Un acusado del 6 de enero se burló este viernes de la decisión de un juez federal de enviarlo inmediatamente a prisión por un año, por su papel en el motín del Capitolio de EE.UU., gritando mientras era esposado que el presidente electo Donald Trump lo indultaría.
El alborotador, Philip Sean Grillo, de la ciudad de Nueva York, dijo después de su sentencia: “De todos modos, Trump me va a indultar”, mientras un oficial de EE.UU. le hacía quitarse el cinturón y la corbata para esposarlo dentro de la sala del tribunal.
El juez senior Royce Lamberth del Tribunal de Distrito de la Ciudad de Washington habló sobre el papel del Poder Judicial en llevar justicia a cientos de alborotadores del Capitolio que han enfrentado cargos criminales en los últimos cuatro años. Sobre la promesa de Trump de perdonarlos, Lamberth dijo que el presidente electo “no tiene nada que decir sobre esa decisión”.
“Haré mi trabajo como estoy obligado por juramento a hacerlo, y el presidente hará el suyo. Es así de simple”, dijo el juez a la sala del tribunal. Agregó que el ejercicio de la justicia vale la pena, “sin importar los vientos políticos del día”.
Es extremadamente raro que un juez ordene que un acusado criminal que es un delincuente no violento como Grillo sea detenido inmediatamente tras su sentencia. La sala del tribunal de Lamberth este viernes proporcionó un vistazo del estado de las acusaciones del 6 de enero, con los jueces federales sentenciando a los acusados incluso después de que Trump prometiera liberarlos cuando regrese a la Casa Blanca.
Lamberth dio pocas explicaciones sobre su decisión de la remisión inmediata, comentando solo que lo ordenaba debido a “dónde estamos en el proceso”.
“Le corresponde a este tribunal responsabilizarlo. Así que ahora, obligado por mi juramento de cargo y mi lealtad a la Constitución de Estados Unidos, eso es lo que haré”, dijo Lamberth antes de dictar la sentencia.
El expediente judicial muestra que Grillo había estado bebiendo el 6 de enero de 2021, pasó un tiempo significativo dentro del edificio del Capitolio y está en un video gritando “carguen” en un megáfono entre la multitud. Hasta este viernes, Grillo expresó poco remordimiento en la corte por sus acciones, pero hoy le dijo al juez que no reconocía a la persona que se veía en el video de hace cuatro años.
Lamberth lo sentenció a un año de libertad supervisada después de un año en prisión. Los delitos de Grillo, de los cuales un jurado lo encontró culpable en el juicio, incluyeron entrar a un edificio federal restringido y tener una conducta disruptiva en los terrenos restringidos del Capitolio.
“Estoy mortificado”, le dijo Grillo al juez durante su sentencia. “Desearía nunca haber ido”.
El juez pasó 30 minutos al concluir la audiencia criticando que tanto los alborotadores del Capitolio, sus partidarios y el propio Trump han minimizado la violencia de ese día en 2021, cuando una multitud invadió el Capitolio. Lamberth también habló extensamente sobre su papel como juez federal para esclarecer los hechos, aplicar la ley y llevar a cabo la justicia.
“Invadieron el mismo centro neurálgico de nuestra república durante la realización de una de sus funciones más importantes: certificar los resultados de la elección presidencial”, dijo Lamberth. “Incluso los acusados que no fueron violentos merecen castigo”.
El abogado defensor de Grillo pidió a Lamberth que le diera a su cliente un día para entregarse voluntariamente, y Lamberth dijo que no.
Dos amigos de Grillo en la sala del tribunal, que dijeron ser líderes del Partido Republicano en el Bronx y Queens, Nueva York, comentaron en voz alta que estaban en contacto con el equipo de transición de Trump sobre los indultos prometidos, y que Grillo sería indultado.
“No te preocupes, Phil”, gritó uno de los amigos inmediatamente después de que Lamberth abandonara la sala del tribunal. El hombre se negó a decir con quién del equipo de Trump había hablado.