Chrystia Freeland habla durante una conferencia de prensa en Ottawa, Ontario, Canadá, el 6 de noviembre de 2024.
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Después de casi una década en el poder, el primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, finalmente cedió a un coro de críticas que se había vuelto demasiado ruidoso para ignorarlo, anunciando su renuncia este lunes. Entre los más críticos se encontraba una de sus ayudantes más leales y veteranas.

En diciembre, la entonces viceprimera ministra, Chrystia Freeland, había reprendido duramente lo que describió como la búsqueda por parte de Trudeau de “costosos trucos políticos”, refiriéndose a recientes propuestas políticas que incluían unas vacaciones de dos meses del impuesto sobre las ventas y rebajas de 250 dólares canadienses (US$ 175) para la mayoría de los trabajadores.

Con Trudeau “no coincidimos en cuál es el mejor camino a seguir”, escribió en su carta de dimisión, en alusión a la menguante popularidad de su jefe: los canadienses “saben cuándo trabajamos para ellos, y también saben cuándo nos centramos en nosotros mismos”, dijo Freeland.

Pocas semanas después, Trudeau anunciaría su propia dimisión.

Canadian Prime Minister Justin Trudeau speaks during a news conference at Rideau Cottage in Ottawa, Canada on January 6, 2025. Trudeau announced his resignation, saying he will leave office as soon as the ruling Liberal party chooses a new leader. (Photo by Dave Chan / AFP) (Photo by DAVE CHAN/AFP via Getty Images)
Así anunció Trudeau su renuncia como primer ministro y líder del Partido Liberal de Canadá
00:49 - Fuente: CNN

“Sacarme de la ecuación como el líder que luchará en las próximas elecciones por el Partido Liberal también debería disminuir el nivel de polarización que estamos viendo ahora mismo en la Cámara y en la política canadiense”, dijo este lunes al dimitir.

Aunque Trudeau ya se había enfrentado a la presión de una opinión pública desencantada y de un movimiento de oposición en auge, la carta pública de Freeland supuso un giro sorprendente para una aliada de Trudeau.

¿Fue también su manifiesto de campaña? Los miembros del gobernante Partido Liberal de Trudeau se preparan ahora para competir por el primer puesto, y Freeland, de 56 años, ya es considerada una de las principales aspirantes.

Un sondeo realizado la semana pasada por el destacado encuestador Nik Nanos, de Ottawa, para CTV, dio ventaja a Freeland cuando se preguntó a los canadienses cuál de los nueve posibles candidatos al liderazgo del Partido Liberal les parecía más atractivo.

Los políticos de la oposición canadiense también parecen ver a Freeland como una posible sucesora; un video compartido la semana pasada por el líder del Partido Conservador, Pierre Poilievre, se centraba mucho en Freeland junto a Trudeau en su descripción de los “chiflados” del Gobierno.

¿Quién es Chrystia Freeland? La “ministra de todo”

Freeland, figura del Partido Liberal desde hace mucho tiempo, ocupó diversos cargos en el Gobierno canadiense, convirtiéndose en un imán para la atención internacional y ganándose el apodo ocasional en la prensa local de “ministra de todo”.

“Freeland tenía probablemente el perfil más alto de cualquier ministro del gabinete más allá del primer ministro”, dijo a CNN Nelson Wiseman, profesor emérito de la Universidad de Toronto.

Durante la primera administración Trump, Freeland -entonces ministra de Asuntos Exteriores- protagonizó enfrentamientos de alto perfil con Estados Unidos por la decisión de Trump de imponer aranceles a las importaciones de acero y aluminio procedentes de Canadá.

Estuvo estrechamente involucrada en las arduas negociaciones para revisar el antiguo Tratado de Libre Comercio de América del Norte, o TLCAN (por sus siglas), que Trump ha indicado que quiere renegociar una vez más.

“Canadá básicamente no dio nada a Estados Unidos en esas negociaciones”, dijo Wiseman a CNN. “Trump esencialmente se dio la vuelta porque en la renegociación del TLCAN, para Trump, la imagen lo era todo”.

Desde entonces, Freeland se ha convertido en un objetivo personal de Trump, que recientemente la criticó por ser “totalmente tóxica y nada propicia para hacer tratos”.

Freeland dijo que Trump actuó como un “matón” durante las negociaciones después de que el yerno y asesor principal de Trump, Jared Kushner, criticara sus propias tácticas de negociación en sus memorias.

Nacida de madre ucraniana en la provincia occidental de Alberta, Freeland estudió en la Universidad de Harvard antes de trabajar como periodista cubriendo Rusia y Ucrania durante varios años.

Después trabajó en Canadá antes de dirigir con éxito una campaña para una plaza en el Parlamento dentro del Partido Liberal de Trudeau en 2013. Tras la elección de Trudeau como primer ministro, la carrera de Freeland también ascendió. Primero al cargo de ministra de Comercio Internacional, seguido por el de ministra de Asuntos Exteriores antes de ocupar finalmente el puesto de viceprimera ministra.

Tras la dimisión del ministro de Finanzas de Canadá a raíz de un escándalo ético en agosto de 2020, Freeland fue nombrada para ese cargo y se hizo cargo de una economía en dificultades, paralizada por los efectos de la pandemia de covid-19.

