El presidente de Francia, Emmanuel Macron, nombró primer ministro a François Bayrou, según anunció este viernes, mientras intenta calmar una crisis política que ha dejado su autoridad menguando día a día.
La oficina de Macron hizo el anuncio una semana después de que el anterior titular del cargo, Michel Barnier, perdiera una moción de censura que le obligó a presentar su dimisión.
Pero Bayrou ahora debe tratar de aprobar un presupuesto a través de un Parlamento fuertemente dividido, donde Macron se enfrenta a una oposición declarada tanto del bloque de izquierdas como del de extrema derecha.
El gobierno minoritario de Barnier se hundió en solo tres meses al intentar pasar un presupuesto para 2025 que incluía subidas de impuestos por valor de 60.000 millones de euros (US$ 62.900 millones). Su esfuerzo por forzar la aprobación sin someterlo a votación dio a los legisladores la oportunidad de destituirlo, y las fuerzas de izquierda y derecha se unieron para derrocar a Barnier.
Bayrou asumirá ese reto, pero no está claro si su mandato será más fructífero que el de su predecesor.
Debe aprobar su propio presupuesto antes del 21 de diciembre. Si no llega a ese plazo, el gobierno aún podría legislar una “ley de continuidad fiscal”, que evitaría un cierre permitiendo al gobierno recaudar impuestos y pagar salarios, con el gasto limitado a los niveles de 2024, según la agencia de calificación crediticia S&P Global Ratings.
La actual crisis política de Francia se desencadenó cuando Macron convocó elecciones parlamentarias anticipadas para julio, unos comicios que dieron lugar a un Parlamento dividido que dejó a los legisladores centristas del presidente en medio de poderosos bloques de izquierda y extrema derecha.
La semana pasada Macron desafió los llamamientos a una dimisión, diciendo en un discurso televisado que el parlamento debería “hacer aquello para lo que fue elegido” y actuar “al servicio del pueblo francés”.
Jordan Bardella, el presidente del partido de extrema derecha Rally Nacional, dijo a la afiliada de CNN BFMTV el viernes que “no habrá una moción de censura automática” contra Bayrou. “Nuestras líneas rojas son las mismas (sobre el presupuesto)”, añadió. “La pelota está en la cancha de François Bayrou”.