El distrito financiero de Pudong en Shanghái se ve al fondo el 16 de enero de 2025.
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La economía de China creció más de lo esperado en los últimos tres meses de 2024, según mostraron datos oficiales este viernes, mientras espera la probable imposición de nuevos aranceles por parte del presidente electo de EE.UU., Donald Trump, quien asumirá el cargo la próxima semana.

Gran parte del impulso del crecimiento provino de las exportaciones, que impulsaron el superávit comercial del país a un récord de poco menos de US$ 1 billón el año pasado. Sin embargo, esa fortaleza probablemente atraerá la ira de Trump, quien ha dicho que China enfrentará aranceles más altos sobre sus productos, un 10% por encima de cualquier arancel existente, hasta que detenga el flujo de drogas ilegales hacia Estados Unidos. En la campaña, había amenazado con aranceles de hasta el 60% sobre todas las importaciones chinas a EE.UU.

La Oficina Nacional de Estadísticas (NBS, por sus siglas en inglés) reveló por separado que China, que enfrenta problemas demográficos y económicos, también registró un aumento inesperado en la tasa de natalidad el año pasado, revirtiendo una tendencia de declives que se intensificó desde 2017. Pero la población total continuó disminuyendo por tercer año consecutivo.

En el cuarto trimestre, el producto interno bruto (PIB) del país se expandió un 5,4%. Eso es considerablemente más fuerte que el 5,0% pronosticado por un grupo de economistas encuestados por Reuters y representa una aceleración desde el ritmo del 4,6% registrado en el tercer trimestre.

En cuanto al año completo, el crecimiento fue del 5,0%, un poco más alto que el 4,9% predicho por la encuesta de Reuters. Los analistas de Goldman Sachs dijeron que los datos de crecimiento trimestral y los números de producción industrial del mes pasado superaron las expectativas “significativamente”.

Sin embargo, anticipan que el crecimiento se desacelerará al 4,5% este año “ya que el arrastre del crecimiento por los probables aranceles más altos de EE.UU. puede más que compensar la continua flexibilización de políticas en medio de la prolongada recesión inmobiliaria y el aún débil sentimiento del consumidor”, escribieron en una nota de investigación.

El impulso económico se aceleró en los últimos meses de 2024, después de que el liderazgo chino finalmente decidiera avanzar con un paquete de estímulo muy necesario, centrado principalmente en medidas monetarias, en la última semana de septiembre.

Desde entonces, los responsables de políticas han tomado una serie de medidas, incluyendo un paquete de deuda de 10 billones de yuanes (US$ 1,4 billones) para ayudar a los gobiernos locales, recortes de tasas de interés y la expansión de un esquema de “dinero por chatarra” para bienes del hogar como cocinas de arroz, para impulsar el crecimiento.

A Chinese bank employee counts 100-yuan notes and US dollar bills at a bank counter in Nantong in China's eastern Jiangsu province on August 28, 2019. - China's currency slid on August 26 to its weakest point in more than 11 years as concerns over the US trade war and the potential for global recession weighed on markets. (Photo by STR / AFP) / China OUT        (Photo credit should read STR/AFP via Getty Images)
China anuncia US$ 1,4 billones para aliviar la deuda de sus gobiernos locales
01:11 - Fuente: CNN

Aumento de la tasa de natalidad

China enfrenta una serie de presiones, incluyendo una grave crisis inmobiliaria, que ha erosionado la riqueza del consumidor y afectado el gasto de los hogares, y un desafío demográfico, que se espera tenga implicaciones significativas en el crecimiento futuro.

El año pasado, el país registró 6,77 nacimientos por cada 1.000 personas, frente a 6,39 el año anterior, según la NBS. Nacieron unos 9,54 millones de bebés, un aumento de más de medio millón respecto a 2023.

Esta es la primera vez que China registra un aumento en los recién nacidos desde 2016, cuando el país vio un breve repunte en los nacimientos tras la relajación de su política de un solo hijo que duró décadas.

El pequeño repunte se produce después de que el Gobierno implementara una serie de medidas para incentivar a los jóvenes a tener más hijos, desde extender las licencias de maternidad y ofrecer incentivos financieros hasta mejorar los servicios de cuidado infantil. 2024 también fue el Año del Dragón en el calendario lunar chino, un año especialmente auspicioso para tener bebés.

Sin embargo, la población total cayó en 1,39 millones a 1.408 millones en 2024, continuando un declive desde 2022 que vio a China ser reemplazada por India como la nación más poblada del mundo.

La población activa de China, clasificada como aquellas personas entre 16 y 59 años, también disminuyó en 6,83 millones el año pasado, sumándose a una contracción en curso. Mientras tanto, la población de mayores de 60 años continuó expandiéndose para representar el 22% de la población total.

La rápida población envejecida y la fuerza laboral en disminución plantean un grave desafío para la estabilidad económica y social de China, ya que lucha por financiar la atención médica y las pensiones para los ciudadanos mayores mientras busca mantener el crecimiento.

En 2015, China anunció el fin de su política de un solo hijo que duró décadas, permitiendo a las parejas tener dos hijos, y luego aumentó a tres hijos en 2021. No obstante, las tasas de natalidad han continuado cayendo después de un breve repunte.

El Gobierno también ha prometido promover una “cultura de matrimonio y procreación de nueva era” alentando a los jóvenes a casarse y tener hijos a una “edad apropiada” y compartir la responsabilidad del cuidado infantil.

Hasta ahora, estas políticas han fracasado en gran medida en convencer a los jóvenes adultos, que enfrentan un alto desempleo, costos de vida en aumento y una falta de apoyo de bienestar social en medio de la desaceleración económica. Muchos están posponiendo el matrimonio y la procreación, y un número creciente de jóvenes incluso elige evitarlos por completo.