Un proyecto de ley liderado por el Partido Republicano para exigir la detención de inmigrantes indocumentados acusados de ciertos delitos está a punto de ser aprobado en el Senado después de que un número significativo de demócratas se unieran a los republicanos para avanzar en la medida en una votación crítica el viernes.
El resultado de la votación refleja un cambio importante para los demócratas, ya que el partido está bajo presión sobre la inmigración tras la victoria presidencial de Donald Trump, que ha llevado a los demócratas de estados y distritos competitivos a decir que el partido debe hacer más para abordar las preocupaciones de los votantes.
Si el proyecto denominado Ley Laken Riley se convierte en ley, supondría una primera victoria legislativa para Trump y los republicanos del Congreso, que optaron por presentar la medida como su primer proyecto de ley del nuevo Congreso tras ganar la Cámara de Representantes, el Senado y la Casa Blanca.
La votación final en el Senado podría producirse la próxima semana.
La Cámara de Representantes aprobó la legislación a principios de este mes, pero tendrá que retomarla si el Senado la aprueba, como se espera, ya que el Senado modificó la legislación.
El proyecto de ley exigiría la detención de los inmigrantes indocumentados acusados de robo o hurto. La legislación lleva el nombre de Laken Riley, una estudiante de Georgia de 22 años que fue asesinada el año pasado mientras salía a correr. Un inmigrante indocumentado de Venezuela fue declarado culpable y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional en el caso que reavivó un debate nacional sobre inmigración y delincuencia.
Aunque el proyecto de ley obtuvo el apoyo de una masa crítica de demócratas, también puso de manifiesto una división en el partido: algunos la calificaron de medida de sentido común, mientras que otros argumentaron que socavaría las libertades civiles y el debido proceso y podría perjudicar la seguridad pública.
La votación de procedimiento del viernes requería 60 votos para que el proyecto avanzara, lo que significaba que algunos demócratas tenían que cruzar el pasillo para votar con los republicanos, que sólo controlan una mayoría de 53 escaños. La votación final fue 61-35.
Una controvertida disposición de la ley otorgaría a los fiscales generales estatales autoridad para demandar ante los tribunales federales las decisiones de los funcionarios federales, incluidos los jueces de inmigración, de poner en libertad a determinados inmigrantes. También podrían demandar para obligar al Departamento de Estado a imponer sanciones en materia de visados a los países que se nieguen a aceptar a nacionales susceptibles de ser deportados.
Varios senadores demócratas habían votado inicialmente a favor de proceder al debate del proyecto de ley, pero dijeron que no lo apoyaban en su forma actual y querían ver un sólido proceso de enmiendas.
A principios de semana, el Senado aprobó una enmienda a la Ley Laken Riley para ampliar la lista de delitos por los que los inmigrantes pueden ser detenidos si son arrestados, incluyendo la agresión a agentes del orden. La enmienda, presentada por el senador del Partido Republicano John Cornyn, de Texas, fue aprobada con un amplio apoyo bipartidista, 70-25.
Una segunda enmienda, presentada por el senador demócrata Chris Coons, de Delaware, pretendía eliminar partes del proyecto de ley que, según los críticos demócratas, suponían una importante revisión de la ley de inmigración. Pero fue rechazada por 46 votos a favor y 49 en contra en el Senado, liderado por los republicanos.