Elon Musk invirtió al menos US$ 260 millones en los esfuerzos para enviar a Donald Trump de vuelta a la Casa Blanca, según muestran los nuevos archivos, una aportación masiva que le convierte en uno de los mayores benefactores políticos de una campaña presidencial y subraya la enorme influencia de la persona más rica del mundo en las elecciones de este año.
Los datos presentados este jueves ante la Comisión Federal Electoral muestran que el ejecutivo de Tesla y SpaceX donó un total de US$ 238 millones a un comité independiente de campaña fundado este año, America PAC, que trabajó para conseguir votantes en nombre de Trump en estados clave.
Pero también fue el patrocinador financiero de otros grupos que surgieron en los últimos días de las elecciones para apoyar a Trump, incluido uno que gastó millones en publicidad para defender su historial sobre el aborto. Este grupo había intentado vincular las opiniones de Trump sobre el aborto con las de la difunta jueza de la Corte Suprema e icono liberal Ruth Bader Ginsburg.
Musk, a través de un fideicomiso que lleva su nombre, donó US$ 20,5 millones al grupo, denominado RBG PAC, el 24 de octubre, según los documentos presentados ante la Comisión Electoral Federal. Fue el único donante del grupo, creado a mediados de octubre. El momento de la donación hizo que la participación de Musk no se revelara hasta los documentos presentados este jueves ante los reguladores federales.
La nieta de Ginsburg, Clara Spera, denunció públicamente los anuncios –que trataban de neutralizar el aborto como un lastre para Trump en la campaña– como engañosos y una “afrenta” al legado de Ginsburg como firme defensora del derecho al aborto.
Según los nuevos documentos, Musk también donó US$ 3 millones a la MAHA Alliance, un comité independiente de campaña que publicó duros anuncios en los principales estados indecisos instando a los partidarios de Robert F. Kennedy Jr. a apoyar a Trump en la recta final de la campaña. El propio Kennedy puso fin a su campaña independiente durante el verano y apoyó a Trump.
MAHA son las siglas en inglés de “Make America Healthy Again” (Hagamos a Estados Unidos saludable otra vez), el giro de Kennedy al eslogan MAGA de Trump. Trump seleccionó a Kennedy, uno de los divulgadores de teorías conspirativas antivacunas más prominentes del país, para supervisar el Departamento de Salud y Servicios Humanos.
Musk se convirtió en una pieza clave en la órbita de Trump durante la transición hacia un segundo mandato en la Casa Blanca. El presidente electo recurrió al magnate tecnológico, junto con el exaspirante presidencial republicano Vivek Ramaswamy, para supervisar un nuevo “Departamento de Eficiencia Gubernamental”, o DOGE, destinado a recortar el gasto público. Musk pasó parte de este jueves en el Capitolio, donde se reunió con legisladores en el marco de las primeras conversaciones para reducir el tamaño del Gobierno.
Gabinete de donantes
Trump ha seleccionado a otros grandes donantes para desempeñar funciones en su administración entrante.
Howard Lutnick, el jefe del banco de inversión Cantor Fitzgerald, a quien Trump designó para dirigir el Departamento de Comercio, hizo una donación de acciones “en especie” de casi US$ 3 millones el 21 de octubre al comité independiente de campaña pro-Trump, MAGA Inc, egún los registros de la organización publicados este jueves por la noche.
Esto se suma a los US$ 6 millones que Lutnick donó previamente al comité independiente de campaña en el transcurso del ciclo electoral.
Otros partidarios de Trump que han conseguido puestos en su administración también donaron a MAGA Inc. Entre ellos se encuentra Linda McMahon, la exejecutiva de una empresa de lucha libre designada para ocupar el cargo de secretaria de Educación. Ella donó más de US$ 20 millones al comité independiente de campaña alineado con Trump este ciclo.
McMahon y Lutnick también son copresidentes de la operación de transición de Trump.
Otras personas elegidas por Trump que han hecho donaciones de siete cifras a MAGA Inc. incluyen a la exsenadora de Georgia, Kelly Loeffler, su elección para dirigir la Administración de Pequeñas Empresas; Scott Bessent, a quien Trump ha elegido como secretario del Tesoro; y dos de sus elecciones para puestos diplomáticos en Europa, el inversor de Arkansas Warren Stephens y Charles Kushner, el suegro de la hija de Trump, Ivanka.
Otros grandes donantes
Otras figuras muy adineradas que hicieron donaciones tardías incluyen a los capitalistas de riesgo Marc Andreessen y Ben Horowitz, cuya empresa ha invertido en criptoempresas. Donaron un total de US$ 23 millones en noviembre a Fairshake, el principal comité independiente de campaña del sector de las criptomonedas, según muestran los nuevos registros. Fairshake y grupos afines gastaron mucho para influir en las elecciones al Congreso. Andreessen y Horowitz también donaron a un comité independiente de campaña pro-Trump a principios del ciclo.
Trump, que en su día tachó la criptomoneda de estafa, se ha convertido en un fan de los activos digitales y ha dejado claro que tiene la intención de apartarse de la agresiva regulación de la industria por parte de la administración Biden. Esta semana, anunció a Paul Atkins, un defensor de las criptomonedas y copresidente de la Token Alliance, como su candidato para presidir la Comisión de Bolsa y Valores. Este jueves, Trump anunció que el inversor en tecnología David Sacks será el “zar” de la Casa Blanca encargado de supervisar las políticas de inteligencia artificial y criptomonedas.
Fairshake y sus afiliados ya han promocionado una reserva de US$ 78 millones para las elecciones de mitad de mandato de 2026, en forma de fondos de campaña sobrantes de las elecciones de este año y donaciones prometidas.