio obligado a exiliarse por una revuelta estudiantil en 1960. Su sucesor ocupó el cargo menos de dos años antes de ser derrocado en un golpe de Estado.

Park, el siguiente presidente autoritario que gobernó durante 18 años, fue muerto a tiros en 1979 por su propio jefe de Inteligencia, desencadenando una era de agitación y brutal gobierno dictatorial que dejó una marca indeleble en la psique política de la nación.

Poco después de la muerte de Park, Chun Doo-hwan, general de división del Ejército, tomó el poder mediante un golpe de Estado y declaró la ley marcial, deteniendo a opositores, cerrando universidades, prohibiendo actividades políticas y reprimiendo a la prensa.

Fue la última vez que se declaró la ley marcial en Corea del Sur. Para muchos ciudadanos que vivieron aquella época, el decreto de Yoon, por efímero que fuera, sirvió como doloroso recordatorio de la opresión y el terror del régimen militar.

En 1980, cuando estallaron en la ciudad meridional de Gwangju manifestaciones prodemocráticas lideradas por estudiantes para protestar por la aplicación de la ley marcial, Chun envió al Ejército para aplastar la revuelta, matando a casi 200 personas. Gobernó con mano de hierro hasta 1988, cuando las protestas masivas le obligaron a permitir la celebración de elecciones presidenciales abiertas, exigidas por un movimiento prodemocrático nacional.

En la década de 1990, Chun fue procesado por el golpe y la represión de Gwangju. Fue condenado a muerte, pero posteriormente fue indultado.

Una democracia sólida pero polarizada

Desde finales de la década de 1980, Corea del Sur se transformó en una democracia sólida, con protestas periódicas, libertad de expresión, elecciones justas y traspasos de poder pacíficos. Pero su panorama político interno sigue polarizado y díscolo, y los presidentes de ambos bandos se enfrentan a menudo a peticiones de destitución y enjuiciamiento.

Roh Moo-hyun, presidente de 2003 a 2008, se suicidó mientras era investigado por presunta corrupción tras dejar el cargo. Su sucesor, Lee Myung-bak, fue condenado a 15 años de prisión por corrupción tras abandonar el cargo.

Y la hija de Park Chung-hee, Park Geun-hye, primera presidenta de Corea del Sur, fue destituida por la Asamblea Nacional por tráfico de influencias de su principal ayudante y amiga. Fue condenada a 24 años de cárcel por corrupción y abuso de poder. Posteriormente fue indultada.

La destituida líder surcoreana Park Geun-hye llega a un tribunal en Seúl, Corea del Sur, el 25 de agosto de 2017.

Leif-Eric Easley, profesor de la Universidad Ewha de Seúl, afirmó que la democracia surcoreana adopta un enfoque de alto riesgo tanto en el liderazgo como en la rendición de cuentas.

“Los partidos políticos suelen subir y bajar con individuos carismáticos, en lugar de ofrecer una continuidad institucional basada en la ideología o la política”, dijo.

“Unos medios de comunicación ávidos de escándalos y un público rápido para movilizar manifestaciones masivas dificultan que los presidentes mantengan la aprobación pública. Los legados de las dictaduras desarrollistas incluyen una importante autoridad concentrada en el cargo más alto, pero también una constitución que limita al presidente a un único mandato de cinco años”, añadió.

Police stand guard near the South Korean Presidential Office and the Defence Ministry in Seoul early on December 4, 2024, after South Korean President Yoon Suk Yeol declared martial law. South Korea's President Yoon Suk Yeol on December 3 declared martial law, accusing the opposition of being "anti-state forces" and saying he was acting to protect the country from "threats" posed by the North. (Photo by ANTHONY WALLACE / AFP) (Photo by ANTHONY WALLACE/AFP via Getty Images)
El presidente Yoon Suk Yeol declara ley marcial en Corea del Sur y luego da marcha atrás
03:49 - Fuente: CNN

“Como resultado, la corrupción y el abuso de poder son riesgos frecuentes, pero también lo es la justicia retributiva una vez o después de que el líder haya perdido el mandato moral para gobernar”.

El futuro político de Yoon pende ahora de un hilo, mientras aumentan los llamamientos a su dimisión en todo el espectro político, así como el procedimiento de destitución.

El principal partido de la oposición, el Partido de la Democracia, dijo que había empezado a formalizar planes para presentar cargos por traición contra Yoon y sus ministros de Defensa e Interior, informó la agencia de noticias Yonhap. Yoon también se enfrenta a la creciente discordia dentro de su partido, que se ha opuesto a su medida de introducir la ley marcial y la ha calificado de inconstitucional.

El gobernante Partido del Poder Popular está considerando la posibilidad de exigir la dimisión de todo el gabinete de Yoon y la destitución de su ministro de Defensa, informó Yonhap. Se está debatiendo si exigir la dimisión de Yoon, dijo Yonhap. El jefe de gabinete de Yoon y otros altos funcionarios ya han presentado su renuncia.

– Hanna Park, de CNN, contribuyó a la información.