El túnel Eysturoy cuenta con una llamativa rotonda submarina. Muchos conductores dan varias vueltas para ver la instalación del artista feroés Tróndur Patursson.
CNN  — 

En las islas Feroe, el clima salvaje e impredecible —vientos fuertes y lluvia, y una espesa niebla que se asienta como una cortina— a veces puede hacer que el viaje en coche o ferri sea problemático. No es de extrañar que los feroeses amen sus túneles.

Han construido 17 de ellos en tierra y cuatro submarinos, incluido el único túnel submarino del mundo con una rotonda que está bajo el agua.

La red facilita la navegación de la nación insular autogobernada dentro del Reino de Dinamarca.

“A pesar de que somos 18 islas, a menudo bromeamos que [gracias a los túneles] desafiamos el hecho de que somos islas”, dice Súsanna Sørensen, gerente de Marketing de Visit Faroe Islands. Ubicadas en el Atlántico norte a medio camino entre Islandia y Escocia, el paisaje virgen de las islas volcánicas asombra a los visitantes.

Los dos últimos túneles submarinos también son declaraciones importantes.

“Estos son nuestra Torre Eiffel o Big Ben”, dice Teitur Samuelsen, CEO de Eystur-og Sandoyartunlar, la empresa que opera los túneles, “con personas, especialmente turistas, conduciendo a través de ellos solo para ver el arte”.

¿Arte? Sí, en efecto. Un matrimonio impresionante de arte e ingeniería.

Un túnel infundido con escultura

Cada día, más de 6.000 vehículos transitan por el túnel submarino de casi siete millas (11 kilómetros) que conecta Streymoy, la más grande de las islas Feroe y hogar de Tórshavn (una de las capitales más pequeñas del mundo), con Eysturoy, la segunda isla más grande del archipiélago.

Además de sus impresionantes paisajes naturales, Eysturoy es el hogar del G! Festival, un destacado evento musical local e internacional que se celebra cada julio en el pueblo costero de Syðrugøta. La construcción del túnel de Eysturoy tomó aproximadamente cuatro años, abriéndose en diciembre de 2020.

El túnel Eysturoy, inaugurado en 2020, tardó cuatro años en completarse. Recortó drásticamente el tiempo de viaje entre la capital de las islas Feroe, en la isla de Streymoy, y la vecina isla de Eysturoy.

Estos túneles submarinos se crean utilizando el método de perforación y voladura: perforando agujeros en el basalto —una roca ígnea fuerte— y luego llenando los agujeros con dinamita.

En su punto más bajo, el túnel se encuentra a unos 614 pies (187 metros) por debajo del nivel del mar. Y aunque tener el Atlántico norte sobre tu cabeza podría provocar ansiedad, puedes sentirte confiado en su construcción, dice Samuelsen.

“Los túneles están diseñados por los mejores ingenieros y geólogos del mundo, por lo que la seguridad con respecto al Atlántico arriba no es un problema”, dice.

De hecho, el viaje es un tanto mágico, con el punto culminante siendo una rotonda escultural con colores cambiantes que es tan impresionante, que algunos la comparan con la aurora boreal o medusas brillando a la luz del sol. “La rotonda —apodada la Medusa— es, sin duda, una atracción turística”, dice Sørensen. Muchos dan varias vueltas alrededor de la rotonda para empaparse de la escena hipnotizante.

El respetado artista feroés Tróndur Patursson fue contratado para crear esta vibrante instalación. Pero ¿por qué gastar tiempo y dinero en poner arte en túneles submarinos?.

“Tenemos mucho buen arte en las Feroe y nos gustaría apoyar a nuestros artistas. Además, rompe con la monotonía en un túnel largo y oscuro, por lo que es bueno para la seguridad al conducir”, dice Samuelsen.

Cuando se creó este túnel, se dejó en pie una columna central de basalto natural para la rotonda donde el túnel se bifurca hacia Strendur y Rókin, ubicados a ambos lados de un fiordo en Eysturoy.

La columna central, que irradia nubes de color, está rodeada en su base por una impresionante escultura de acero. Los conductores contemplan un anillo de acero de siluetas, personas de tamaño natural tomadas de la mano alrededor del pilar y mirando hacia adentro a las luces cambiantes.

