El presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo que “no pensaba que haya sido un buen servicio” después de que un miembro del clero se dirigiera directamente al presidente durante su sermón este martes, pidiéndole que tuviera “misericordia para la gente del país que tiene miedo”, en particular, los inmigrantes y los miembros de la comunidad LGBTQ.
“Permítame hacer una última súplica, señor presidente: millones han depositado su confianza en usted y, como le dijo a la nación ayer, usted ha sentido la mano providencial de un Dios amoroso”, dijo la obispa Mariann Edgar Budde durante su sermón, parte de un Servicio Nacional de Oración interreligioso en honor a la toma de posesión de Trump. “En nombre de nuestro señor, le pido que tenga misericordia de la gente de nuestro país que tiene miedo”.
Edgar Budde dijo que había “niños homosexuales, lesbianas y transgénero en familias demócratas, republicanas e independientes, algunos de los cuales temen por sus vidas”.
La obispa también se refirió a “las personas que recogen nuestros productos y limpian nuestras oficinas, que trabajan en granjas avícolas y lavan los platos en sus restaurantes y trabajan en los turnos de noche en los hospitales”.
“Puede que no sean ciudadanos o que no tengan la documentación adecuada, pero la gran mayoría de los inmigrantes no son delincuentes. Pagan impuestos y son buenos vecinos”.
Al regresar a la Casa Blanca este martes, Trump respondió a una pregunta de los periodistas cuestionando él mismo qué pensaban sobre el servicio religioso.
“No fue muy emocionante, ¿verdad?”, dijo. “No pienso que haya sido un buen servicio, no. Podrían haberlo hecho mucho mejor”.
Trump y su familia reaccionaron durante sus comentarios. Cuando Budde terminó, Trump miró a su vicepresidente y dijo algo, a lo que Vance negó con la cabeza.
Budde es la obispa de la Diócesis Episcopal de Washington. El sitio web de la iglesia la describe como una “defensora y organizadora en apoyo de las cuestiones de justicia, incluida la equidad racial, la prevención de la violencia con armas de fuego, la reforma migratoria, la plena inclusión de las personas LGBTQ+ y el cuidado de la creación”.
En 2020, Budde dijo que estaba “indignada” después de la visita del presidente Donald Trump a su iglesia, la Iglesia Episcopal de San Juan en Washington, sin previo aviso para compartir “un mensaje antitético a las enseñanzas de Jesús”.
Sus comentarios mordaces se produjeron después de que el presidente caminara desde la Casa Blanca hasta la casa de culto que ha sido utilizada por los presidentes estadounidenses durante más de un siglo. Los manifestantes pacíficos que se encontraban justo afuera de las puertas de la Casa Blanca fueron dispersados con gases lacrimógenos, granadas aturdidoras y balas de goma. Todo fue, aparentemente, para que Trump pudiera visitar la iglesia.