El narcotraficante colombiano Fabio Ochoa escoltado por policías en octubre de 1999 en Bogotá tras su captura.

(CNN Español) – Fabio Ochoa Vásquez fue uno de los líderes del Cartel de Medellín en los años 80 y uno de los capos más notorios en ser extraditados a Estados Unidos tras la restitución de este mecanismo a finales de los 90. Fue entregado a la justicia estadounidense en septiembre de 2001, y en 2003 un jurado de Miami lo declaró culpable de narcotráfico. Fue sentenciado a 30 años de prisión por los delitos de trata de personas, conspiración y distribución de cocaína.

Los Ochoa se habían unido al Cartel de Medellín, fundado por Pablo Escobar Gaviria. Ochoa fue acusado de enviar a Estados Unidos alrededor de 30 toneladas de cocaína, dijo en su momento la Policía Nacional de Colombia.

Fabio Ochoa y el Cartel de Medellín

A principios de la década de 1990, el Cartel de Medellín, utilizó la violencia y la corrupción para presionar al Gobierno de Colombia contra la extradición de Escobar y otros líderes del narcotráfico conocidos como “Los extraditables”, explica la Administración para el Control de Drogas de EE.UU. (DEA, por sus siglas en inglés) en sus anales de la primera parte de la década de 1990. A pesar de la aprobación de la Constitución de 1991 en la que se prohibió la extradición de ciudadanos colombianos, las acciones de las fuerzas del orden llevaron al declive de ese cartel. En diciembre de 1990, Fabio Ochoa se entregó a las autoridades cerca de Medellín poco después de un decreto presidencial que garantizaba la no extradición para quienes se entregasen, recoge el Centro de Memoria Histórica de Colombia. Poco después de su entrega, hicieron lo mismo sus hermanos Jorge Luis y Juan David.

El arresto de los hermanos Ochoa marcó el declive del Cartel de Medellín, que quedó sellado con la muerte de Escobar, en diciembre de 1993, a manos de las autoridades. Con la desaparición de Escobar, concluyó una de las épocas más violentas de la historia de Colombia.

En ese momento, el Cartel de Cali, fundado en la década de 1970, ganó prominencia al presentarse como empresarios legítimos y expandirse al tráfico de cocaína, dice la DEA.

En 1996, Fabio Ochoa fue dejado en libertad tras una rebaja de la pena y en cumplimiento de las condiciones de condena cuando se entregó a las autoridades y reconoció su participación en el negocio del narcotráfico.

La captura y extradición de Ochoa

En octubre de 1999, la llamada Operación Milenio —una investigación conjunta de la DEA y la Policía Nacional de Colombia— terminó con el arresto de Ochoa junto con el también narcotraficante Alejandro Bernal-Madrigal, alias Juvenal. Según la DEA, Ochoa “continuó sus operaciones de tráfico con Bernal-Madrigal y otros después de su liberación”. La Operación Milenio realizó interceptaciones electrónicas que mostraron “el funcionamiento interno de la industria de la cocaína y se centraron en los narcotraficantes más importantes y sus respectivas organizaciones tanto en Colombia como en México”, dice la organización antidrogas estadounidense.

Según la Policía de Colombia, la Operación Milenio fue una de las mayores acciones de orden público emprendidas hasta entonces por el Gobierno de Colombia contra el narcotráfico.

En 2001, al ser enviado a EE.UU., Ochoa fue el colombiano número 30 en ser extraditado a ese país desde la reintroducción de la medida en 1997, dice la DEA. Desde entonces ha estado encarcelado en Estados Unidos, donde fue juzgado y condenado por narcotráfico.

En 2013, la Policía Nacional de Colombia llevó a cabo una operación de extinción de dominio de 116 bienes de Fabio Ochoa, valuados en unos US$ 6 millones de la época. La Policía dijo en ese momento que Ochoa había insertado en el sistema financiero la “amplia fortuna” acumulada, y lo había hecho mediante la compra, venta y administración de bienes muebles e inmuebles adquiridos mediante testaferros