Patursson ha dicho que su intención era representar cómo los feroeses, a pesar de vivir en un entorno accidentado, son resilientes, unidos en sus logros al trabajar juntos. Pero para muchos, el círculo de figuras interconectadas evoca la tradicional danza de cadena feroesa que podrás observar si visitas las Feroe por Ólavsøka, el Día Nacional, el 29 de julio.

Más allá de los visuales, el túnel también está saturado con arte auditivo.

El músico Jens L. Thomsen compuso el paisaje sonoro etéreo que puedes escuchar sintonizando FM97 mientras conduces.

La experiencia fue creada “grabando los sonidos de la construcción así como el silencio en el túnel”, dice Thomsen. En lugar de utilizar instrumentos convencionales, “esta técnica me permitió encontrar la voz del túnel”, añade Thomsen.

Tótems que brillan en la oscuridad

El túnel de Eysturoy no es la única experiencia submarina deslumbrante.

Desde diciembre de 2023, Streymoy y la pequeña isla de Sandoy están conectadas por el último túnel submarino, el túnel de Sandoy. Alrededor de 1.000 vehículos al día navegan por el tramo de aproximadamente 10 km que, en su punto más bajo, se encuentra a 508 pies (155 metros) debajo del Atlántico norte.

Streymoy y la pequeña isla de Sandoy están conectadas por el último túnel submarino, el túnel Sandoy. Presenta la obra del artista feroés Edward Fuglø.

También encontrarás el arte visual y auditivo cautivador aquí. A lo largo de las ásperas paredes de basalto, casi una docena de imágenes brillantes hacen referencia a algunos de los personajes del folklore feroés, como un obispo empuñando un hacha de batalla, una vieja bruja y una mujer foca. Esta es la creación de Edward Fuglø, un destacado artista feroés, quien dio una interpretación contemporánea a las antiguas pinturas rupestres. También retrata aves como homenaje al pintor de aves autodidacta del siglo XIX Díðrikur á Skarvanesi, el primer artista visual conocido en las Feroe.

Sunleif Rasmussen, un renombrado compositor feroés, creó el paisaje acústico.

“Tuve un sueño con la melodía”, dice Rasmussen. Se basó en algunos de los sonidos del túnel, incluyendo el agua goteando durante la construcción, así como música del vocalista principal del grupo pop Snowflakes para producir esta inventiva obra electroacústica.

Esto crea una experiencia surrealista para aquellos conductores que sintonizan FM100 mientras navegan por este túnel hacia Sandoy, donde te aguardan playas blancas y arenosas, altas dunas de arena —las únicas en este archipiélago— y un extenso lago perfecto para hacer kayak.

Infraestructura transformadora

“Con toda la infraestructura de túneles bien desarrollada, es fácil para nuestros visitantes desplazarse por el país”, dice Sørensen.

Con el túnel de la rotonda, el tiempo de conducción desde la capital, Tórshavn, hasta la isla de Eysturoy se redujo de aproximadamente 60 minutos a alrededor de 15 minutos. También es más fácil visitar otras islas.

“Ahora puedes conducir desde Tórshavn hasta Klaksvik, la segunda ciudad más grande (ubicada en Borðoy), en solo 45 minutos en lugar de 75 minutos”, agrega Sørensen.

La isla de Sandoy, con el pueblo de Skarvanes en la foto, es mucho más accesible ahora que el túnel Sandoy está abierto.

El túnel de Sandoy ha sido especialmente transformador. “Cada vez más personas se están mudando a Sandoy desde Tórshavn. En un pueblo donde viven 145 personas, hay 10 apartamentos en construcción. Esto es mucho para nosotros”, dice la residente Barbara av Skardi, quien nunca habría considerado mudarse a Sandoy si no fuera por el túnel. “Durante el invierno, el ferri a veces puede ser cancelado durante días” debido a los vientos fuertes y las corrientes impredecibles, dice.

Se están abriendo nuevos negocios y otros están viendo un aumento en los visitantes.

“Gracias al túnel, mi esposa, Barbara, y yo nos mudamos de nuevo a Sandoy y abrimos Cafe Retro”, dice el copropietario del negocio Dávur Jacobsen.

Y según Ólavur Jøkladal, director del Museo de Arte de Sandur, “el número de visitantes se ha más que duplicado desde que se abrió el túnel”.

Estas creativas construcciones submarinas combinan arte y tecnología y marcan una nueva era de conectividad para estas islas remotas.