Australia prometió que tomará las “medidas más enérgicas posibles” si Rusia hizo daño a uno de sus ciudadanos capturado luchando por Ucrania, después de que salieran a la luz informes de que el prisionero de guerra podría haber muerto.
Oscar Jenkins fue capturado por las fuerzas rusas el mes pasado, tras lo cual apareció un video en el que se le interrogaba vestido con uniforme militar.
Esta semana, la cadena nacional australiana ABC y Seven News, afiliada a CNN, informaron que el hombre de 32 años podría haber muerto, citando fuentes ucranianas.
En una rueda de prensa este miércoles, el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, dijo que su Gobierno estuvo “buscando aclaraciones urgentes” sobre la situación, añadiendo que está “gravemente preocupado”.
“Ya hemos llamado al embajador ruso”, dijo.
“Esperaremos a que se conozcan los hechos. Pero si se ha causado algún daño a Oscar Jenkins, es absolutamente reprobable. Y el Gobierno australiano tomará las medidas más enérgicas posibles”.
No quiso dar más detalles sobre las medidas que podría tomar Canberra.
El mes pasado apareció en cuentas rusas de Telegram un video en el que se veía a Jenkins como prisionero de guerra, y que CNN no ha podido geolocalizar. En la grabación, Jenkins tiene las manos fuertemente atadas y parece esforzarse por entender las preguntas que le hacen en ruso. Un hombre le golpea dos veces en la cabeza.
Hablando en una mezcla de inglés, ucraniano y ruso, se identifica como “un soldado” y dice que es profesor en China y estudiante en Australia.
Se cree que Jenkins se unió a una brigada internacional entre las filas ucranianas, que han reclutado a muchos combatientes extranjeros desde que comenzó la guerra en febrero de 2022. El Gobierno australiano desaconseja a sus ciudadanos viajar a Ucrania para luchar, pero algunos optaron no obstante por alistarse como voluntarios en las brigadas internacionales.
Se cree que al menos siete australianos murieron combatiendo en Ucrania, según ABC, pero no se sabe de ninguno que falleciera mientras estaba cautivo.
Prisionero de guerra
Originario de Melbourne, Jenkins trabajaba como profesor universitario en la ciudad china de Tianjin desde 2017, según un perfil de Linkedin con su nombre.
De haber perdido la vida, sería el primer australiano que murió mientras estaba retenido como prisionero de guerra en más de medio siglo. La última persona que murió en tales circunstancias fue H. W. Madden, capturado durante la Guerra de Corea en la década de 1950, según el Memorial de la guerra de Australia.
Australia condenó repetidamente la invasión rusa de Ucrania y ha dado a Kyiv cerca de US$ 1.000 millones en ayuda desde 2022, mientras que su Ejército proporcionó entrenamiento a las fuerzas armadas ucranianas.
La ministra de Asuntos Exteriores de Australia, Penny Wong, estuvo en Kyiv el mes pasado para anunciar nuevos paquetes de asistencia y la reapertura de la Embajada de Australia en la capital ucraniana.
En una entrevista concedida este miércoles a la cadena ABC, Wong declaró que su departamento ha estado “trabajando muy duro” para esclarecer los hechos que rodean la seguridad de Jenkins.
“Rusia está obligada a tratar a todos los prisioneros de guerra de acuerdo con el derecho internacional humanitario”, dijo Wong. “Quiero dejar claro que todas las opciones están sobre la mesa”.
A lo largo del curso surgieron múltiples informes sobre la ejecución de prisioneros de guerra por parte de las tropas rusas, lo que constituye un crimen de guerra según el derecho internacional.
En respuesta a una petición de comentarios, la Embajada de Rusia en Australia remitió a CNN una declaración realizada por Maria Zakharova, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores ruso, en una rueda de prensa el mes pasado. Zakharova afirmó que el ministerio estaba “supervisando la situación junto con las agencias pertinentes” y culpó a Australia de apoyar a Ucrania.
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