En este puesto, se le encomendó supervisar una revisión de las finanzas del gobierno y recortar un déficit cada vez mayor. Esas responsabilidades y los retos que conllevaban contribuyeron a que se rompiera su relación con Trudeau, cuando éste introdujo políticas económicas con las que ella no estaba de acuerdo.

Freeland ha sido una ferviente defensora de la lucha de Ucrania contra Rusia. Su conexión personal con el conflicto también jugó a su favor como política, dijo a CNN Lori Turnbull, profesora de la Universidad Dalhousie.

“Hay una enorme comunidad de la diáspora ucraniana en Canadá y el hecho de que sea capaz de hablarles en su idioma e identificarse con ellos ha sido realmente un punto fuerte para ella”, dijo Turnbull.

Freeland desempeñó un papel clave en el posicionamiento de Canadá como firme defensor de Ucrania, presionando para congelar activos rusos por valor de miles de millones de dólares y proporcionando amplios paquetes de ayuda financiera a Ucrania.

“Realmente creo que no podemos subestimar hasta qué punto ese campo de batalla ucraniano es el campo de batalla de la democracia y la dictadura”, declaró Freeland en una entrevista en el Consejo de Relaciones Exteriores el pasado noviembre. “Creo que es absolutamente posible que ganen. Y solo necesitamos darles un poco más de apoyo”.

En la misma entrevista, Freeland expresó su apoyo a la entrada de Ucrania en la OTAN.

Su postura de línea dura respecto a Rusia la llevó a entrar en conflicto con Moscú. En 2014, Freeland fue uno de los trece funcionarios canadienses sancionados por Rusia. En respuesta, expresó su amor por la lengua y la cultura rusas, al tiempo que señalaba que “es un honor estar en la lista de sanciones de Putin”.

Justin Trudeau escucha a Chrystia Freeland durante una conferencia de prensa en Ottawa, Ontario, Canadá, el 31 de mayo de 2018.<br /><br /><br /><br />

¿Un Gobierno Freeland?

Entre los canadienses, Freeland es considerada una política capaz, pero estrechamente asociada a un gobierno que muchos han despreciado en medio de una economía en dificultades.

“Para mí, Chrystia es una mezcla de dos cosas. Creo que hizo un gran trabajo negociando el Acuerdo Estados Unidos-México-Canadá. Es una joven muy capaz. Lo ha demostrado en todo su currículum”, dijo Rod Matheson, un jubilado de 66 años, a CNN. “Fue ministra de Finanzas y tenía un presupuesto que nunca estuvo bajo control, vergonzosamente.”

“El déficit, la deuda están fuera de control. Va a doler durante un tiempo, seguro, pero es hora de recortar”, dijo Doug Gillis, de 60 años, a CNN. “Sé que está en la carrera para líder de los liberales, pero en cierto modo la culpo, ya que estaba a cargo de las finanzas. Así que no creo que sea la persona adecuada”.

Independientemente de quién tome el relevo de Trudeau en el Partido Liberal, su mandato podría ser efímero.

Al dimitir, Trudeau suspendió el Parlamento hasta el 24 de marzo. Una vez que el Parlamento vuelva a reunirse, quien acabe al frente de los liberales podría enfrentarse a una moción de confianza. Esa es una de las razones por las que es probable que el próximo primer ministro de Canadá intente mantener el Parlamento en estado de animación suspendida el mayor tiempo posible.

“En mi opinión, no habrá ningún incentivo para que la nueva primera ministra vuelva a convocar el Parlamento, porque entonces iría a unas elecciones en las que sería derrotada”, dijo Wiseman a CNN. “Lo que puede hacer es, una vez que se convierta en líder y primera ministra, acudir al gobernador general y pedir la disolución del Parlamento para convocar elecciones”, dijo Wiseman.

Según Nanos, el camino del Partido Liberal para mantenerse en el poder ya es difícil, pues las encuestas muestran a los conservadores con una asertiva ventaja en las próximas elecciones generales del otoño boreal.

“Va a ser muy difícil para los liberales. Están más de 20 puntos por detrás de los conservadores, y los conservadores han tenido una ventaja de dos dígitos durante casi 18 meses”, dijo Nanos. “Debido a que han estado en el poder desde 2015 hay una ola de cambio en el país en este momento que está siendo montada y liderada por Pierre Poilievre, el líder conservador”.

El daño en la economía canadiense, ya bajo tensión por la inflación y los altos costos de vida, se ha visto agravado por la amenaza de Donald Trump de un arancel inminente sobre los bienes procedentes de Canadá y México, a menos que tomen medidas más duras sobre la inmigración.

Canadá ha experimentado un crecimiento demográfico continuo, impulsado en parte por una inmigración récord. Pero Freeland ha insinuado la posibilidad de recortar la inmigración; en una entrevista con la CBC (Canadian Broadcasting Corporation) tras la reelección de Trump, Freeland dijo que los nuevos inmigrantes deben llegar a Canadá de forma “organizada y sistemática.”

Quien gane el liderazgo del Partido Liberal se enfrenta a una batalla cuesta arriba y probablemente tendrá que liderar la carga para rehacer el partido, sugieren las encuestas y los analistas. “No creo que nadie espere que los liberales vayan a quedar primeros en las próximas elecciones. Así que la cuestión es quién va a reconstruir el partido”, dijo Turnbull.