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FOTOS| Así se vería la"Isla de los Daltónicos" bajo los ojos de sus habitantes
Pingelap es un atolón en el Pacífico conocido como "La Isla de los Daltónicos”, debido a la alta proporción de personas que sufren de acromatopsia (o “daltonismo total”). En 2015, la fotógrafa belga Sanne De Wilde viajó a este lugar para retratar a los habitantes. La artista manipuló las imágenes para representar el mundo como ella imagina que lo ven quienes son daltónicos.
"Tomé la imagen mientras él estaba bajando del árbol", explicó De Wilde sobre esta foto. Jaynard Robert, uno de los residentes daltónicos de la isla, suele subir a este árbol en el jardín para jugar y recoger frutas. "El sol llega filtrándose a través de las ramas y la luz brillante le hace mantener los ojos cerrados. Lamentablemente, las personas de este lugar no están cultivando su propia comida. Pero de los árboles a su alrededor crecen naturalmente cocos, frutipan, plátanos y hojas que utilizan para masticar con la nuez de areca”, añadió la artista.
De Wilde escribe en su libro que los isleños dicen que el color que más "ven" es el rojo, así que la fotógrafa acentuó y manipuló este tono tomando las imágenes con infrarrojos.
Además de usar la fotografía infrarroja y monocromática, De Wilde les pidió a las personas retratadas que colorearan algunas de las imágenes, sin saber el nombre de los tonos que estaban usando. "El loro con el ojo entrecerrado fue el comienzo del proyecto, un símbolo 'tropical' para los colores", explicó.
De Wilde pasó tres días en Pingelap y un mes entero en otros lugares de Micronesia. Recientemente, publicó su libro "The Island of the Colorblind” (“La isla de los daltónicos”), una serie de imágenes que recopila el material que capturó en Pingelap y en una isla más grande llamada Pohnpei, a casi 300 kilómetros de distancia. “Las personas nacidas en Pingelap formaron comunidades pequeñas en Pohnpei”, explicó la fotógrafa. “(Pero incluso) entre los pingelapeses ubicados allí el porcentaje de acromatopsia sigue siendo muy alto”, añadió. En la imagen, un niño daltónico llamado Jaynard está jugando en el jardín con la rama de un árbol de plátano que fue cortada.
En esta foto, un niño de Pingelap juega con fuego. "En la isla queman toda la basura", explicó De Wilde. Y añadió: “Al mismo tiempo, se mueven sosteniendo una rama encendida para mantener alejados a los mosquitos".
Eric (daltónico) posa para un retrato con una linterna. “En Pingelap sólo hay electricidad solar", reveló De Wilde. "Por la noche, todo el mundo camina por la calle principal con una antorcha. Yo le pedí a este hombre que se quedara quieto y mirara la luz. De alguna manera, debido a su sensibilidad a la luz, sus ojos se vuelven hacia la parte posterior de su cabeza mientras la observa”.
“Jaynard juega con una antorcha de luces de discoteca que traje de Bélgica. Cuando le pregunté qué veía me respondió “colores” y siguió mirando a la luz”, relató De Wilde.
“La acromatopsia no es sólo no ver el color", señaló De Wilde. “Ellos también son extremadamente sensibles a la luz, lo que es una carga en una isla tropical con mucho sol. Bajo la luz del día, el mundo parece una imagen quemada, apenas pueden mantener los ojos abiertos cuando están al aire libre”, explicó.