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Expertos analizan las primeras acciones ejecutivas de Trump, ¿estrategia de seguridad o presión?
04:42 - Fuente: CNN
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De un plumazo, el presidente Donald Trump echó por tierra este lunes por completo el esfuerzo de cuatro años del Departamento de Justicia para detener, procesar y castigar a las personas que atacaron el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021.

Se trataba de la mayor investigación penal de la historia de Estados Unidos, la de quienes atendieron el llamamiento de Trump en 2021 para acudir a Washington e intentar impedir que el Congreso certificara su derrota en las elecciones de 2020. Más de 140 policías resultaron heridos durante las siete horas que duró el asedio, que también provocó directa o indirectamente la muerte de cuatro simpatizantes de Trump que formaban parte de la turba y de cinco policías.

La proclamación presidencial que Trump firmó en la oficina oval decía que esta acción de clemencia masiva “pone fin a una grave injusticia nacional que se perpetró contra el pueblo estadounidense”.

Los indultos de Trump no hacen ningún esfuerzo por distinguir entre las personas que participaron en actos violentos ese día en comparación con las que fueron acusadas o condenadas por delitos no violentos. Por ejemplo, los indultos incluyen a los hombres que golpearon con saña al agente de Policía de Washington Michael Fanone y rociaron con gas pimienta al agente de la Policía del Capitolio de EE.UU. Brian Sicknick, que murió al día siguiente.

“Seis individuos que me agredieron mientras hacía mi trabajo el 6 de enero… ahora saldrán libres”, dijo Fanone a Anderson Cooper de CNN este lunes. “Seis individuos que amenazaron mi vida y amenazaron a los miembros de mi familia (…) Mi familia, mis hijos y yo mismo estamos hoy menos seguros por culpa de Donald Trump y sus partidarios”.

Esto es lo que hay que saber sobre los indultos:

Indultos para prácticamente todos los condenados del 6 de enero

La proclamación firmada por Trump concede un “indulto total, completo e incondicional” a prácticamente todos los que fueron condenados por delitos relacionados con el 6 de enero.

Eso abarca a aproximadamente 1.250 personas, la gran mayoría de las cuales se declararon culpables y admitieron ante el tribunal que infringieron la ley.

No hubo diferenciación entre personas condenadas por delitos violentos y delitos menores no violentos, como los aliados de Trump señalaron en las últimas semanas. En su lugar, el indulto general abarca a cientos de alborotadores culpables de agredir a agentes de Policía, atacar a miembros de los medios de comunicación, obstruir a la Policía durante los disturbios y destruir propiedades del Gobierno.

Sorprendentemente, el indulto incluye a Enrique Tarrio, líder de los ultraderechistas Proud Boys, que fue declarado culpable de conspiración sediciosa y condenado a 22 años de prisión.

Entre los demás indultados figuran: Devlyn Thompson, que golpeó a un agente de Policía con una porra metálica, y Robert Palmer, un hombre de la Florida que atacó a la Policía con un extintor, un tablón de madera y un poste.

Conmutaciones para líderes de grupos extremistas

La proclamación de Trump destacó a 14 miembros de grupos extremistas de extrema derecha, como los Proud Boys y los Oath Keepers, que recibieron conmutaciones en lugar de indultos.

Esto significa que serán liberados de la prisión federal, pero no se les restaurarán sus derechos civiles, como ocurre con un indulto completo, que allana el camino para que el beneficiario recupere su derecho a poseer un arma o su derecho al voto. Sin embargo, Trump dijo que su administración revisará estos casos para ver si los indultos son apropiados en el futuro.

Estas personas fueron acusadas en los casos de conspiración sediciosa de más alto perfil - la mayoría fueron declarados culpables, aunque algunos fueron absueltos de ese cargo mientras que fueron condenados por otros cargos de delito grave.

La clemencia para los condenados por conspiración sediciosa es una medida sorprendente. Esos acusados fueron considerados como “lo peor de lo peor”, en gran parte porque los fiscales demostraron que -a diferencia de muchos de los otros partidarios de Trump que irrumpieron en el Capitolio ese día- estas personas tenían un plan específico para subvertir violentamente al gobierno.

Las conmutaciones cubrieron al colaborador de Oath Keepers, Thomas Caldwell, que fue absuelto de conspiración sediciosa pero declarado culpable de obstrucción de un procedimiento oficial por esconder armas en un hotel cercano de Virginia para que sus aliados las usaran potencialmente el 6 de enero. Kelly Meggs, líder de la sección de la Florida del grupo, fue condenado a una década de prisión por conspiración sediciosa. Y el líder de los Proud Boys, Joseph Biggs, también saldrá de prisión, donde cumple condena por conspiración sediciosa por liderar la irrupción de una multitud de Proud Boys en el Capitolio.

Desestimación de todos los procesamientos pendientes

La gran mayoría de los casos del 6 de enero ya se resolvieron en los tribunales, dando lugar a declaraciones de culpabilidad o condenas en juicio. Pero la parte final de la proclamación de Trump ordenaba el sobreseimiento de los aproximadamente 300 casos pendientes.

Alrededor del 60% de esos casos son delitos graves relacionados con ataques violentos contra la Policía, según las estadísticas del Departamento de Justicia. Algunos cargos fueron presentados la semana pasada como parte de la investigación en curso que está casi terminada ahora.

La proclamación dice que el secretario de Justicia debe “solicitar el sobreseimiento sin perjuicio” de “todas las acusaciones pendientes” relacionadas con el 6 de enero. “Sin perjuicio” significa que los cargos no podrán volver a presentarse en el futuro.

Los fiscales federales tardarán algún tiempo, quizá unos días o semanas, en presentar peticiones ante los tribunales para desestimar estos casos. Técnicamente, dependerá de un juez desestimar formalmente los casos, y los jueces tienen muy poca discreción para impedirlo si eso es lo que pide el Departamento de Justicia.

Hubo menos de 10 personas que un juez consideró demasiado peligrosas para dejarlas salir de la custodia federal antes de su juicio. Una vez que sus casos sean desestimados, también serán puestos en libertad.

Trump fue más lejos de lo que nadie esperaba

Durante y después de la campaña de 2024, Trump mantuvo la puerta abierta a indultar a todos los acusados. Pero también puso vallas en ocasiones. En las últimas semanas, los aliados de Trump señalaron que los indultos se limitarían a los acusados no violentos.

El vicepresidente J.D. Vance dijo este mes que “si cometiste violencia ese día, obviamente no deberías ser indultado”, y el presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, dijo este domingo que “los manifestantes pacíficos deberían ser indultados, pero los criminales violentos no”. El asesor de Trump Jason Miller se hizo eco de esto en una entrevista este lunes por la mañana con Jake Tapper de CNN antes de que Trump fuera investido.

“El presidente Trump dijo que vamos a analizar cada uno de los casos individualmente”, afirmó Miller. “También hemos dicho que, definitivamente, no apoyamos de ninguna forma o manera a nadie que haya sido violento con las fuerzas del orden o cosas de esa naturaleza. Pero ha habido mucha gente que fue tratada injustamente, así que se estudiará caso por caso”.

Pero no hubo revisión “caso por caso”, como prometieron los asesores de Trump.

En su lugar, Trump concedió la máxima clemencia poniendo fin a todos los procesamientos, liberando a todos de prisión e indultando a cerca del 98% de los alborotadores condenados. Hizo precisamente lo que pedían sus partidarios más acérrimos en la comunidad del 6 de enero: clemencia general para todos.

Justificar los indultos con mentiras

A lo largo del día, Trump justificó los indultos con la misma serie de mentiras y afirmaciones falsas que utilizó durante años para encubrir la violencia, desviar la culpa y reescribir la historia.

Afirmó falsamente que la turba del Capitolio estaba llena de “agitadores externos” y que “el FBI estaba involucrado” en avivar la violencia. Estas mentiras surgieron por primera vez en los círculos de extrema derecha en 2021 y finalmente fueron adoptadas por Trump, que propagó estas afirmaciones en muchos de sus mítines y entrevistas en los medios de comunicación.

Había algunos informantes del FBI entre la multitud, pero no agentes encubiertos del FBI. Y los informantes no instigaron la violencia, no estaban autorizados a infringir la ley ese día y no formaban parte de un esfuerzo del “Estado profundo” para inculpar a los partidarios de Trump de la violencia.

También afirmó este lunes que las personas acusadas en los casos del 6 de enero “terminan con grilletes casi de inmediato”. Pero la inmensa mayoría de las 1.600 personas acusadas fueron puestas en libertad casi inmediatamente después de su detención inicial. Y alrededor del 40% de los alborotadores condenados fueron sentenciados a libertad condicional y no cumplieron ningún tiempo entre rejas después de su caso.

Durante el desfile de investidura en el Capital One Arena antes de firmar la proclamación, Trump trajo a los familiares de los israelíes tomados como rehenes por Hamas durante los ataques del 7 de octubre de 2023. Luego procedió a hablar del alivio necesario para los “rehenes” del 6 de enero, el eufemismo que utiliza para describir a las personas que fueron condenadas en un tribunal y sentenciadas a prisión por un juez.

Los indultos masivos también ponen de relieve el giro de 180 grados de Trump en el tema del 6 de enero.

Aislado dentro del Partido Republicano y enfrentado a un juicio político bipartidista en las últimas semanas de su primer mandato en enero de 2021, Trump dijo que estaba “conmocionado y profundamente entristecido” por lo sucedido. Dijo que los alborotadores que irrumpieron en el Capitolio “profanaron la sede de la democracia estadounidense”.

Un día después de la insurrección, Trump dijo: “A los que violaron la ley, pagarán”, y más tarde prometió que “los que participaron en los ataques de la semana pasada serán llevados ante la justicia”.

Devan Cole de CNN contribuyó a este informe.